Pregunta: "Hola Nick, tengo una duda. Tu dijiste alguna vez que dedicar tiempo a visualizar o proyectar positivamente era un gran gasto de energía y cómo que no tenía sentido. Pero mi duda es: yo finalmente “hago” cosas en el mundo, aunque sea un falso hacer, pero movilizo y activo cosas para este suceder cotidiano. Si tengo hambre me llevo comida a la boca, si tengo sed agarro un vaso con agua, hago cosas aunque yo no sea el hacedor de la vida en si. Entonces, cuál es el límite de mi hacer? Hasta donde puedo “hacer” sin intervenir en la vida? Por ejemplo si me siento enfermo, puedo entregar mi salud al Espíritu Santo pero igualmente puedo acudir al médico, sintiéndome en paz y comprendiendo el juego, no lo contradice verdad? Acudo al médico porque prefiero que mi cuerpo esté sano, y acciono sobre eso. De esa misma manera, por qué no puedo entregar mi día cada mañana a la vida, y también visualizar cómo prefiero que sucedan ciertas cosas en respectivos temas? O decir frases y afirmaciones positivas, sin enfadarme si eso no sucede así? Por qué esto contradice a la aceptación si es solo una preferencia más? Espero se comprenda mi pregunta y muchas gracias por tu compartir."
Comentario: Tu pregunta se comprende perfectamente. Simplemente miremos la sutileza de la trampa. Dices, "yo finalmente "hago" cosas en el mundo, aunque sea un falso hacer, pero movilizo y activo cosas para este suceder cotidiano." Eso es lo que aparenta ser. No es que "tú haces" cosas sino que cosas se hacen. De hecho, si de verdad haces cosas, ¿por qué pones la palabra "hacer" entre comillas?
Observemos tu siguiente comentario, "Si tengo hambre me llevo comida a la boca, si tengo sed agarro un vaso con agua, hago cosas aunque yo no sea el hacedor de la vida en si." Que curioso, acabas de afirmar con este segundo comentario tuyo que no eres el hacedor de la vida(...aunque yo no sea el hacedor de la vida en si). ¿Entonces no cancelaría eso lo que compartiste en tu comentario anterior?
Permíteme hacerte las siguientes preguntas, ¿tú te sientas a visualizar o a hacer afirmaciones sobre llevar comida a la boca cuando tienes hambre? No. El hambre surge, y haces lo que sea necesario para satisfacer tu hambre, lo cual en este caso seria llevar comida a la boca. ¿Tú te sientas a visualizar o a hacer afirmaciones sobre agarrar un vaso de agua cuando te da sed? No. Espontáneamente haces lo que sea necesario para satisfacer esa sed, lo cual en este caso seria agarrar un vaso de agua, o lo que te sientas inclinado a hacer. ¿Ves que simple?
Tu pregunta va más en acorde a cosas que tú crees que deseas en el mundo. Que sería otra manera de decir, "la vida tal como va fluyendo no es suficiente, le hace falta algo, y si visualizo o afirmo lo que creo que me hará feliz, o lo que deseo por la razón que fuese, mi vida mejoraría". Eso requiere una increíble cantidad de energía por dos razones, una, porque si ahora mismo no está ocurriendo eso que tanto deseas, en vez de ir fluyendo con la vida estas resistiéndola. Y la otra, porque tienes que mantener a la mente enfocada en un objeto, en eso que tanto deseas, y esto no es natural. Lo natural es rendirte, confiar, descansar. Eso es lo natural. De ahi surgen las ideas, las inspiraciones, la cuales entonces aparente como que tú actúas sobre ellas, pero de nuevo, el actuar es algo que naturalmente ocurre.
Como no confías en la vida, intentas controlarla, creyendo que puedes "hacerlo". Sin embargo, si confiases en la vida, descansarías, y una vez mas, lo que hagas surgiría espontáneamente. Si tienes sed, buscas un vaso de agua, si tienes hambre, llevas un bocado de comida a tu boca. De la misma manera, si surge naturalmente el deseo de emprender un negocio, haces lo que sea necesario. Pero no eres tú el que decide emprender un negocio, ni agarrar un bocado de comida, ni tomar un vaso de agua. La idea surge, y luego te encuentras moviendo en ese dirección. Voy a cerrar este comentario con un extracto del libro de Byron Katie titulado, Amar lo Que Es:
"Cuando te conviertes en un amante de lo que es, ya no hay más decisiones que tomar. En mi vida sólo espero y observo. Sé que la decisión será tomada en su momento, de modo que me desentiendo del cuándo, el dónde y el cómo. Me gusta decir que soy una mujer sin futuro. Cuando ya no hay decisiones que tomar, no hay un futuro planificado. Todas mis decisiones son tomadas para mí, igual que las tuyas son tomadas para ti. Cuando mentalmente te cuentas la historia de que tienes algo que ver con ello, que estás apegando a una creencia subyacente."