Thursday, July 12, 2018

Cuando Su Pareja La Trata Mal

Pregunta: "Estuve en una relación de pareja, ya no, pero mi pregunta va en relación a que el curso dice que lo que veo en mi hermano es lo que pongo en él, pero por mas fuerza que haga no puedo cambiar esa percepción que tengo del otro cuando el otro se me termina volviendo dañino, aunque se que eso no podría estar pasando y no existiese. Pero no puedo verlo de otra manera, una persona que me hace mal, estar con él me hace mal, siempre busca hacerme sentir culpable. Y justo mi lección de hoy es, "que no vea ninguna limitación en mi. Y que vea a mi hermano en su santidad", y no puedo hacerlo."

Comentario: Lo que veo con tu pregunta es mi obvio, tú crees que el curso te está hablando a "ti" como persona diciendo que no veas invitaciones en "ti". Sin embargo, lo que no te das cuenta es que tu misma eres la limitación. El cuerpo, el personaje "yo", es la limitación a la Totalidad.

No obstante, vamos a mirar un poquito tu dilema desde la condición mas "humana". En tu caso empezaré por lo básico. Al percibirte como algo separado de la Totalidad, separado de Dios, te experimentas limitada, carente. Esa es la limitación. Entonces buscas en el mundo a alguien que de alguna manera te "complete". Ese es el amor en ti que no deseas reconocer y lo buscas "fuera".

Sin embargo, con el deseo de encontrar a alguien que te "complete", traes la culpa inconsciente, el deseo de sentirte como víctima, y la vida te pone con una persona que corrobora ese sentido de victimismo que inconscientemente sostienes. A raíz de su comportamiento hacia tí es como corroboras esa creencia que dice que no mereces ser una persona amada.

Si observas que en tu pregunta dices, "...cuando el otro se me termina volviendo dañino,..., una persona que me hace mal, estar con él me hace mal, siempre busca hacerme sentir culpable."

Toda esa culpa la diriges hacia "fuera", hacia el "otro", pasando completamente por alto que ese "otro" es una proyección, un espejo que simplemente de una forma u otra representa la manera en que tu crees deberías ser tratada. Un curso de milagros me recuerda,  "El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo....Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño." T-27.VIII.10:1-2..4-6

Y como no puedes reconocer la limitación que has puesto ante el amor, la proyectas hacia un "otro". Volviendo a tu pregunta, cuando el curso te va llevando a reconocer que no veas limitaciones en ti, que sería exactamente lo mismo que decir no veas limitaciones en el otro, simplemente busca la manera de llevar la mente a un espacio en el que si dejas de ver las limitaciones en uno, dado que tú y él son parte de la misma mente, inmediatamente se erradican las limitaciones en el otro.

El único problema que tienes, y te entiendo perfectamente debido a que ese es el único problema que todos comparten, es que mientras quieras seguir sosteniendo la creencia de que eres un cuerpo y por consiguiente buscar en el mundo la felicidad, intentarás aplicar el curso a tu persona en vez de a la mente que te está soñando a ti, que es ahí hacia donde el curso va dirigido.

Si después de tanto dolor y tanto sufrimiento sientes que estás lista para elegir la paz de Dios sobre todas las cosas, aunque la lección te habla de no ver limitaciones en ti ni en tu hermano, sigue habiendo una identificación muy fuerte con tu persona. En ese sentido, y sólo te voy a hablar de como lo vivo, sin pretender que mi manera es la "única" o la "correcta", se me ha facilitado más la práctica diaria de momentos de quietud y rendición total. En esos espacios, de una forma abierta y humilde mantengo este recordatorio constante, "que se haga Tú Voluntad.

Luego confió en que la vida poco a poco me dirige en dirección a recursos al igual que cualquier apoyo que sea necesario de manera que la paz y el amor que soy se pueda revelar a través de mi. Esa actitud me ayuda a unirme a todos mis hermanos, lo cual sirve de práctica para entonces poder unirme a ésos hermanos que siento mas dificulta en unirme.

Así poco a poco, según la mente es transformada, la paz empieza a tener prioridad y el desapego al mundo comienza. De ahí en adelante, recordando mi propósito el cual es perdonar, abordo cualquier experiencia que tenga lugar, trabajo, relación, familia, salud, etcétera, con el propósito de profundizar en el perdón y no de adquirir nada de ello.

Recuerda que que tu deseo por una relación de pareja provenía de lo que querías obtener de ella. Esa es en sí la base del típico "enamoramiento" que dice, "tu tienes algo que yo deseo, y en cambio yo te voy a dar eso que tú deseas." Esa es la base para todo conflicto y sufrimiento debido que, aun si la persona te diese lo que desees en un principio, como la naturaleza de el deseo es temporal, y por ende la naturaleza del ser humano es que constantemente cambia, al tus expectativas no ser cumplidas ni las de tu pareja, ahi comienza el ataque y el resentimiento.

Si no aprendes que ninguna relación, o para efectos, nada de el mundo te puede hacer feliz, si esa relación infernal termina deshaciéndose, como en el caso tuyo, toda esa programación que trajiste a esa relación te la llevarás contigo la próxima. Y el círculo vicioso comienza una vez más.

Estas palabras que acabo de compartir no son motivo para que te sientas desilusionada. ¡Todo lo contrario! Son para hacerte consciente de manera que ahora utilices este espacio donde no estás en relación con pareja para que descanses más en la paz de Dios en ti. De esa manera, al tener clara cuál es tu propósito, el cual es perdonar, estarás en una mejor posición para que si una relación de pareja tiene lugar en tu vida, puedas entonces relacionarte desde otro espacio, desde el amor en vez de desde el miedo.

Y como todo, esa relación, al igual que toda relación, te brindarán las oportunidades de perdón necesarias de manera que puedas liberarte de todo miedo. Cuando ese propósito está firmemente establecido, cualquier experiencia que tenga lugar en cualquier relación es bienvenida.

En resumen, reconoce que la gente te trata como a un nivel más profundo te tratas a ti misma. Todo eso viene de la creencia subyacente de que Dios nos va castigar, o que nos está castigando, o que merecemos castigo. El Espíritu Santo intenta constantemente recordarte de que eres inocente, de que el amor de Dios está arropándote constantemente para que según puedas aceptar eso en ti, ese amor que sientes por ti misma se extenderá a todas y cada una de tus relaciones.

Así que entrégate al silencio en este y cada momento y confía en tu proceso. Haz las lecciones del curso sin intentar intelectualizarlas, recordando que las mismas van dirigida a esa parte de la mente que se percibe separada y no a ti (a la persona) y el mensaje se seguirá asentando más.

Por algo el curso nos dice, "Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las ideas, no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con agrado. Puede que hasta te opongas vehementemente a algunas de ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia. Pero no hagas excepciones al aplicar las ideas expuestas en el libro de ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas, úsalas. No se requiere nada más" W-pI.In.9:1-6