Thursday, February 28, 2019

Qué Significa Vivir

Vivir significa eso, ¡vivir! Y sólo se experimenta en el momento presente, que es el único que hay. El problema surge cuando el vivir es reemplazado por la interpretación. Entonces, se deja de estar viviendo y se la pasa uno interpretando. La interpretación es lo que hace del vivir una experiencia dolorosa o placentera. Pero el vivir continúa independientemente de nuestras interpretaciones.

Entonces, ¿por qué se le da tanta importancia a las interpretaciones y se pasa por alto el vivir? Por el miedo a la muerte. Siempre que exista ese miedo, el vivir será un constante proceso de interpretaciones para que me alejen de no tener que pensar en la posibilidad de morir. Cuando el miedo a la muerte se desvanece, la vida se acepta tal y como viene.

Se acepta el dolor, al igual que el placer, como una experiencia vivida, no interpretada. La tristeza, la apatía, el resentimiento, la ira, la depresión y cualquier derivado de lo que se podría considerar una experiencia dolorosa se vive. Ahí no hay miedo, no hay sufrimiento. Lo que hay es vida pura. De la misma manera, el placer, la adrenalina, la excitación, cualquier derivado de lo que se podría considerar una experiencia placentera se vive igual.

Ese es el “secreto”, por no saber que otra palabra utilizar, de lo que la felicidad es. De lo que la paz es. El miedo a morir todo lo que hace es llevar a la mente a un pensamiento futuro. Un pensamiento futuro que ¡no existe! Porque lo único que está teniendo lugar es ¡el momento presente! Y, de nuevo, si el momento presente no se vive, y simplemente se niega, se vive uno arrastrado por la polaridad. Y la polaridad es el vaivén entre el dolor y placer, en el que no hay paz.

Cuando empieza uno a abrirse a vivir la vida tal como se presenta, se da uno cuenta de que todo movimiento, sea doloroso o placentero, es pasajero. Y lo curioso del caso es que, ya soltando el miedo a la muerte, que, de nuevo, la muerte no puede existir en el momento presente mientras sea uno consciente, la vida se puede convertir en una aventura. Imagínate lo que sería estar experimentando un movimiento, llamémoslo apatía, y, en vez de sentirte mal por ello, le das la bienvenida, lo exploras, lo vives completamente, sin importarte lo que pueda tener lugar en el “futuro”. Te conviertes como en un científico que estudia meticulosamente un tipo de planta. Toda su pasión, todo su enfoque está ahí. Eso es estar presente, estar viviendo.

Eso es lo que podríamos hacer con todas nuestras emociones y movimientos que surgen. Luego, el movimiento se va y es reemplazado por otro en la polaridad. Y disfrutas de ese nuevo movimiento, sólo que no te apegas a él. Estás viviendo. Eso es este momento. ¿Surge miedo? Explóralo, vívelo, siéntelo, experiméntalo. Eso es vivir el presente. Eso es vivir. Eso es ser feliz.

Con esa actitud en pie, ¿qué tipo de movimiento podría tener lugar en nosotros que no fuese bienvenido? Esta forma de vida, prestando atención a la experiencia presente, viviendo la experiencia tal como se presenta, es lo que permite que la mente no divague hacia el futuro o hacia el pasado. En ese sentido, creámoslo o no, desaparece por completo la identificación con un “yo”. Sólo cuando la mente interpreta cualquier experiencia presente y la lleva a un “futuro” o a un “pasado” tiene que adherírsela a un “yo”. “Yo” me siento preocupado por lo que a “mí” me pueda ocurrir. “Yo” me siento culpable por lo que “yo” hice. Pero cuando uno está presente totalmente, inmerso en la experiencia, llámesele placentera o dolorosa, dejando de pensar en términos de “yo” estoy sintiendo esto, tal como el científico que estudia esa nueva planta, él está arropado por la experiencia misma, no hay un “yo” haciendo nada. Lo que hay es un “haciendo”.

Observó que cada vez que me pongo escribir siento como que desaparece el “yo” que escribe y lo que hay es la experiencia misma de escribir. Sólo cuando me trato de esforzar en escribir es que la inocencia del momento presente se pierde. Es por eso que, observo cada vez más que al experimentar cada movimiento que surge, si lo despojo de interpretaciones, de significados, estoy viviendo.

Si no me gusta lo que siento, e intento evadirlo o suprimirlo, aunque el cuerpo esté respirando, no estoy viviendo, estoy muriendo. Porque la realidad es que no quiero vivir. Pero la vida, constantemente, me enseña a aprender a vivir. Y sentir todos los movimientos de la vida es parte de lo que es vivir. Y si dejo de temerle a cualquiera de esos movimientos, especialmente a los dolorosos, dejo de temerle a la vida.

Así que, como dice la canción interpretada por mi compatriota Marc Anthony, “Voy a reír, voy a bailar / Vivir mi vida La la la la…”. Y, si no le temo a la vida, y estoy dispuesto a vivirla completamente, también se le puede añadir, “Voy a sentir, voy a llorar / Vivir mi vida la la la la…”.

Wednesday, February 27, 2019

Cuando Se Confía En La Vida Todo Se Simplifica

Voy a hacer unas preguntas al azar y contestémoslas lo más honestamente posible.

¿Estoy bien con lo que siento ahora mismo? ¿Sí o no?
¿Tengo la cantidad de dinero suficiente que necesito? ¿ Sí o no?
¿Estoy en una relación con alguien que deseo? ¿ Sí o no?
¿Si no estoy en una relación, estoy bien con ello? ¿ Sí o no?
¿Tengo un empleo que deseo? ¿ Sí o no?
¿Estoy conforme con las condiciones en las cuales se encuentra mi país? ¿ Sí o no?
¿Tengo lo que desearía comer en este momento, o lo suficiente para comer? ¿ Sí o no?
¿Estoy experimentando el estado de salud que deseo? ¿ Sí o no?

Aunque la lista de preguntas podrías ser interminable, paremos aquí.

Las preguntas a las que le contestaste sí pueden ser descartadas. No obstante, a las que contestaste no, pregúntate ¿por qué? Y la respuesta, creámoslo o no, es falta de confianza en la vida. Porque si la vida está a cargo de todo lo que tiene lugar en mi experiencia, y las cosas no van como yo quisiera que fuesen, tengo que, por definición, no confiar en la vida. Tengo que, por definición, no confiar en el amor.

Esa actitud de falta de confianza genera dolor, sufrimiento, impotencia, preocupación y cualquier otro concepto que se le pueda adherir al miedo. Esa actitud hace que aparente como que el amor no puede existir, como que el amor me ha abandonado. Pero, por más que sea ignorado, el amor SIEMPRE está presente porque forma parte del momento presente.

Entonces, cualquiera de las experiencias que estén teniendo lugar, al formar parte del momento presente, forman parte del amor mismo. Ese amor que se pasa por alto porque el momento presente no va en acorde a como yo creo que "debería" ser.

Si puedo confiar plenamente en la vida, plenamente en el amor como mi único sustento, sabiendo que todo lo que la vida hace es para bien, aunque quizás no lo entienda, a todas esas preguntas que hice, al igual que a la interminable lista de preguntas que se podrían formular, la contestación sería un rotundo ¡sí!

La conclusión a la que he llegado, que no digo que sea la correcta, pero la siento muy congruente es, si hay sensaciones, emociones, sentimientos y no deseo sentirlos, querré evadirlos, evitarlos, suprimirlos. Y la manera en que la mente hace eso es fantaseando sobre cómo quisiera que las cosas fuesen. Y, de nuevo, ese es el rechazo al momento presente, ese es el rechazo al amor por falta de confianza.

Cuando, no obstante, aprende uno a aceptar cada experiencia, sin deseo alguno de que fuese diferente, las historias que la mente pudiese fabricar inmediatamente pierden todo su poder.

¿Implica esto que si los deseos surgen deberían ser ignorados? Mi experiencia es, cuando los deseos surgen, se observan, y, si hay la inclinación de moverse en dirección hacia ellos se hace por el mero disfrute de hacerlo. No hay expectativa. Lo único que hay es el disfrute de lo que está teniendo lugar en el momento. Y aunque pueda surgir la curiosidad de ver hacia dónde nos lleva, se ve como una aventura sin apego a resultados.

Ahora entramos en un nuevo estado de comprensión, en el que nos damos cuenta de lo pasajero de cada experiencia, de lo pasajero de cada sentimiento. Y, si por encima de ello podemos aceptar con toda certeza que el amor presente constantemente nos ofrece regalos que sólo sirven para ponernos en contacto con nuestra inocencia, con nuestra dicha, con nuestra paz, donde no hay necesidad de proyectar un futuro que creamos pueda ser “mejor” que este instante, la vida es una aventura.

Y cuando haya sensaciones que puedan ser incómodas, tales como tristeza, apatía, melancolía, sufrimiento, que no estoy insinuando que deba uno sentirse contento cuando esas sensaciones estén ahí, la confianza plena en la vida misma nos ayuda a vivirlas. Sabiendo que todo obra conjuntamente para el bien, cuando hay esa confianza en el momento presente, cuando hay esa confianza en la vida, aunque la mente pueda fabricar historias, ahora se convierten en música de fondo y dejan de ser distracción de la experiencia presente. Dejan de ser distracción del amor que ahora mismo está presente. Y, si alguna requiere de nuestra atención, se atiende, pero sin resistencia. Solo se mira con comprensión, con acogimiento, con bondad. Se atiende como si fuese un niño que llora, un niño que lo que necesita es un abrazo, no un tortazo.

¿Dónde está ahora la complejidad? ¿Dónde está el problema? Lo único que existe es apertura. Lo único que existe es posibilidad. En ocasiones, cuando me siento mal, y la mente quiere fabricar una historia sobre posibilidades, vuelvo a recordar que ese sentimiento está ahí porque la vida me está llevando a atenderme. Entonces, hasta sentirme mal es beneficioso.

¿Cómo no sé si sentirme mal fue lo que me llevó a no salir de casa y, por consiguiente, no terminar involucrado en un accidente de tráfico? ¿Cómo no sé si sentirme mal fue lo que me llevó a no comer algo que hubiese querido comer y que, a su vez, me hubiese hecho daño? ¿Cómo no sé si sentirme mal fue lo que me llevó a no decir algo a alguien cuya consecuencia no hubiese sido nada beneficiosa? ¿Cómo no sé si sentirme mal fue lo que me llevó a un estado de total humildad y vulnerabilidad para rendirme completamente de manera que, por primera vez, pudiese abrirme a una Sabiduría en mí ignorada? Si pudiésemos darnos cuenta de que todo es orquestado por el amor mismo para beneficio del amor mismo, no habría cabida para que el miedo existiese.

Los hechos son, lo acepte o no, que ahora mismo estoy donde tengo que estar, estoy con o sin quien tenga que estar, tengo exactamente lo que tengo que tener, hago exactamente lo que tengo que hacer; si es que hay algo que se tenga que hacer, siento lo que sea que tenga que sentir, y, si lo resisto, sufro. Por lo tanto, la oración con la que empiezo cada día es: “que se haga en mí Tu Voluntad”.

El resto es un misterio al que, con los brazos y con mi corazón abierto, le doy la bienvenida.

Tuesday, February 26, 2019

¿Si Veo Todo Neutro, Estoy Perdonando?

Pregunta: “Hola Nick, te comento que hace unos pocos años empecé el curso y algo que me pasa cuando hago el perdón (yo aplicó el perdón al personaje como a lo que veo afuera, el mundo en sí) y lo que ocurre cuando perdono es que yo no digo que todo es ilusorio porque para mi eso es un concepto que tenemos en la mente entonces no lo utilizo porque siento que no me sirve de nada pero ahora me pasa lo mismo con el tema de "desvalorizar" el personaje y el mundo, yo veo que cuando veo absolutamente todo neutralmente (mi personaje y el mundo) veo que las cosas dejan de tener un efecto en mí pero el tema aquí es que cuando intento desvalorizar todo siento como que mi ego quiere "desvalorizar" todo para que las cosas "cambien" o cosas así, por ello,  como yo veo que el ego se engancha mucho con el juego de "desvalorizar" yo preferí solamente ver todo neutralmente y ahí sí yo veo que mi ego no puede engancharse, ya que cuando yo veo todo neutro siento que acepto todo y no me importa que las cosas cambien o no, ya que no busco que cambien ni nada, sólo estoy en paz y en aceptación pero, mi duda es si estoy realmente "perdonando" o no, ya que lo único que hago es ver todo de manera neutral sin desvalorizarlo, gracias y saludos!”

Comentario: Quitarle el significado a todo, dejar de condenar y permitir que todo sea como es, es perdonar. Y el resultado de esa actitud es paz interior. Si estás en paz, has perdonado. Si experimentas conflicto, resistencia, ahí tienes una oportunidad para perdonar porque al proyectarle significado a las cosas estás dándole realidad a la proyección, que, a su vez, perpetúa la creencia subyacente que dice que “tú” eres tan real como la proyección.

Esto no implica que al dejar de darle realidad a las proyecciones dejarás de percibirlas. Las seguirás percibiendo mientras tu experiencia sea la de un cuerpo. Pero el cambio de percepción que el perdón te ofrece es que lo ves todo con inocencia. Los acontecimientos que tienen lugar se perciben inocentemente, como imágenes transitorias, los sentimientos se sienten, y se permiten ser como nubes pasajeras, la vida deja de ser una amenaza y se convierte en un currículo de aprendizaje en el que se aprende a amarlo todo.

Solo que todavía estás haciendo la pregunta desde un “yo” que cree que es el que “elige” no engancharse. Esto es muy sutil. Mi experiencia me dice una y otra vez que según la vida ocurre, y se observa, este “yo” es simplemente una marioneta que observa cómo la vida lo utiliza. Y aquí no puedo en realidad ver de que manera puedes tener esta experiencia. Eso se da, como se da, y cuando se da, si es que se tiene que dar. Yo no digo que lo vivo así en todo momento, pero más frecuentemente observo que se va desarrollando una confianza mas profunda en la vida, se va asentando más una comprensión.

Y ojo, todo esto puede cambiar en un instante. Por lo tanto, solo comparto lo que el personaje Nick ha ido experimentando, sin asumir que ha “superado” nada.

Monday, February 25, 2019

¡Soy Un Farsante! ¡Gracias A Dios!


Siento que este es el escrito más importante que ha surgido a través de “mí”. O podríamos decir que si lo estás leyendo, al “tú” formar parte de la misma mente que “yo”, ha surgido a través de “ti”, solo que “yo” me adelante y lo publiqué jejeje

En un principio esa idea de ser un farsante podría ser mal interpretada. Sería pues, como decir, "no confíes en mí, soy un mentiroso". Y sin embargo, ¡eso es exactamente lo que estoy diciendo! Sólo que esta vez no va mal intencionado. Así que vamos a explorar esta idea de lo que significa ser un farsante.

Lo que realmente Soy, al igual que TODOS, es Conciencia, es Dios, es Amor. Algo menos que eso tiene que ser una mentira. Así que si me preguntas quién soy “yo”, y te digo mi nombre, “soy Nick Arandes”, tengo que estarte mintiendo. Si te pregunto quien tú eres y me dices tu profesión, “soy una secretaria, un médico, una actriz, un terapeuta,…” tienes por definición que estarme mintiendo.

Si me preguntas quién soy “yo” y me identifico con mis sentimientos u actitudes, “soy una persona feliz, triste, apasionada, depresiva,…” tengo que por definición estarte mintiendo. Si te pregunto quien “tú” eres y te identificas con tu apariencia física, “soy linda, soy fea, soy gordo soy flaco,…” tienes que por definición estarme mintiendo.

Como podemos ver, nos hemos creído una mentira, que la tomamos como verdad, y aunque aparentemos comportarnos como individuos “morales” u “honestos”, todo lo que podamos decir sobre nosotros, qué sea menos que la Verdad Absoluta, Amor, Dios, Conciencia, ¡es una mentira!

En ese sentido somos unos farsantes. Y la mentira más grande que la gran mayoría de las personas nos hemos creído, es: “no soy merecedor de ser amado.” Por lo tanto, creerme esa mentira es estar dispuesto a reconocerme como farsante, y por eso repito, ¡soy un farsante!, ¡gracias a Dios!

Sunday, February 24, 2019

O Eliges Paz, o Que Tu Pareja Cambie (Sufrimiento)

Pregunta: “Buenos días estimado Nick Arandes, Antes que nada, GRACIAS por responder a cada una de las preguntas que el personaje tan arraigado a la vida terrenal, al miedo, al control, al sufrimiento que sí que quiere Paz y Confiar pero sin soltar y con sus condiciones; GRACIAS por responder a cada estupidez egoica. Escuchando nos de últimos vídeos "Espiritualidad y Humanidad" decirte que YO no creo en la vida, no creo en Dios, no creo en nada más que la en la lucha, forzar las cosas, controlar y maltratarme a través de todo lo que me pasa. ¿Cómo puedo confiar en la vida?, por favor, me dirá que dejando de intentarlo, pero el personaje que NO quiere soltar nada por miedo a perder todo lo conseguido (se que es todo una ilusión) pero no se como hacer, como dejarme usar por la vida como dices en el vídeo, no se como soltar los conceptos y entregarme a la vida. Estoy resistiéndome a unos comportamientos de mi marido, creyendo, como bien dices en el vídeo que la vida es injusta conmigo, que con la buena que soy ¿porqué se comporta él tan mal conmigo? ¿porqué tiene esos comportamientos que no me gustan?. Entonces como dices en el vídeo ¿la vida me quiere en esta relación de pareja? ¿no tengo que volver a "hacer un movimiento y dejarlo"? Ya he hecho de todo y nada me ha servido pero sigo agarrada al control, al sufrimiento, a la lucha.....DIOS mío ayúdame a entender ¿porqué sufro tanto porque mi marido tenga comportamientos que a mí no me gustan? ¿Cómo soltarlos?, es además algo cíclico que se repite con él cada X años. Le EXIJO a él que me de lo que yo no puedo darme, Amor, estoy hambrienta de Amor y Seguridad y ¿no sé qué hacer? Es un buen hombre pero yo no puedo estar en Paz con él ¿La vida me quiere aquí?, me dirás que no sabes, pero yo tampoco sé, solo sé que sufro, que estoy llena de dolor y que dejarlo y que seguir con él, con ambas situaciones mi mente genera sufrimiento, victimismo. ¿Cómo dejar de buscar? ¿cómo dejar de buscar, como confiar, por dios, CÓMO?????? hay algo en mí que quiere que me derrumbe y que suelte, pero ¿cómo? ¿Me toca mirar mi enorme vacío, mi hambre de Amor? GRACIAS por este audio, GRACIAS por tu Honestidad.”

Comentario: Dices, “YO no creo en la vida, no creo en Dios, no creo en nada más que la en la lucha, forzar las cosas, controlar y maltratarme a través de todo lo que me pasa. ¿Cómo puedo confiar en la vida?”

¿Cómo puedes confiar en la vida si ya has establecido que no crees en ella?

Aun así, voy a jugar un poco con esto para ver si quizás puedas abrirte a una nueva posibilidad de ver las cosas. No tienes que confiar en Dios ni creer en Él. No tienes ni siquiera que intentar confiar en la vida. Lo que sí puedes observar es que estás sufriendo. La pregunta es, ¿quieres continuar sufriendo? ¿Te gusta seguir sufriendo? Cuando llegue el momento que estés cansada de sufrir es que se puede dar pie al trabajo.

Entonces, cuando llega ese momento en el que quieres dejar de sufrir, lo que en realidad estás diciendo es que deseas paz interior. Ahora tienes algo en que enfocar. La paz interior sólo se experimenta a raíz de una rendición total. A raíz de una total aceptación de lo que es. Aceptación y resignación son dos cosas diferentes. Aceptación es un indicativo que deseo paz interior. Resignación es una señal de impotencia, en la que no deseo paz interior de corazón, pero como no sé qué más hacer me encuentro aguantando la situación.

Antes de continuar, haces un comentario sobre el video que viste el cual puedo ver claramente como ha sido sacado fuera de contexto he interpretado erróneamente. Dices, “Estoy resistiéndome a unos comportamientos de mi marido, creyendo, como bien dices en el vídeo que la vida es injusta conmigo, que con la buena que soy ¿porqué se comporta él tan mal conmigo? ¿porqué tiene esos comportamientos que no me gustan?. Entonces como dices en el vídeo ¿la vida me quiere en esta relación de pareja? ¿no tengo que volver a "hacer un movimiento y dejarlo"?”

Cuando digo que la vida me tiene una relación, es porque si estoy en una relación implica que eso es lo que está ocurriendo. En ocasiones la lección de perdón es que pueda salir de esa relación sin culpa, y sin culpar. Aunque eso no lo decides "tú", esa es la gran paradoja de esta experiencia. Pero presta mucha atención. Cada experiencia me ofrece la oportunidad de mirar la resistencia en mi proyectada afuera. Y no sé en dónde dices que yo he dicho en el vídeo que la vida es injusta conmigo.

Pero continuando, mirando tu escenario, lo que observo en tu pregunta es que tu deseo no es paz interior, sino más bien, cambiar a tu marido. Él no tiene nada que ver con lo que tú sientas. Él es una proyección que constantemente te pone en contacto con aquello en ti que no quieres ver pero que a su vez se refleja en su comportamiento. Cuando el deseo por la paz interior es genuina, se deja de utilizar al mundo, en este caso, tu marido, como excusa para justificar tu pérdida de paz y empiezas ahora a tomar completa responsabilidad de que lo que sea que estés sintiendo surge de ti, y no es causado por ninguna experiencia “externa”.

Y de nuevo, para que uno pueda empezar a realizar este trabajo de autoconciencia, de autorresponsabilidad, primero tiene que partir por un deseo profundo por estar en paz. Tu pregunta es imposible de contestar dado que partes de la premisa de qué quieres sentirte bien si tu entorno cambia. En otras palabras, toda tu atención está fijada en lo "externo" como “causa” de tu malestar Y ahora quieres buscar la manera de que las cosas “externas”, como el comportamiento de tu marido, o lo que fuese, cambie para tu sentirte “bien”.

Sin embargo, ese cambio de percepción del miedo al amor, del conflicto a la paz ES LO QUE TE OFRECE LA VIDA SI ESTÁS DISPUESTA A CONFIAR EN ELLA. Y como existe tanta resistencia en tu mente, no se te pide que de buenas a primeras confíes en la Vida. Pero sí se te pide que restablezcas tus prioridades para que así la vida poco a poco te vaya mostrando que puedes confiar en Ella Y en ese sentido la transformación empieza a tener lugar.

Hay un extracto de Un curso de Milagros que lo resume de la siguiente manera: “Todavía tienes muy poca confianza en mí (aunque el Curso habla del Espíritu Santo, para tu caso digamos la Vida), pero ésta aumentará a medida que recurras más y más a mí (a rendirte completamente) -en vez de a tu ego- (tu deseo de controlar) en busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer.” T-4.VI.3:1-2

Los resultados del que ese extracto habla es la paz inmediata que experimentas cada vez que sueltas, cada vez que te rindes. Esto no va a tener lugar porque estés leyendo estas palabras. Porque lo que impulsa tu comportamiento es el miedo, es toda esa resistencia interna. Pero todo eso va a ir cambiando cada vez que vas poniendo en práctica el soltar, teniendo ya clara que deseas la paz sobre todas las cosas. Dicho de otra manera, que deseas de dejar de sufrir.

Por eso el camino más directo, aunque acabo de decir qué sería hacer la paz tu mayor prioridad, sería mejor mirar los obstáculos, y practicar ahí la rendición. En otras palabras, intentar estar en paz con una mente confundida es una tarea muy ardua, que sería prácticamente imposible. Pero observar, por ejemplo, cómo el comportamiento de tu marido te molesta, eso es mas práctico, y ahí es que podrías decir, “Señor, Vida, (o el símbolo que para ti represente Sabiduría), enséñame a amar esto que simplemente me está mostrando aquello en mí que estoy rechazando.”

Eso es a lo que le llamo establecer la intención. Ahora viene la parte más difícil, y que paradójicamente es la que se encarga de la transformación. Eso que estás sintiendo, siéntelo completamente. Llámame rabia, frustración, resentimiento, tristeza, no importa el nombre que se le de a esa energía, siéntela completamente, profundamente. Solo que, de nuevo, sin añadirle historias. Según ese movimiento en ti sentido, según esa energía va perdiendo su poder, la paz y el amor en ti se va incrementando.

Y repito, todo esto empieza por el deseo profundo de dejar de sufrir (querer paz). De aquí en adelante, aunque empieces con el entendimiento intelectual de que tu marido no tiene que cambiar, de qué nada en el mundo tiene que cambiar para que tú puedas estar en paz y ser feliz, la Vida misma, Esa que en un principio no querías confiar, es la que va a dirigir tus pasos, ya sea hacia recursos o prácticas que te sirvan de apoyo para que todo ese miedo en ti se vaya deshaciendo. Ya no hay nada más que pueda ofrecer en palabras, salvo que ahora te toca a ti elegir lo que realmente deseas, paz o que tu marido cambie, paz o seguir controlando, paz o sufrimiento.

Friday, February 22, 2019

Atravesando El Túnel de Terror

Ayer me encontré pasando una etapa muy oscura de la mente. No entendía nada de lo que sentía. Era un lugar muy triste y desolado. Por momentos surgía llanto y era muy doloroso. Surgió un sentimiento de abandono, de resentimiento, de sentirme ignorado, traicionado. La mente inmediatamente buscaba a qué o a quién dirigir esos sentimientos; buscando una raíz, mas no había respuesta. Sólo un sentimiento desgarrador de desvaloración y tristeza.

Intentaba con pluma y papel escribir, hacerme preguntas, para ver si surgía una respuesta, algo a lo que la mente pudiese aferrarse para hacer sentido de toda esta locura. Más no surgía nada. Era un túnel oscuro qué simplemente tenía que ser atravesado. Tenía que ser sentido, no entendido. Entiendo claramente por qué nadie quisiera entrar ahí. Pues la única manera de atravesarlo es con fe y confianza. No hay otra.

Queremos pasar alrededor de él, brincarle por encima, evitarlo, pero tarde o temprano hay que cruzarlo. Esto me recuerda el extracto de una enseñanza llamada Un curso de milagros cuando nos dice: "Recuerda que tienes que atravesar las nubes (el miedo, la oscuridad) antes de poder llegar a la luz." W-pI.70.8:5

Entiendo que, en ese túnel, en el que todos esos sentimientos surgen para persuadirme a no dar un paso más, yo me rendía y sentía, mientras continuaba caminando. En medio de todo ese proceso, experimenté momentos de claridad y lucidez. Eran como regalos de la Divinidad ayudándome a recordar que hay luz y que no todo es oscuridad. Continuaba tomando el próximo paso y entraba de nuevo en la tristeza y el dolor, que, aunque quizás, no tan fuerte ni tan duradera como las capas anteriores, seguía ahí.

En un pasado me preguntaba, “¿cuánto más…? ¿cuanto esto durará…?”. Pero algo en mi ya sabe qué todo lo que está teniendo lugar es que se están sanando todas las heridas, se están cicatrizando. Y aunque todavía duele, hay una certeza que se va asentando, sabiendo que todo es beneficioso y forma parte de una preciosa transformación.

Requiere de gran coraje mirar, sentir, y entrar en lugares tan oscuros de la mente inconsciente. Esto no me hace ni “mejor” persona que nadie ni mas “espiritual”, solo comparto experiencias. Sin embargo, sé que hay un amor que me lleva de la mano porque pedí recordar ese amor que soy. Durante ese camino, qué no asumo que haya terminado, en el que siempre pido ayuda, surgió una hermosa comprensión que me susurraba diciendo:

“Todo lo que estás mirando y atravesando son los obstáculos que tú mismo has fabricado ante el amor. Este túnel lo inventaste tú y lo sostienes tú. Yo, que tú crees que soy algo “aparte” de ti, soy el amor en ti, el recuerdo de lo que tú realmente eres. Por consiguiente, no soy quien desmantela estas murallas, eres tú quien lo está haciendo. Es tú voluntad, no la mía. Sólo que aparenta como que hay dos voluntades separadas. Pero eres tú quien lo estás haciendo porque ya estás cansado de vivir en la oscuridad. Eres tú quien ha elegido caminar el túnel de salida y eres tú quien se recuerda a si mismo del amor que te acompaña. Y según se va desmantelando todo este montaje que has fabricado, no es que vas a encontrar la luz al final del túnel, sino que vas a reconocerla ¡en ti mismo! ¡Es a ti a quien buscas! Sé que en momentos puede experimentarse como una experiencia muy dolorosa. Pero sólo estás mirando fantasmas, espejismos, imágenes que ante la luz de tú mirada se deshacen. Por lo tanto, continuemos caminando.”

Nunca sé cómo se desenvolverá el día. No sé lo que me depara en ningún momento. Sólo sé que estoy abierto a lo que venga, porque estoy listo y dispuesto a mirar. Y no puedo, sino que sentir un profundo agradecimiento por esa voz que constantemente me recuerda; "Si supieras Quién camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que pudieses experimentar miedo." T-18.III.3:2 No sé porque me he sentido inspirado a compartir esto. Pero si hay alguien allá “afuera” que se encuentre pasando por un proceso similar, que recuerde que no está solo. Y que lo único que queda es rendirse, sentir, y confiar. Eso es todo lo que hago.

"Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento." Salmos 23:4

"Tu Amigo te acompaña. No estás solo.” W-pII.Epilogo.1:2-3

Thursday, February 21, 2019

El Miedo No Se “Supera” ¡Se Mira!

El miedo es la cerradura que se le pone a la puerta de salida. Lo curioso del caso es, el miedo no se deshace “superándolo”, sino más bien, MIRÁNDOLO. Superar el miedo lo que hace es otorgarle realidad. Pues no tendría sentido alguno “superar” algo ¡que no existe!

El miedo no quiere ser visto porque de ser así pierde todo su “poder”. Observemos que puse la palabra poder entre comillas. Porque la realidad es, el miedo no tiene poder alguno. El poder que el miedo aparenta tener es el que uno mismo le otorga a raíz de creerse cualquiera que sea la historia que la mente fabrique.

Lo que hace temeroso mirar el miedo, aunque ya sepamos teóricamente que si se erradica la historia el miedo se deshace, es el sentimiento que se genera, que con una historia añadida, es lo que no nos permite poder mirar el miedo de frente. Se podría decir entonces que la puerta de salida se mantiene cerrada con la cerradura que se le conoce como miedo, y que el sentimiento que se experimenta a nivel psicológico/corporal, es la llave que abre esa cerradura.

Cuando la mente intenta utilizar la lógica para deshacer el miedo lo que hace es esconder la llave. Porque si el miedo desapareciese, también desaparecería esa mente. Entonces, la única manera de utilizar esa llave para abrir la cerradura que nos lleva a abrir esa puerta es sentir completamente todos los sentimientos que se genera, sin adherirles, cualquiera que sea, la historia que la mente fabrique. Porque si nos permitimos sentir cualquier sentimiento, sin historia, todo lo que queda es una sensación cruda, completamente inofensiva, y que a su vez es pasajera.

Cada vez que alguna de esas sensaciones se va atravesando, sería como insertar la llave en una cerradura para que una puerta se abra. Lo que ocurre es que como se han cerrado tantas puertas, hay que abrir múltiples cerraduras. Las que son más difíciles de abrir son las primeras. Una vez que se han abierto esas primeras puertas, y se le deja de temer al sentir, el resto de las cerraduras se abren fácilmente.

El que se abran fácilmente no implica que dejemos de sentir. Sólo que ahora todo sentir es bienvenido, no rechazado. Ahí es cuando el sistema de pensamiento del miedo empieza a reconocer que ya tiene su batalla perdida, y durante esa etapa pueda que los sentires se intensifiquen. Esto me recuerda algunos extractos del curso como:

“El ego atacará tus motivos tan pronto como éstos dejen de estar claramente de acuerdo con la percepción que él tiene de ti. En ese caso ES CUANDO PASA SÚBITAMENTE DE LA SOSPECHA A LA PERVERSIDAD, ya que su incertidumbre habrá aumentado. Es evidente, no obstante, que no tiene objeto devolverle el ataque. Pues ¿qué podría significar eso, sino que estás de acuerdo con su evaluación acerca de lo que eres?” T-9.VII.4:6-9

O, ”A medida que este reconocimiento se arraiga más, acaba por convertirse en un punto decisivo en la vida de cada persona. Esto finalmente vuelve a despertar la visión espiritual y, al mismo tiempo, mitiga el apego a la visión física. Este alternar entre los dos niveles de percepción se experimenta normalmente como un conflicto QUE PUEDE LLEGAR A SER MUY AGUDO.” T-2.III.3:7-9

Es por eso que deshacer el miedo es tan simple. Simple porque no requiere de ningún tipo de entendimiento lógico, de ninguna práctica especial, de ninguna estrategia mental, todo lo que se requiere es mirarlo de frente a raíz de sentirlo. PERO HAY QUE SENTIRLO. Y eso es lo que cuesta. Y no estoy insinuando que alguna practica, indagación, análisis, etc., sea “incorrecta”. Todo sirve para preparar el terreno. Pero lo que deshace el miedo es sentir sin juzgar. Porque, en mi caso, aunque en ocasiones podía ver la creencia que sostenía, el sentimiento, por alguna razón permanecía. Eso me generaba tanta frustración. Pues el sentimiento era solo una herida, una capa que salía que necesitaba ser iluminada, no interpretada, y sobre todo, no rechazada.

Es por eso que la definición de el perdón según Un curso de Milagros es: "El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. SIMPLEMENTE OBSERVA, ESPERA Y NO JUZGA. " W-pII.1.4:1-3

Cuando uno empieza a sentirse lo suficientemente cómodo con los sentimientos que surjan, nada es una amenaza, todo es bienvenido, y por primera vez es que se puede vivir la vida. El que tiene miedo a sentir tiene miedo a vivir. Y por consiguiente se esconde. Pero no por mucho tiempo. Porque el sentir mismo lo llevará a tomar alguna acción. Para algunas personas es anestesiarse, para otras, quién sabe, hasta que finalmente dejemos de huir de él, demos la vuelta, lo meremos de frente, lo sintamos, y así es como se deshace. Porque  pierde todo su "poder". El "poder" que estaba sostenido, no por ningún hecho, sino que por una historia que la mente fabricó, y se la creyó.

Sunday, February 17, 2019

¿Qué Es Ser Un “Ser Humano”?

El ser humano es una proyección holográfica de una mente dormida. Esa mente que proyecta la imagen de un “yo”, le dota a esa imagen todo lo que piensa, todo lo que siente, y la manera en que responde a cada experiencia o sensación. ¿Cuál es la diferencia entre un ser humano, digamos, consciente o semi-despierto, y uno que está totalmente regido por el condicionamiento ego? El ser humano consciente o semi-despierto, aunque experimenta los mismos pensamientos, emociones, sensaciones, y circunstancias que cualquier otro, simplemente no se los cree. A eso se debe que unos sufren y otros no. Porque unos pueden tomar la posición de observador mientras que los otros reaccionan a las historias que la mente fabrica, que a su vez se las proyecta a cada una de sus experiencias. Es por eso qué toda enseñanza que apunta hacia la Verdad nos habla de no juzgar, de no darle significado a nada.

Lo curioso del caso es, el ser humano (imagen proyectada) no puede “elegir” cómo va a interpretar nada ya que una marioneta no puede elegir los movimientos del titiritero. Sólo puede observar las decisiones que la mente elige experimentar a través de esa imagen proyectada. En un principio, esto que comparto podría generar miedo. Pues sería como decir, “entonces, si mi destino es sufrir ¿no hay nada que pueda hacer al respecto?” Como ser humano no. Pero como mente soñadora sí.

La buena noticia es, si la mente soñadora está eligiendo despertarse, un indicativo de ello es que el personaje, el ser humano (imagen proyectada) se encuentra en una búsqueda espiritual. Se encuentra leyendo el tipo de material cómo el que ahora mismo expongo. Por lo tanto, aunque en teoría se pueda hablar de lo que la condición humana es al igual que de sus limitaciones, el hecho de que el personaje “yo” se encuentra interesado en recordar la Verdad da testimonio del cambio de conciencia que está teniendo lugar en la mente a través de ese personaje.

Eso lo veo como un motivo para celebrar, no para sentirse desilusionado. Así que, no importa lo que esté teniendo lugar en tu vida, si estás leyendo estas palabras, si sientes el deseo profundo por recordar la Verdad, la mente a través de ti está eligiendo sanar, está eligiendo recordar, está eligiendo despertar, por lo tanto, ¡FELICIDADES!!! Bienvenido al “club”. Ahora es solo cuestión de confiar en el proceso. ¡Eso es todo! Como siempre he dicho, un pie en frente al otro. Pasito a pasito.

Todo Es Conciencia

Pude haber utilizado la palabra Dios, pero prefiero utilizar la palabra Conciencia dado que el concepto Dios tiene tantos significados para tantas personas que siento que Conciencia es un término más generalizadamente aceptado. Sobre todo, de la manera en que se desarrollará este escrito. Antes de continuar, para aquellos que son estudiantes de Un curso de milagros, el término conciencia no aplicaría aquí dado que según su teoría, la conciencia forma parte del primer nivel de separación. En otras palabras, la conciencia forma parte del ego. Pero aquí la estoy empleando de la manera en que el Advaita la emplea. En el que la Conciencia y Dios son sinónimos.

Y aunque en Un curso de milagros queda claramente establecido que la separación nunca ocurrió, el Advaita dice lo mismo. Sin embargo, Un curso de milagros, al igual que el Advaita, están de acuerdo, que, aunque la separación nunca ocurrió, no se puede negar la experiencia “humana” que aparenta estar teniendo lugar, y es desde ese prisma que se empieza a abordar este tema. Habiendo clarificado eso, continuemos.

La Conciencia, siendo potencial creativo infinito, es desde donde se proyecta la experiencia fenoménica. El mundo que se percibe, incluyendo el “yo” que se encuentra en él. Su Origen es la Conciencia. Ese Origen es el que le dota a cada una de las partes proyectadas (mundo físico y todo lo que el mismo contiene; seres humanos, animales, plantas, objetos, etcétera) sus características, comportamiento, decisiones, emociones y sentimientos. En fin, todo lo que caracteriza cada una de esas partes.

Cuando el ser humano no se percata de ello, sufre. Sufre porque cree tener el control de su vida, y trata de controlarla a toda costa sin darse cuenta que es una batalla perdida. Sin embargo, si ese ser humano se encuentra intentando controlar su vida, es porque la Conciencia lo ha proyectado de esa manera. Si, por el contrario, ese ser humano es consciente de que la Conciencia es Quien lo vive, y por consiguiente toma la posición de el observador de su vida, sin intentar controlar nada, vive en paz. Y esa actitud, viene ya predeterminada por la Conciencia misma.

Entonces, ¿por qué hacer todo tipo de prácticas, si de todos modos la Conciencia va a determinar lo que va a ocurrir? Ese es el misterio, la gran paradoja de la vida. Mientras crees estar tomando decisiones, decisiones se están tomando a través de ti. Cuando se aprende a vivir en aceptación de esa paradoja, cuando esa comprensión es integrada, el miedo no es lo que tiene lugar. Todo lo contrario, todo se suelta y la vida ahora simplemente se vive.

Esta comprensión me lleva, no sólo a ser más amoroso, comprensivo y compasivo conmigo mismo, sino que a ser amoroso, comprensivo y compasivo con los demás. ¿Pues cómo podría culparme por lo que haya hecho, si es la Conciencia a través de mi La que lo hace? ¿Y cómo podría culpar a otros por lo que hayan hecho, si es la Conciencia a través de ellos La que lo hace?

La pregunta que ahora surge, pero ¿qué hay de las persona que actúan de una manera horrífica? ¿Es entonces la Conciencia la que los lleva a actuar de esa manera, por consiguiente, no pueden hacer nada al respecto? En base a lo que se está compartiendo aquí, la contestación seria que, efectivamente, ese es su guion y no pueden hacer nada al respecto. Sin embargo, y es aquí donde quiero que se preste mucha atención, la pregunta que me tendría que hacer es, ¿soy yo una persona que actúa de una manera horrífica? Si la contestación es no, ¿para qué perder el tiempo con ese tipo de preguntas que solo sirven para distraer a la mente del hecho de que a través de mí la Conciencia está eligiendo despertar? Si te encuentras leyendo este tipo de material, haciendo tus prácticas, sean cuales sean, ¿no sería esa una razón para sentir agradecimiento?

Si la Conciencia a través de mi elige sanar, no puedo, sino que sentirme extremadamente privilegiado. Si la Conciencia a través de mí elige rendirse, lo único que toca ahora es observar como me abro a la vida en total asombro y maravillado, deseoso por ver cómo se va desenvolviendo. Cuando esa comprensión tiene lugar, va acompañado de una confianza plena en la vida. Eso es lo que mi experiencia me sigue enseñando. Lo que quiero decir es, la mente condicionada por el miedo, que no confía en la vida, que no confía en la Conciencia, que no confía en Dios, cree que si no está al control, la Conciencia, Dios, en cualquier momento le hará daño, le dejara desamparado, lleno de dolor y sufrimiento.

Pero repito, mi experiencia no es esa. Mi experiencia es que mientras observo el ocurrir de la vida, confiando en Ella, observando cómo se hace Su Voluntad, tiendo a ser más paciente, aun cuando mi condicionamiento personal ha mostrado rasgos de impaciencia. Me encuentro siendo más amoroso, más altruista, mas compasivo. La vida fluye de una manera espontánea, acogiéndome en todo momento, dándome todo lo que necesito en cada instante, libre de esfuerzo, libre de lucha. Y, aunque en ocasiones, situaciones aparenten ir en dirección contraria a lo que quizás hubiese preferido, ese estado natural de rendición permite abrirme y a permitir que la vida me demuestre, una y otra vez, qué lo que termina teniendo lugar, siempre, no algunas veces, sino que ¡SIEMPRE!, es más beneficioso de lo que en un principio hubiese preferido. ¿Por qué esto es así? Porque la naturaleza de la vida, que es amor, que es unidad, no separación, busca siempre unirse. Siempre se apoya a Si Misma.

Por lo tanto, estas palabras se escriben porque la Conciencia a través de “mí” las escribe. Y las lees porque la Conciencia a través de tí ha elegido recordar. Lo único que ahora nos queda hacer es relajarnos, vivir y confiar. <<…crees que sin el ego (la creencia de que soy un “individuo” “separado” con voluntad “propia”), todo sería caótico. Mas yo te aseguro que sin el ego, todo sería amor.>> T-15.V.1:6-7


Saturday, February 16, 2019

¿Si Deseo La Verdad No Puedo Ejercer Mi Trabajo Como "Trader" (Inversionista)?

Pregunta: "Hola Nick, si tienes un espacio te agradecería me respondas si esta frase es de Nisargadatta Maharaj y si es así como se interpreta a la luz de que el no-dualista de UCDM habla de que  estamos siendo soñados y no tenemos libre albedrío, y si me encuentro deseando dinero y en una profesión como "Trader" (inversionista) y a la vez deseando saber la "verdad", no es por mi decisión sino que es lo que esta ocurriendo. Mil gracias por tu respuesta y un saludo desde Colombia"

Comentario: Efectivamente, es lo que está ocurriendo. Por consiguiente, no tienes que sentir culpa porque te guste la profesión de "Trader" (inversionista), ni porque te guste hacer dinero. Lo que empieza a ocurrir, no obstante, es que según el deseo por la Verdad continúa, empiezas ahora a cuestionar las razones por las cuales estás persiguiendo el dinero. Si lo hacías por miedo, al ya empezar a enfocar en la verdad, ese deseo, por su naturaleza se irá cayendo. Si por el contrario, no tienes apego al dinero y no sientes que eso te define, puede que continúes ejerciendo tu profesión como "Trader", y lo disfrutas sin hacer nada especial de ello.

Recuerda, al Espíritu Santo le da igual que lo que esté teniendo lugar "aquí", porque la realidad es, ¡"aquí" no está ocurriendo nada!

Friday, February 15, 2019

El Tiempo No Cura Nada, El Amor Sí


Hay una creencia muy popular que dice que el tiempo lo cura todo. En mi experiencia no he visto que esto haya sido así. Por consiguiente, me gustaría elaborar un poco sobre el tema. En el ámbito de las relaciones de pareja, que es a la que generalmente esa frase se le adjudica, cuando hay una ruptura, una separación, digamos, dolorosa, una persona que no es consciente lo que intenta es olvidar. Y durante ese tiempo que se encuentra sola, para evadir esos sentimientos dolorosos que salen a la superficie, intenta distraerse.

La forma de distraerse difiere en cada persona. Algunas salen con las amistades. Otras se van de fiesta, vacaciones, otras se ahogan en alcohol, drogas, o buscan placer en relaciones pasajeras, etc. Otras pueda que busquen terapia, sólo que quizá es la terapia convencional donde se sientan en un colchón y simplemente hablan para desahogarse. Y también existe la posibilidad de que aparezca otra relación con la que intentan tapar el dolor de la previa, sólo que, tarde o temprano, el condicionamiento escondido aflora y el círculo vicioso se repite generando más frustración, dolor y autoengaño.

Imaginándonos que la persona no se envuelve en otra relación por un tiempo, pero utilizo el tiempo que estaba sola para distraerse, para “olvidar”, pueda que esos sentimientos hacia la persona con quien estaba se hayan calmado de tal manera que si se encontrase con esa persona en un futuro puede establecerse una amistad. Es ahí donde creemos que el tiempo ha curado algo. Pero en realidad, todo lo que el tiempo ha hecho es esconder esos miedos profundos en el inconsciente.

Cuando la persona cree que ha “sanado” y dice que está lista para una relación, y la vida se la presenta, aunque quiera intimar, en realidad pone una barrera, una coraza para asegurarse que no será herida de nuevo. Eso, obviamente, pone una restricción a la relación que la otra persona, tarde o temprano, la siente. Luego uno dice, “voy a empezar a abrir mi corazón hacia ti, pero lo hago cautelosamente para evitar que pueda ser herida como una vez lo fui”. Esto me recuerda una relación que tuve hace años atrás, claro, yo estaba muy inconsciente en ese tiempo, pero ella me preguntó, ¿es seguro enamorarme de ti? Y yo le dije que sí porque no quería "perderla". Pero el desastre que tuvo lugar finalmente era inevitable.

Continuando con el relato, esa persona qué cree estarse "abriendo", está simplemente tanteando el terreno para asegurarse que pueda sentirse “segura”. ¿Porque se siente de esa manera? Porque las heridas que creía haber "sanado" están ahí latentes listas para surgir de nuevo.

Una vez que la persona se envuelve en la relación, y el conflicto surge, y a raíz de ello se experimenta otra separación dolorosa, después de un sinnúmero de esas experiencias, en algunas ocasiones las personas empiezan a generalizar las relaciones diciendo, “las mujeres son…” o “los hombres son…”, o “yo no sirvo para estar relaciones….”, o “las relaciones son dolorosas…”, y así sucesivamente.

¿Cómo entonces el miedo a las relaciones, o a relacionarse puede ser superado? La respuesta es, amando, no “olvidando”. ¿Pero amar qué? ¡El dolor! En otras palabras, lo que toda relación nos ofrece es el regalo de poder mirar los obstáculos escondidos al amor que hemos albergado en el inconsciente. Esto es lo opuesto al propósito que el miedo tiene para las relaciones. El miedo busca una relación para “completarse”, para “sentirse pleno”, para “llenar” un vacío, mientras que el amor utiliza las relaciones para reconocerse como amor. No busca nada de ellas, no exige nada de ellas, simplemente se abre a ellas para amar.

Entonces, digamos que surge una ruptura de relación, una separación que pueda experimentarse como muy dolorosa. ¿Cómo una persona consciente abordar esta experiencia? Lo primero que hace es, toma completa responsabilidad de lo que siente, sin culpar a la otra persona. Este paso es el más importante. Porque esto abre el espacio para atreverse a mirar el condicionamiento inconsciente que esa persona a estado permitiendo que rija su vida.

Ahora viene el proceso más difícil, pero a su vez, es la puerta de salida. Cuando la persona se encuentra sola, en vez de buscar la manera de distraerse, utiliza ese espacio para meterse de lleno en esos sentimientos que surgen, sin justificarlos de ninguna manera. Es una manera de entrar en ese oscuro abismo, y sentir en su totalidad esos sentimientos, que de nuevo, al tener tanto terror a sentirlos, la persona busca, a toda costa, la manera de distraerse. El regalo de ese trabajo es que esos sentires son simplemente memorias escondidas que no tienen qué tener ningún tipo de justificación, son sólo memorias que se expresan o se experimentan a través de sentimientos, que al ser abrazadas, que al ser amadas, pueden ser desintegradas ante la luz del amor.

Como podemos ver, no hay intelectualización, no hay conceptuación, no hay que “entender” el “por qué” de nada. Lo que hay es un sentimiento crudo y profundo, que, al poder ser sentido, libera la mente de todo el condicionamiento que paradójicamente, en un principio, es lo que nos llevaba a buscar una relación que nos “diese” lo que no podíamos darnos a nosotros mismos.

Si la persona utiliza todo su tiempo libre para mirar todos esos sentires que surgen, todas esas memorias que surgen, se libera de tal manera, que lo que está haciendo es llenándose a su mismo de amor. No de un “amor externo”, sino de su propio amor suprimido e ignorado.

Ahora se da cuenta que el regalo más grande que le había ofrecido su relación fue sacar a la superficie todas esas memorias escondidas, todo ese miedo enterrado, para poder ser liberado y sanado. Ahora que la persona a empezado a contactar con su amor propio, a raíz de atravesando todas esas capas escondidas de miedo, algo muy curioso sucede; no se encuentra necesitada de una relación. Sin embargo, está abierta a la posibilidad de que si la vida la pone en una tesitura de relación, aprende ahora a relacionarse con la otra persona desde un espacio de amor y no carencia. No se relaciona desde el deseo de buscar algo que le “falta”, sino más bien, se relaciona con el deseo de compartir y extender lo que esa persona ¡ya es!

Como podemos ver, el tiempo, en este caso, no fue el que "curó" nada. El tiempo fue el que se utilizó para mirar profundamente aquello que teníamos tanto terror de mirar. Reconozco que para algunas personas puedan haber memorias escondidas que sean tan dolorosas que el miedo a sentir pueda que les supere. Mi experiencia, no obstante, ha sido que si mi intención y deseo profundo es de sanar, o para utilizar un lenguaje con el que estoy muy familiarizado, perdonar, la vida, o el amor, va a sacar a la superficie las memorias o sentimientos qué esté listo para mirar.

Y aunque algunos de esos sentimientos y memorias hayan sido bastante dolorosas, nunca se me presentó nada que en ese momento no pudiese superar. Una vez que se aprende a mirar, y se experimentan los resultados directos del proceso mismo, un cambio de actitud hacia el sentir empieza tener lugar en el que el miedo a sentir se cae. Y ahora, todo es bienvenido. Porque la vida, por experiencia, nos ha mostrado el beneficio de poder atravesar esas nubes, y que no hay nube que no nos pueda superar.

Para las personas familiarizadas con las enseñanzas de Un curso de Milagros, lo que acabo de compartir puede resumirse en este párrafo: “Escapar de la oscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieses hacerlo. Este paso te libera del miedo. Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz.” T-1.IV.1:1-5

Para los simpatizantes de la Biblia sería: "Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento." [Samos 23:4] "13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." [Mateo 7:13-14]

Esa puerta estrecha es la puerta del sentir. Y es paradójicamente, la puerta a través el cual no queremos entrar, ¿por qué? ¡Porque duele! Pero es la ¡única salida!

Si no doliese, todo el mundo la atravesaría. La pregunta es, ¿por qué el amor ha puesto una puerta tan dolorosa para atravesar? Y la respuesta, el amor ¡no ha puesto nada! Ese es el muro sólido que nosotros mismos construimos para evadir el amor. Esa es la distancia que el Hijo Prodigo antepuso ante Su Padre. Y esa distancia es la que nuestro sentir, que se interpone entre “yo” y mi hermano se tiene que atravesar para unirme a mi hermano (para unirme a mi mismo).

Por lo tanto, si nuestro deseo profundo es sanar, utilicemos el tiempo, no para olvidar, no para evadir, sino para sentir, para perdonar, para mirar todo eso que nos duele, todo eso que nos asusta, y abrazarlo, amarlo. Es así como el miedo se atraviesa. ¿Para qué? Para aprender a amarlo ¡todo! Para poder ¡amarme completamente!

Thursday, February 14, 2019

¿Cómo Rendirse Uno A La Vida?

Pregunta: “Buenos días Nick, En cada meditación veo que estoy aferrada al control y en el miedo, a pesar de que mi mente= conocimiento y no certeza sabe que el control es una ilusión.  Cada mañana le pido al Mi Ser, al Amor que me muestre como rendirme a la vida, al Amor que Soy y veo que a pesar de quererlo hay resistencia a hacerlo y que además no se hacerlo, ni sé escuchar al Amor. ¿Cómo rendirse uno a la Vida? Un abrazo y muchas muchas GRACIAS por tu Bloc, tus vídeos, tu Presencia....tu entrega y Amor BENDICIONES”

Comentario: El problema no es rendirse la vida, el problema es el “cómo”. En otras palabras, rendirse a la vida es la aceptación total de este momento. Es lo-que-es. El “cómo”, que ahí es donde surge la pregunta, es que ese que pregunta “cómo rendirse la vida” es el problema.

A lo que voy es, ese que pregunta cómo rendirse a la vida, ese es el obstáculo. Por ejemplo, dices, “Cada mañana le pido al Mi Ser, al Amor que me muestre cómo rendirme a la vida,…” Ese que le pregunta a “su ser” es el ego mismo. ¿Ves que curiosa la trampa?

Es toda una paradoja. Para experimentar el despertar tengo que dejar de desearlo. Para experimentar la paz tengo que dejar de desearla. Para experimentar la felicidad tengo que dejar de desear.

Y sin embargo se nos dice, y yo lo he dicho muchas veces sólo que desde otro contexto, que lo más importante es desear la paz de Dios. Pero como las palabras son tan limitadas aparenta como que me estoy contradiciendo. Pero a lo que le estoy hablando NO ES al personaje. Le estoy hablando a la mente que sueña personaje "yo". El mensaje va dirigido a la mente que suene el personaje. En mi caso, yo no me levanto por las mañanas pidiéndole al Ser o al amor que me muestre cómo rendirme a la vida.

Simplemente en silencio, siento éstas palabras; "hoy se hace en mí Su Voluntad." De ahí en adelante confío en lo que esté teniendo lugar en cada momento. Observó los pensamientos que surgen, observo las historias que la mente constantemente fábrica, observo las interacciones que tengo con el mundo, observó los miedos que puedan surgir, observó los deseos que puedan surgir, y me rindo a todo eso. Que es lo mismo que decir, lo entrego al Origen. Eso es todo lo que hago.

Lo que hace este proceso tan difícil, y me imagino que es por eso que surge tu pregunta, es que no estamos acostumbrados a sentir los sentimientos que surgen. Creámoslo o no, no tenemos problema lidiando con pensamientos ni circunstancias. Solo que en el momento que el sentimiento surge, ahí es donde se pone dificultosa la práctica. Por eso escuché una vez decir, imagínate la catástrofe más horrorosa que pudiese tener lugar en tu vida, sólo que no hubiese un sentimiento alrededor de ella, ¿sería entonces eso para tí un problema? La respuesta es obvia; no.

Pues lo que estamos aprendiendo ahora, es adentrarnos profundamente en cada uno de nuestros sentimientos. En vez de huir de ellos, esta vez permitimos que nos atraviesen. Pero para que eso tenga lugar necesitamos identificarnos con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo (Mente Recta, Mente Cuerda, Sabiduría Interna, Silencio, etc.). De lo contrario será imposible. Porque con el sistema de pensamiento del ego el terror sería tan grande que no podríamos afrontar el sentimiento.

De hecho, eso es lo que lleva a que en ocasiones extremas algunas personas se suiciden. No el sentimiento en sí. Sino que la historia que la gente se cuenta alrededor de él. Por lo tanto, identificarse con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo es muy simple. Podría citar cientos y cientos de extractos del Curso de cómo hacer eso. Pero siempre me he sentido a elegir el mismo porque siento que aplicado de corazón resume la práctica del Curso en su totalidad. Y ese es el siguiente; “Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada (cuando me encuentro interpretando, juzgando, sintiendo), afirma lo siguiente: No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora." T-14.XI.6:6-9

Tú estás emprendiendo un camino diametralmente opuesto a todos los que has seguido en el pasado. Este es un camino que no te lleva a evadir nada. Todo lo contrario, te lleva a afrontarlo todo. A que mires los miedos de frente. No para asustarte, sino para que puedas tener la experiencia directa de que todos esos miedos son falsos, eran fabricaciones mentales que te las creíste.

Cuando permites que el Espíritu Santo (Sabiduría Interna, Esencia, Dios, Jesus, Krishna, Buda, como le quieras llamar) comparta Su visión de cómo mirar todos y cada uno de los miedos, no podrás sino que terminar riéndote. Esto me recuerda el siguiente extracto del Curso cuando nos dice, “Él te exhorta a que lleves todo efecto temible (tus interpretaciones de lo que sientes y de lo que piensas) ante Él para que juntos miréis su descabellada causa y os riáis juntos por un rato (pues reconoces su irrealidad). Tú juzgas los efectos (lo que piensas y lo que sientes), pero Él ha juzgado su causa (la mente que los proyecta). Y mediante Su juicio se eliminan los efectos.” T.VIII.9:1-5

Por lo tanto, no hay respuesta a tu pregunta. Lo que hay es un deseo profundo en ti por dejar de sufrir. Y eso no ocurre a raíz de una contestación intelectual. Ocurre a raíz de una rendición total. Una rendición total en la que no hay preguntas, sólo aceptación total de lo-que-es. Mi vida es una rendida a cada momento. No sé lo que el futuro depara para mí. No sé la decisión que voy a tomar en cada instante. O mejor dicho, la decisión que se tomará a través de mí en cada instante. Ahora es escribir estas palabras. Ya veremos qué sucederá después. Pero sea lo que sea que tenga lugar en mi vida, es lo mejor que me puede ocurrir. Eso para mí, es rendirse a la vida.

Wednesday, February 13, 2019

Soy Terapeuta, ¿Es Normal Perder Clientes Cuando Se Empieza a Deshacer al Ego?


Pregunta: "Hola Nick! Quería hacerte una pregunta: Soy terapeuta energético y bueno descubrí la psicoterapia de un curso de milagros y la estoy aplicando en mis terapias, pero no se que ha pasado desde que la estoy utilizando han parado de llegar los clientes.. no sé lo que pueda estar pasando. Has tenido algún caso parecido? Gracias. Un abrazo”

Comentario: El objetivo del curso no es que un “yo” personal adquiera clientes para “sanarlos”. Es recordarle a la mente que sueña este sueño qué ese “yo” que me creo ser no es real. La relación terapeuta y paciente es para que, juntos, agarrados de la Mano del Espíritu Santo, que en este caso el terapeuta lo sabe aunque el paciente no, se unan en ese propósito. Cuando el propósito está establecido, el Espíritu Santo genera todos esos encuentros para beneficio de la mente, no para beneficio de ninguna de las partes “individuales”, aunque así lo parezca.

Miremos lo que el Manual de Psicoterapia del Curso nos recuerda: "Muy sencillamente, el propósito de la psicoterapia es eliminar los obstáculos a la verdad...Dios ha dado a todo el mundo un Maestro (Espíritu Santo) Cuya sabiduría y ayuda sobrepasan ampliamente cualesquiera contribuciones que un terapeuta terrenal pueda proveer. Sin embargo, hay momentos y situaciones en las cuales una relación terrenal paciente-psicoterapeuta se convierte en la manera a través de la cual Él (Espíritu Santo) ofrece Sus más grandes regalos A AMBOS." P-1.1:1...4-5

Dado ese el caso, cuando tú, y repito, cuando tú, y solamente tú deseo profundo es recordar la Verdad, el Espíritu Santo te utiliza como vehículo a través del cual, si en tu caso ser terapeuta es la manera en que Su mensaje es recordado para ti, y a su vez se extiende “otros”, siempre tendrás lo que sea necesario para que puedas ser sostenido en este mundo ejerciendo tu carrera como terapeuta. Como nos lo recuerda el Manual de Psicoterapia del Curso: “Nadie puede pagar por la terapia, pues la sanación es de Dios y Él no pide nada. Sin embargo, es parte de Su plan que todo en este mundo sea utilizado por el Espíritu Santo para ayudar a cumplir con el plan. Aun el terapeuta avanzado tie¬ne algunas necesidades terrenales mientras está aquí. Si ne¬cesita dinero se le dará, no como pago, sino para ayudarle a desempeñarse mejor dentro del plan.” P-3.III:1-4

El Dr. Kenneth Wapnick, cuando hacia formaciones para terapeutas basadas en las enseñanzas de Un curso de Milagros les recordaba qué tenían que tener mucho cuidado cuando se encontraban buscando pacientes. Si tú, por ejemplo, te formaste como terapeuta en la disciplina que sea, cuyo propósito es “curar” otros cuerpos, y ahora estás emprendiendo un camino en el que el recuerdo de lo que realmente eres (no un cuerpo separado) está siendo establecido, si esa terapia sólo sirve como distracción pueda que te encuentres en la tesitura en la que dejan de llegar pacientes.

Pues ahora se está poniendo en cuestión todas las creencias que tienes acerca de lo que tú eres y de lo que tu “realidad” es. Se pone en cuestión todos tus valores: el miedo a perder el aspecto económico se pone en cuestión, el miedo a perder tu identidad como terapeuta se pone en cuestión, pero si todos esos miedos e incertidumbres se ponen al servicio del perdón, la vida los utilizará para liberarte del miedo y hacerte consciente de tu verdadera esencia.

Según esa certeza se va estableciendo, de nuevo, si tu función en este mundo es ser terapeuta, la vida te utilizará, y te presentará los pacientes que sean necesarios para que juntos se hagan conscientes de la verdad, mientras que simultáneamente, repito, si tú necesitas ingresos para poder sostenerte en este mundo como terapeuta se te serán proveídos.

La diferencia es, tengas pacientes o no, descansas en esa paz desde la cual sirves de ejemplo para todo aquel que la vida ponga en tu camino. En ese sentido, creámoslo o no, aunque algunos se dediquen oficialmente a ejercer la carrera de terapeutas, la realidad es, TODOS SOMOS TERAPEUTAS. Eso es a lo que Un curso de Milagros se refiere a Maestros de Dios. “Todos somos Sus psicoterapeutas, pues Quiere que todos seamos sanados en Él.” P-1.5:10 El que barre las calles por la mañana en un parque y te ofrece una sonrisa que te calma en un momento que sientes angustia, ese es tu terapeuta. El taxista que estaba de mal humor y al ir tú en su coche le ofreces unas palabras que le apoya a sentirse mejor, aunque tu carrera sea la de contabilidad, ese era tu paciente.

Y en una relación “formal”, terapeuta-paciente, recuerda: “Pues la psicoterapia, entendida correctamente, enseña el perdón y ayuda al paciente a reconocerlo y a aceptarlo. Y en su sanación EL TERAPEUTA SE PERDONA JUNTO CON ÉL.” P-1.2:6-7

Ahora, mas que nada, es imperativo que recuerdes tu única función, la cual es perdonar. Observa todo miedo qué surge, ya sea el de la posibilidad de perder los pacientes o clientes, el de quizá dejar de ejercer esa terapia, que aunque en un pasado tuvo una función, con tu nueva comprensión pueda que ya deje de ser útil, o pueda que sigas ejerciéndola ya que cualquier terapia en manos del Espíritu Santo es útil, el miedo a perder tu identidad, estatus, posición social, en fin, todo miedo que de una forma u otra se genere, se pone a disposición del plan de Dios para la salvación de la mente.

Al final de cuentas, tu deseo más profundo es sentirte libre. No libre de problemas, pues en este mundo, como decía un ministro en California, o estás en un problema, saliendo de uno, o listo para entrar en otro. Pero lo que sí puedes ser libre, es del miedo y la preocupación. Y eso se establece inmediatamente en la mente cuando la misma está presente, regida por el sistema de pensamiento del Espíritu Santo. Él es el que dulcemente te recuerda en cada momento: , “Si supieras Quién camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que pudieses experimentar miedo.” T-18.III.3:2