Saturday, May 25, 2019

Cómo sabes si…

¿Cómo sabes si tienes que buscar trabajo?
Cuando te encuentras buscando trabajo.
¿Cómo sabes si no tienes que buscar trabajo?
Cuando no te encuentras buscando trabajo.

¿Cómo sabes si tienes que estar en una relación?
Cuando te encuentras en una relación.
¿Cómo sabes si no tienes que estar en una relación?
Cuando no te encuentras en una relación.

¿Cómo sabes si tienes que tener dinero?
Cuando tienes dinero.
¿Cómo sabes si no tienes que tener dinero?
Cuando no tienes dinero.

¿Cómo sabes si tienes que estar enfermo?
Cuando estás enfermo.
¿Cómo sabes que si no tienes que estar enfermo?
Cuando no estas enfermo.

¿Cómo sabes si te toca viajar?
Cuando te encuentras viajando.
¿Cómo sabes si no te toca viajar?
Cuando no te encuentras viajando.

¿Como sabes si te tienes que mudar?
Cuando te encuentras mudándote.
¿Como sabes si no te tienes que mudar?
Cuando no te encuentras mudándote.

¿Cómo sabes si tienes que comer?
Cuando te encuentras comiendo.
¿Cómo sabes si no tienes que comer?
Cuando no te encuentras comiendo.

¿Cómo sabes si tienes que hablar con tu vecino?
Cuando te encuentras hablando con tu vecino.
¿Cómo sabes si no tienes que hablar con tu vecino?
Cuando no te encuentras hablando con tu vecino.

Y así es la vida en todos los sentidos de la palabra. Así de simple.

El conflicto tiene lugar cuando hay un rechazo a la experiencia presente en función a cómo creo que “debería” ser. Y la frustración surge cuando intentó cambiar algo que en el momento no se puede cambiar creyendo que tengo el poder de cambiarlo.

En mi experiencia, lo que me apoya a estar en paz con lo-que-es, es primero, reconocer que no soy el hacedor. Y segundo, la total confianza en la vida de que lo que esté ocurriendo es lo mejor que me puede ocurrir.

Cuando eso está integrado, lo que se experimenta es paz, y un completo sentido de libertad. Por eso cuando me levanto por las mañanas mi mantra es muy simple, “solo se hace Su Voluntad”.