Es como decir, el
“yo”, que de por sí no existe, pero la mente que proyecta ese “yo” tiene que
inventar historias sobre ese “yo”, como la posibilidad de una “muerte” al igual
que ha proyectado la aparente experiencia de “vida humana”, todo sirve para que
haga perfecto sentido de que ese “yo” “existe”. Es un callejón sin salida para
el “individuo” que se cree individuo porque su experiencia de individuo se
sostiene a raíz de una imagen mental que dice “soy un individuo”. Pero esa
imagen mental no puede ser sostenida sin imágenes mentales sobre un “pasado”.
Entonces, no se
pide que soltemos las imágenes mentales. Sólo se nos pide no creer en nada, y
eso es silencio. Silencio no es la ausencia de ruido, no es la ausencia de
pensamientos, no es la ausencia de sensaciones, es permitir que todo sea como
es sin tomarse nada como personal porque la vida es impersonal.
En otras
palabras, no soy “yo” el que siente nada, sentir ocurre. No soy “yo” el que
piensa nada, pensar ocurre. No soy “yo” el que hace o dice o escucha o ve nada.
Hacer, decir, escuchar, o ver simplemente ocurre. Ese no personalizar nada es
el paso que conduce a la liberación. Pero ojo, Liberación (letra mayúscula) no
es un evento que tiene lugar en tiempo y espacio y no es algo que le ocurre a
nadie. Es la expresión que se utiliza para describir la no identificación. Y no
es el personaje “yo” el que intenta no darle significado a nada para querer
liberarse. Eso lo aprisiona más porque sigue habiendo una identificación con el
personaje, sólo que ahora cree estarse “liberando” al poner el concepto de
liberación en práctica a raíz de lo que se podría disfrazar como una práctica espiritual.
Es por eso que
esto es muy sutil. Palabras se utilizan, aunque son limitadas, para apuntar en
dirección hacia la Liberación ¡que ya es! No se utilizan para liberar a nada ni
a nadie ¡porque no hay nadie! Es todo tan paradójico porque para que la Liberación
pueda tener lugar hay que dejar de intentar liberarse. Esto me recuerda algo
que Papaji una vez dijo:
“Si vienen los
pensamientos, deja que vengan.
Si se van,
permite que se vayan.
No tener concepto
de Libertad es Libertad.
No tener
intención de Libertad es Libertad.”
En la filosofía Advaita
se dice que el buscador es lo buscado.
Un Curso de
Milagros nos dice: “Este curso te conducirá al conocimiento (Liberación), pero
el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de
estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de
estar más allá de las palabras.” T-18.IX.11:1-2
Estas palabras
que se escriben a través de “mi” no van dirigidas a “nadie” y sin embargo se
escriben, luego se publican, y todo esto es simplemente un ocurrir. Si en mi
guion toca escribir, escribir ocurre. Si en el guión de “otros” toca leerlas,
leer ocurre. Pero esto es un juego que tiene lugar en la conciencia
interactuando consigo misma. Y ni eso es verdad porque si no existe separación
no puede haber nada interactuando consigo mismo, solo hay Lo Que Es. Pero al
creer que hay un “yo” interactuando con un “mundo” las palabras sólo sirve para
apuntar la conciencia hacia sí misma.
Es decir, en un
sueño no existen “individuos” “comunicándose” “unos con otros”. Sólo existe la
mente que sueña el sueño. Eso es ¡lo único que hay! Es la única mente. “Nosotros”,
repito, no somos las personas ni las imágenes de nosotros mismos que nos
creemos ser. Somos parte de la única mente, conciencia, que sueña todo esto. Esa
comprensión, que no es intelectual, aunque es así como en un principio se
aprende sobre ello, cuando se integra, eso es Liberación.
Por eso cuando se
dice que soy libre ahora, aunque eso es un hecho por la naturaleza de lo que
soy, no es un mensaje para el personaje “yo”. Es el recordatorio de la verdad, que
la conciencia se lo seguirá recordando a si misma a través de los medios que
sean necesarios dentro de este sueño como lo podrían ser estas palabras, que no
soy yo (Nick Arandes) el autor de ellas. No proceden de “mi” (personaje). Surgen
de la misma conciencia de la cual “todos” formamos parte de. Se podría entonces
deducir que “tú” al igual que “todos” formamos parte de la Fuente de donde
estas palabras surgen, pues, a final de cuentas solo hay Uno.
-Nick Arandes
#nickarandes