Saturday, January 16, 2016

Escapar de las Ilusiones - Nick Arandes


Es tan difícil escapar de las ilusiones por el valor que todavía hemos invertido en ellas. Sin embargo el instante santo nos ofrece un espacio de quietud donde conscientemente se puede uno dar cuenta de la dicha que se experimenta donde no hay apego a nada.

Este no es un espacio para "escapar" sino que para invitar la perspectiva de el Espíritu Santo. Su perspectiva perfecta compartida con la nuestra distorsionada es la que hace que nuestra perspectiva pueda ser corregida.

Por eso se nos recuerda: "Lo Único que necesita es que estés dispuesto a compartir Superspectiva para que Él te la conceda con su totalidad. Y no tienes que estar completamente dispuesto porque Él lo está. Su tarea es expiar tu renuencia mediante Su perfecta fe y es Su fe la que tú compartes con Él en el instante santo. Como resultado de reconocer que no estás dispuesto a ser liberado se te ofrece la perfecta buena voluntad de la que Él goza. Invócale, Pues el Cielo responde a Su llamada. Y permítele que Él invoque al Cielo por ti" T-16.VI.12:2-7

Cuándo pedimos corrección lo que en realidad estamos pidiendo es liberación. Cada vez que nos apegamos a algo del mundo estamos literalmente encadenándonos a él.

Liberación no significa huir de las responsabilidades que podamos tener en el mundo o evitar relaciones. Sino que reconocer que nada que provenga de el mundo puede aportar a nuestra paz y felicidad por consiguiente no se le exige nada al mundo.

Somos libres porque compartimos la plenitud del Ser. La mente se libera de interpretaciones. Una mente que no interpreta es una mente libre.

Todo apego al mundo surge a raíz de una sola interpretación la cual es, “no estoy completo y este mundo me ofrece algo que yo necesité para sentirme completo".

Eso es lo que da origen a la relación especial. No obstante según descansamos más y más en esos instantes santos y disfrutamos de el goce de la paz que tiene lugar en esos momentos presentes, gradualmente la mente empieza a soltar todo apego al mundo porque empieza ahora a darle valor a la paz interna.

Mientras creamos que la paz la conseguiremos con lo que hagamos en el mundo o con lo que el mundo nos ofrezca será imposible poder experimentar ese desapego que es la razón por la que se experimenta el miedo. Sin embargo, el salir al mundo a buscar lo que creemos que nos falta es también parte del proceso pues así podemos tener la experiencia directa de que eso que creíamos nos podía brindar paz no nos la va a brindar y podemos entonces elegir de nuevo.

Por consiguiente no tenemos que hacer un cambio de comportamiento. Simplemente lo que se necesita es elegir más y más esos espacios de quietud para según empezamos a valorizarlos el cambio de comportamiento tendrá lugar muy naturalmente.

Es por eso que no requiere de ningún sacrificio poner en práctica las enseñanzas de el Espíritu Santo. Lo único que se requiere es nuestro deseo de querer la paz sobre todas las cosas que es por eso que se nos recuerda; "El conocimiento no es la motivación para aprender este curso. La paz lo es." T-8.I.1:1-2

Sin embargo es fácil auto engañarse diciendo que el problema es que el ego no nos permite experimentar paz. Sin embargo es el no desearla lo que no nos permite experimentarla. Por eso se nos recuerda: “Las distracciones del ego tal vez parezca interferir en tu aprendizaje, pero el ego no tienes realmente ningún poder para distraerte a menos que tú se lo confieras.” T-8.I.2:1

Es por eso que hasta que no tengamos claro que la meta es la paz interna este curso va a aparentar ser muy difícil de entender debido a que estamos intentando aplicarlo a una meta que es completamente contradictoria. Si queremos utilizar el curso para arreglar nuestros problemas, lo que en realidad queremos es hacer las ilusiones reales, y eso va en contra a la dirección que el curso nos lleva.

Si no obstante, tomamos consciencia de que todo en este mundo son nada mas que obstáculos a capaz, y ahora solo queremos elegir la paz de Dios, entonces el siguiente extracto del curso hace perfecto sentido:

"Tú que piensas que este curso es demasiado difícil de aprender, déjame repetirte que para alcanzar una meta tienes que proceder en dirección a ella (la paz), no en dirección contraria (ilusiones, experiencia física). Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar. Si esto fuese difícil de entender, entonces sería imposible aprender este curso. Mas sólo en ese caso. Pues, de lo contrario, este curso es la simple enseñanza de lo obvio." T-31.IV.7:3-7