Pregunta: ”Si ese deseo es genuino la vida misma proveerá los medios para poder experimentar la Paz Verdadera. A esos medios se les conoce como “añadiduras”.
Estas líneas las extraje de tu respuesta. Te cuento cada día que
despierto en éste plano - vida, experimento pequeños milagros los cuales
agradezco ya que me permiten vivenciar la providencia de mí Creador. La
continuidad de los dolores - miedos en mi mente y cuerpo, créeme no son
voluntarios, no sé cómo eliminarlos, más allá de todo lo que se me explica por
eso indago, y hago cien mil preguntas. Sólo deseo tranquilidad, esa misma que
vos como otros maestros o instructores, dicen tener.
Comentario: Conscientemente
nuestros dolores y circunstancias no son voluntarias. Sin embargo
inconscientemente lo son. Por eso se nos recuerda: ”El secreto
de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto
a sí mismo." T-27.VIII.10:1 O, "Si algo te
puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos
secretos." T-31.V.15:8 Otra manera de decirlo seria, "Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque
todavía lo deseas." T-12.VII.7:6
Por consiguiente nuestras experiencias
simplemente nos muestran el contenido de la mente inconsciente (culpa
inconsciente proyectada) Y esa culpa inconsciente es la que da lugar a un “yo”
(cuerpo) en un “mundo” (proyección). Esta no es razón para sentirse culpable ni
mal, sino que mas bien para que reconozcamos que hay un Amor, una Paz que se puede
accesar de manera que nuestra mentalidad pueda cambiar. Es ahí donde tenemos la
oportunidad de ejercer nuestro libre albedrío y elegir otro sistema de
pensamiento.
Por algo se me recuerda: Debo
haber decidido equivocadamente porque no estoy en paz. Yo mismo tomé esa
decisión, por lo tanto, puedo tomar otra. Quiero tomar otra decisión porque
deseo estar en paz. No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo
permito anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada. Elijo
permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mí.” T-5.VII.6:5-11
Con relación ahora a otra parte de tu
pregunta, cuando dices; “La continuidad de los dolores -
miedos en mi mente y cuerpo…no sé cómo eliminarlos, más allá de todo lo que se
me explica por eso indago, y hago cien mil preguntas.”
Al nivel de la forma si experimento algún
dolor y tengo opciones para eliminarlo las utilizo. Por consiguiente no estamos
negando nuestra experiencia física. El problema es que estás juzgando tus
miedos y tus dolores y eso te mantiene sufriendo. Estás ahora en guerra contigo
misma. Y indagas para buscar contestaciones que se basan en el juicio que haces
sobre ti misma por experimentar ésos dolores y esos miedos.
La paz que sobrepasa todo entendimiento es
lo que el Espíritu Santo nos ofrece si permitimos que sea Su juicio el que
gobierne nuestra mente y no nuestras interpretaciones personales. En vez de
indagar y sentirme culpable por sentirme como me sienta, puedo elegir una nueva
toma de conciencia y pedirle al Espíritu Santo, no que erradique mi dolor ni mi
miedo, sino que más bien me ayude a verlo de otra manera. Cuando comparto Su
percepción el miedo automáticamente se erradica.
La razón por la cual Él no puede erradicar
mi miedo es porque soy yo el que lo estoy eligiendo, y una vez más, no lo elijo
conscientemente, lo estoy eligiendo inconscientemente y es por eso que lo
experimento.
Por eso se nos recuerda: “Tener miedo parece ser algo involuntario y no estar bajo tu control. Mas he dicho ya que sólo los actos constructivos deben ser
involuntarios. Mi control puede hacerse cargo de todo lo que no es importante,
mientras que, si así lo decides, mi asesoramiento puede dirigir todo lo que sí
lo es. Yo no puedo controlar el miedo, pero éste puede ser auto-controlado. Tu
miedo me impide darte mi control. La presencia del miedo indica que has elevado
pensamientos corporales al nivel de la mente. Eso los pone fuera de mi control
y te hace sentir personalmente responsable de ellos,8Lo cual es una obvia
confusión de niveles.” T-2.VI.1:1-8
También se nos recuerda: “Nunca
podrás controlar por ti mismo los efectos del miedo porque
el miedo es tu propia invención, y no puedes sino creer
en lo que has intentado.” T-1.VI.4:2
El primer paso por consiguiente es abrir mi
mente a la completa aceptación de cada experiencia. Es así como se elige la paz
de Dios. Desde esa apertura mental la vida misma dirigirá mis pasos en
dirección a que hacer, o no hacer en cada momento. Solo que el propósito final
de elegir el sistema de pensamientos del Espíritu Santo es recordar lo que
realmente Soy. Y eso va mas allá de las palabras. Pero Su mentalidad nos brinda
paz y eso es lo que en realidad importa.
Una mente libre de culpa puede experimentar
cambios al nivel de lo físico, pero primero necesitamos dejar de proteger
nuestro sistema de pensamientos para que Él pueda hacer Su trabajo. Por eso se
nos recuerda: : “Si estás dispuesto a renunciar al papel de
guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con
gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7
Mientras tanto, permíteme cerrar esta nota
con un articulo que publicó Liz Cronkhite sobre el dolor físico:
“El dolor físico es una
parte inevitable de la experiencia de la identificación con el cuerpo. Pero el
sufrimiento es opcional. El sufrimiento es el efecto psicológico causado por
las creencias inconscientes o conscientes que tu tengas sobre el dolor.
Estas son por lo general
que estás siendo castigado por un dios o que eres una víctima de otro o de un
dios. Estas creencias te hacen sufrir sobre el dolor que sientes, e incluso te
pueden llevar a evitar que busques algún tipo de alivio.
Si te sientes culpable
puedes sentir que mereces sufrir. Y si quieres permanecer en el papel de
víctima o de hacer otro culpable por tu dolor es posible que no estés dispuesto
a permitir que se erradique ese dolor.
Serás liberado por completo
del dolor físico cuando ya no te identifiques con un cuerpo. Mientras tanto,
puedes pedir guía para superar el dolor físico. La respuesta puede ser un
medicamento o un tratamiento en el mundo. Estos pueden ser medicamentos o
tratamientos convencionales o alternativos.
Puedes encontrar que un
poco de dolor es causado únicamente por el deseo de sufrir, como se mencionó
anteriormente. En este caso el cambio de pensamiento puede ser todo lo que se
necesite para liberarte del dolor. En cualquier caso, tan pronto como decidas
que no es necesario sufrir estarás abierta a lo que sea necesario para aliviar
ese del dolor.
Si estás experimentando
dolor, con una mente abierta pide al Espíritu Santo (Maestro de la Verdad) en
tu mente por como tratar y/o como superar ese dolor. Estate dispuesto a mirar
con el Espíritu Santo tus creencias profundamente arraigadas sobre la
culpabilidad. Y no juzgues las respuestas que se sugieren o que surjan al nivel
de la forma, pues de lo contrario no encontrarás el alivio que buscas.
Encontrarás que mientras te
liberas a tí mismo de la identificación con el “yo” todo el dolor va a quedar
en el fondo de tu conciencia. Verás que, al igual que toda forma, el dolor no
es “malo” o ”erróneo”, sino que es neutral. No tiene ningún significado en sí
mismo. Es simplemente una sensación desagradable. Si no le otorgas significado
no podrá perturbar tu paz, y pasará más rápido, de esa manera aceptas el alivio
al dolor más rápidamente.”