Comentario: Un Curso de Milagros
no opina sobre acontecimientos en el mundo ya que eso le daría realidad al
mundo de las ilusiones y por consiguiente corroboraría el sistema de
pensamientos de el ego qué es el que nos hace creer que este mundo es nuestra
realidad y que somos por lo tanto seres humanos con voluntades separadas y
separados de Dios.
El prefacio expone lo siguiente: “…Un curso de milagros, el cual establece una clara distinción entre
lo real y lo irreal, entre el conocimiento y la percepción. El conocimiento es
la verdad y está regido por una sola ley: la ley del amor o Dios. La verdad is
inalterable, eterna e inequívoca. Es posible no reconocerla, pero es imposible
cambiarla. Esto es así con respecto a todo lo que Dios creó, y sólo lo que Él
creó es real. La verdad está más allá del aprendizaje porque está más allá del
tiempo y de todo proceso. No tiene opuestos, ni principio ni fin. Simplemente
es.
El mundo de la percepción (nuestra experiencia “física”) por otra parte, es
el mundo del tiempo, de los cambios, de los comienzos y de los finales. Se basa
en interpretaciones, no en hechos. Es un mundo de nacimientos y muertes, basado
en nuestra creencia en la escasez, en la pérdida en la separación y en muerte.
Es un mundo que aprendemos, en vez de algo que se nos da; es selectivo en
cuanto al énfasis perceptual, inestable en su modo de operar e inexacto en sus
interpretaciones.”
Dado ese el caso, Un Curso de Milagros no
está interesado en la “moral” sino que en la Verdad. Volviendo a tu pregunta,
¿que opina Un Curso de Milagros sobre el aborto? Que hagas lo que hagas sigues
siendo en santo Hijo de Dios inocente.
Esto no es excusa para justificar nuestro
comportamiento, sobre todo cuando está basado en el miedo. Pues es ahí donde el
ego puede agarrar una enseñanza como ésta, tergiversarla, y irse por el “mundo”
justificando un comportamiento alocado, enfermizo e irresponsable. Lo que
quiero decir es que si por alguna razón una persona siente que abortar es lo
correcto para ella, que esa persona nunca será juzgada. Simplemente eso fue lo
que aconteció en su guión y, de la misma manera que en algunos casos lo mas
amoroso sería no abortar, en otros lo mas amoroso seria abortar.
Así que no hay juicio, no hay condena. Solo
cada cual viviendo la experiencia que la haya tocado vivir, con el libre
albedrío, no de decidir que hacer en el mundo, sino que mas bien que maestro
elegir en su mente, por lo que sus “decisiones” o acciones serán un reflejo de
el sistema de pensamientos con el que se identifique cada uno. Obviamente
reconocemos que no hay “cada uno” ya que todos somos Uno. Pero este es el
lenguaje que necesitar ser empleado mientras nos percibamos separados.