LECCIÓN 307: Abrigar deseos conflictivos no puede ser mi voluntad.
1. Padre, Tu Voluntad es la mía, y nada más lo es. 2No hay
otra voluntad que yo pueda tener. 3Que no trate de forjar otra, pues sería
absurdo y únicamente me haría sufrir. 4Sólo Tu Voluntad me puede hacer feliz,:
y sólo Tu Voluntad existe. 5Si he de tener aquello que sólo Tú puedes dar, debo
aceptar lo que Tu Voluntad dispone para mí y alcanzar una paz en la que el
conflicto es imposible, Tu Hijo es uno Contigo en ser y en voluntad, y nada
contradice la santa verdad de que aún soy tal como Tú me creaste.
2. Y con esta plegaria nos sumergimos silenciosamente en un
estado en el que el conflicto es imposible, pues hemos unido nuestra santa
voluntad a la de Dios, en reconocimiento de que son una y la misma.
Comentario: Empecemos
por la segunda oración del primer párrafo que dice, “…y nada contradice la santa verdad de que aún soy tal como
Tú me creaste.” Cuando habla de que soy tal
como tú me creaste, no habla de que él me creo como un cuerpo en un mundo sino
que me creo en su imagen y semejanza. Eso es algo que no se puede explicar en
palabras debido a que nuestra experiencia aquí en el mundo es la de separación.
Abrigar entonces deseas conflictivos no
tiene que ver con diferencias entre que hacer o qué no hacer en el mundo, como
por ejemplo, ¿me quedo con esta relación o salgo de esta relación? ¿Me quedo
con este trabajo salgo de este trabajo? ¿Debería ir hacia la izquierda o hacia
la derecha? ¿Me tomo este medicamento o no? y así sucesivamente.
Albergar deseos conflictivos simplemente
es ¿quiero continuar siendo un cuerpo y sentirme separado de Dios, en otras
palabras, continúo deseando el mundo o deseo regresar a mi estado natural tal
como Dios me creo? Por lo tanto recordemos que las lecciones van dirigidas
hacia la mente que sueña éste sueño para que según hacemos la voluntad de Dios
(regresar a nuestro estado natural de unidad) podamos entonces dejar de
tomarnos este sueño tan en serio y poder ser verdaderamente feliz.
Pero no podemos hacer este trabajo si
vivimos desde el autoengaño de creer ser felices ya sea porque las cosas nos
están saliendo “bien” o van como “deseamos.” Todo eso sigue siendo diferentes
maneras de mantener la mente distraída de la verdad y enfocada en el sueño.
Tenemos que estar dispuesto a mirar todos
los miedos escondidos y todos los obstáculos que hemos interpuesto para
sostener esta imagen como personajes para que con la ayuda del Espíritu Santo
el amor que realmente somos vaya deshaciendo todas nuestras creencias y
restaurar la mente a su estado de paz. Y no hay que preocuparse por buscar esos
miedos. Ellos van a ir saliendo según abrimos la mente a la sanación. De lo
contrario no es que no salgan sino que que los vamos a suprimir y a intentar
esconder por no querer mirarlos. Por eso se fabricó el mundo del
entretenimiento para poder así intentar “medicarlos.”
Sin embargo el beneficio de la práctica
honesta es que no importa cómo vayan las cosas nuestra paz y felicidad no es
afectada pues como el curso muy bien nos recuerda, “Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo,
aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a
menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos." W-pI.155.1:1-3