Pregunta: “Hola Nick!! Muchas gracias por estas respuestas a preguntas concretas, resultan muy útiles para ir eliminando trabas del ego! Quiero preguntarte cuál es la mejor manera de encarar una enfermedad dolorosa o un dolor agudo puntual, que atrapa toda nuestra atención. Muchas gracias, Nick!! Un abrazo grande!”
Comentario:
Primero que nada no juzgarla, no hacer historias sobre ello. Observando esa
experiencia libre de interpretaciones. De ahí en adelante haces lo que te
sientas inclinada a hacer, siendo consciente que tu no eres ese cuerpo y que
sabes que sea lo que sea que tenga que tener lugar lo vives en plena
aceptación.
Lo importante aquí no es que sucede con
el cuerpo sino que hacer nuestro trabajo de perdón para recordar que somos
mente y no cuerpo, que nuestra realidad es en Dios y no esta experiencia
física. Así no hay sufrimiento y de nuevo, simplemente esa es una experiencia
como cualquiera otra.
Y como no hay miedo a regresar a Dios,
si el cuerpo se tiene que dejar a un lado se hace con una paz, con una dulce
sonrisa, no porque el “cuerpo” se deja, sino que porque sabemos que lo que nos
espera es la dicha plena de nuestra union con Dios.
“¡Ay, criatura de Dios, si supieses lo que Dios dispone para
ti, tu gozo sería absoluto!.” T-11.III.3:1