Recientemente le envié esta foto a amistades:
Una muy querida me respondió, “Sí,
las proyecciones que hacemos son hermosas. Disfruta del sueño feliz.”
En ese momento, siendo ella obviamente
estudiante de Un Curso de Milagros me sentí inclinado a compartí lo siguiente;
Gracias por tus bellos deseos, y como
siendo estudiante de un Curso de Milagros, por si acaso, me gustaría compartir
éstas palabras.
Esa foto en realidad no es un sueño
feliz. Si acaso es de las distracciones más poderosas que el ego utiliza para
hacerme creer que eso es belleza y que éste mundo es un mundo de felicidad.
Es por eso que el Curso nos
recuerda: “Los sueños que te parecen gratos te retrasarán tanto como aquellos en
los que el miedo es evidente. Pues todos los sueños son sueños de miedo, no
importa en qué forma parezcan manifestarse. El miedo se ve adentro o afuera, o
en ambos sitios. O puede estar oculto tras formas agradables. Pero nunca está
ausente del sueño, pues el miedo es el elemento básico de todos los sueños.”
T-12.IV.2:1-5
Por consiguiente, el sueño feliz es
cuando soy consciente de que todo esto es un sueño. De esa manera si la foto
fuese la de un cadáver, o de un basurero lleno de ratas y cucarachas, no me
molestaría en lo absoluto. Eso es lo que se le conoce como el sueño feliz.
Habiendo dicho eso, no significa que no
pueda disfrutar de experiencias como la de esa foto. Solo que se disfrutan en
el momento y cuando el escenario cambia se aprecia la nueva escena,
independientemente de su colorido o contexto.
Si en la nueva escena aparece algo que me
molesta, esa es simplemente otra oportunidad para ser consciente de que estoy
distraído de la verdad, y al invitar al Espíritu Santo se puede corregir el
error de percepción y restablecer la mente una vez mas a la paz.