Friday, February 10, 2017

Hay Momentos en que me Gana la Tristeza y el Enojo


Pregunta: Estoy en un momento de confusión. Intento dejar todo en manos del Espíritu Santo y confiando plenamente que el me indicará lo mejor. Debo confiarte que hay momentos en que me gana la tristeza y el enojo.”

Comentario: La tristeza y el enojo son simplemente sensaciones que si les quitas la etiqueta de tristeza y enojo dejan de tener peso, como algo digamos negativo, y se convierten en una experiencia más, dentro de lo que es la experiencia de ser un ser un "ser humano." Cuando intentamos entregarle al Espíritu Santo esas experiencias con el propósito de que se vayan, todo lo que hacemos es estar en oposición a lo que en este momento está ocurriendo y por eso es que el sufrimiento se apodera de nosotros.

Pero si dejas de juzgar la experiencia misma y te abres a sentirla plenamente sin hacer juicios de ella ni como buena o mala estás entrando en un estado de comprensión profunda que va más allá de nuestro entendimiento intelectual.

Todas esas sensaciones que surgen se utilizan para hacernos creer que somos un cuerpo y que esta es nuestra experiencia real. Sin embargo cuando las podemos observar inocentemente sin juzgarlas y sin etiquetarlas podemos ahora estar en paz con esas sensaciones, y como todo, las cosas vienen y van, pero lo que realmente somos se mantiene intacto.

Y lo que somos no es un personaje, un cuerpo o un "ser humano" teniendo una experiencia de separación. Lo que realmente somos es la conciencia misma, la totalidad y por eso es que nos damos espacios de quietud para dejar de poner la atención fija en los objetos, en lo que es definido como un "yo" personal y nos abrimos a la experiencia de paz que tiene lugar cuando se dejan a un lado todas las interpretaciones, pues es así como la mente se abre a una experiencia más expansiva que obviamente no se puede explicar en palabras.

Por lo tanto en vez de decir, “me siento triste o siente rabia…” podría simplemente abrirme a ese sentimiento que surge sin juzgarlo y dejar que se exprese. Eso es aceptación, eso es paz, eso es felicidad libre de conceptos, libre de juicio, libre de interpretaciones, y por consiguiente estoy amando. ¿Por qué me atrevo a decir que eso es amando? Porque el amor es aceptación total, y si dejo a un lado mis interpretaciones (juicios), no puedo sino que estar amando. ¿Que otra cosa podría estar haciendo?