Precisamente hoy me escribe y me dice que tenga
confianza en que las cosas se le arreglen que no me piensa robar! Pero
yo le sigo contestando agresivamente y sé que todo eso es conmigo! La
verdad no sé cómo manejar esta situación! Yo no le escribo ni lo he
estado presionando y si no lo traigo siempre en la mente, según yo lo
suelto! Pero no sé cómo sanar este enojo que tengo conmigo misma!!
Espero me puedas dar un consejo y no haya sido imprudente al
escribirte!!
Por cierto Nick donde puedo comprar más libros?
Siempre que leo libros que me encantan, quiero que todos lo lean! No sé
si tú puedas enviármelos y yo depositarte! Necesito 10 libros”
Comentario: Vamos primero a observar el autoengaño. Primero dices, “Según
yo, llevo tiempo que no estoy apegada a las cosas materiales y sé que
desde el momento que solté ese dinero era un riesgo!!”
Si de verdad hubieses soltado ese dinero esta pregunta que me estás
haciendo no tendría sentido porque ese evento se hubiese olvidado. Por
consiguiente nunca hubo un desapego. Tú le prestaste el dinero con la
expectativa de que te lo iba a devolver. Ahora que no te lo ha podido
devolver te das cuenta lo apegada que de verdad estás.
Vamos a ver ahora cuál es la raíz del problema. Tú crees que eres un
cuerpo que vives en un mundo de separación, qué prestas cosas, recibes
cosas, que sientes cosas, que piensas cosas, en fin, el desapego final
es el desapego a la creencia que yo soy este personaje.
Toda la ira que experimentas es la culpa inconsciente que sientes hacia
Dios por sentirte abandonada por Él, y ese sentido de victimismo, que es
lo que te lleva a proyectar un sueño de separación, se lo quieres
proyectar a las ilusiones. En este caso se genera una escena donde tú,
una vez más percibiéndote cómo separada, le prestas un dinero a “otra”
persona (tu misma en otro cuerpo), y ahora culpas a esa persona (a ti
misma) por lo que tú crees te está haciendo a ti. "El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo." T-27.VIII.10:1
No puedes escapar de esa encrucijada porque todavía crees ser un
personaje que vive en un mundo de separación que reacciona a eventos que
aparentan tener lugar aparte de ti. El trabajo del perdón nos lleva a
ser conscientes de nuestra naturaleza como conciencia de manera que las
experiencias que tienen lugar en el mundo de las formas dejen de ser
distracciones a la verdad. Eso es en sí lo que nos lleva a la
experiencia del desapego total.
Recuerda que mientras tú creas ser un personaje separado creyendo que en
el mundo encuentras tu sustento, claro que sentirás rabia cuando
pierdes, o puedes perder algo que según tú es tu fuente de sustento y
seguridad.
Cuando no obstante eres consciente de tu verdadera naturaleza, entonces
puedes vivir en paz con lo que sea que esté ocurriendo. Por lo tanto el
regalo que se te ofrece ahora mismo es mirar la rabia interna para que
con la ayuda del Espíritu Santo pueda ser liberada. De ahí en adelante
confías en qué lo que tenga que ocurrir es lo que necesita tener lugar
para la salvación de la mente, no te ti como personaje.
Te percibes separada de tu hermano (de ti misma) independientemente de
que si te pague o no. Sin embargo, la verdad es que ese dinero no es
tuyo, inclusive nunca fue tuyo, de la misma manera que ni el cuerpo es
tuyo. Eso es a lo que yo le llamo ser consciente de ser consciente. No
caigas en la trampa de “entregarle” tus problemas al Espíritu Santo para
que Él te los “resuelva” porque eso le sigue otorgando realidad a la
creencia de que tú eres un personaje en el mundo.
El trabajo del perdón va dirigido a la mente para que sea consciente de
que es mente y no cuerpo. Es por eso que estás aprendiendo a soltarlo ¡Todo!
Según haces tu proceso de perdón, utilizando tu mismo ejemplo, eres
consciente de que la rabia que estás sintiendo no tiene nada que ver con
esa persona, que es simplemente el proceso que se está detonando en ti
para sanar, y confía ahora en lo que te sientas inspirada a hacer para
afrontar esa experiencia.
Eso ya está fuera de mis manos. Mi intención no es aconsejar ni decirte
que hacer o que no hacer sino que seas consciente de que el problema no
está donde tu lo estás percibiendo. Lo importante ahora es que lo que
termines haciendo se haga desde un espacio donde no se perciben ni
víctimas ni villanos, sino que es simplemente una experiencia más que no
difiere de ninguna otra.
Es por eso que se nos recuerda que no hay jerarquía de ilusiones porque a
final de cuentas un sueño es un sueño. Y cuando el curso habla de que
no hay orden de dificultad en los milagros, habla de que no hay nada que
pueda afectar a la mente del Hijo de Dios. Por lo tanto, según puedas
abrirte al amor que eres, independientemente de que se “resuelva” ese
problema o no, ese es el milagro. El ser consciente de que eres amor,
aun en medio de una aparente experiencia negativa por así decirlo, eso
es tener una mente milagrosa.
Pongámoslo de la siguiente manera. A Jesús en medio de la crucifixión
mantuvo la consciencia de amor. Tu en medio de una “perdida” de 300,000
euros sientes ira. El perdón te lleva a mantener esa misma mente
milagrosa de Jesús en medio de tu crucifixión (perdida de 300,000
euros). ¿Que prefieres, la lección de crucifixión de Jesús o la tuya de
perder 300,000 euros? ;)
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