“La salvación se puede considerar como el
escape de todos los conceptos.” T-31.V.14:3
Comentario: La salvación estriba en soltar todos los conceptos, conceptos como
“yo”, “tú”, “él”, “nosotros”, “vosotros”, “mundo”, “árbol”, “coche”, “piso”,
“guitarra”, “azul”, “verde”, “cielo”, “tierra”, “dolor”, “placer”, etc. Cómo
podemos ver estoy literalmente nombrando todo aquello que percibimos. Si
soltamos todos los conceptos lo que queda es la Verdad.
Sin embargo ¿cómo
poder vivir esta experiencia mientras nos percibimos como cuerpos (concepto)
rodeados de todos ésos conceptos? Simple. Vamos a reemplazar la palabra
conceptos por interpretaciones. Por consiguiente esa oración diría, “La
salvación se puede considerar como el escape de todos las interpretaciones.”
Obviamente la
Verdadera Salvación tiene lugar cuando se deja esta experiencia a un lado. No
bastante estamos utilizando esto como un previo escalon a la salvación. Por
consiguiente, qué es una interpretación sino que un significado que se le
proyecta a un concepto.
Digamos que mis ojos
ven un árbol enfrente de mi. ¿Que significa eso? ¿Qué significa esa imagen que
yo le etiqueto árbol? Absolutamente nada. Por consiguiente estoy en paz con ese
concepto. “Nada de lo que veo significa nada.” W-pI.1 Si generalizo esa lección
a todos los conceptos que percibo en el mundo vivo en paz.
Vamos a utilizar ahora
dos concepto un poquito más extremos. El primero es, mi cuerpo se enferma, ¿que
significa eso? Absolutamente nada. Por consiguiente estoy en paz con ese
concepto.
El segundo, observo
que el cuerpo se “cura”, ¿que significa eso? Absolutamente nada. Por
consiguiente estoy en paz con ese concepto.
Observa como utilice
dos ejemplos diametralmente opuestos en el cual uno por lo general lo asociamos
con algo “malo o no deseado” (cuerpo enfermo), y por eso creemos se experimenta
dolor, mientras que el otro por lo general lo asociamos con algo “bueno” ,
“deseado” (cuerpo “curado”) y por consiguiente creemos que eso genera “placer”.
Y como “seres humanos”
(concepto de un yo separado) buscamos lo placentero y evitamos lo doloroso. Al
desear lo que sea que creamos desear en el mundo estamos simultáneamente
deseando lo opuesto. Otra manera de decirlo es, si estamos deseando una parte
de las ilusiones (lo que nos gusta) estamos deseando la ilusión completa (que
incluye también lo que no nos gusta). Por eso se nos recuerda: "Cualquier
cosa en este mundo que creas que es buena o valiosa, o que vale la pena luchar
por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1
Esta no es una píldora
muy fácil de tragar porque hay tantas cosas en el mundo que se desean, pues es
así como se sostiene el personaje “yo” y el “mundo”, sin darse uno cuenta el
alto precio que se va a tener que pagar (la pérdida de la verdadera paz y
felicidad). Es por eso que Un Curso de Milagros no es para todo el mundo en
este momento, aunque tarde o temprano, ya sea a través del Curso o cualquier
otro tipo te enseñanza no dual, el deseo por la salvación surgirá al darse uno
cuenta que nada en este mundo le puede proporcionar la paz y felicidad duradera
que tanto desea. Por eso el curso nos recuerda: “Si quieres ser como yo, te
ayudaré, pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta
que cambies de parecer." T-8.IV.6:3-4
Otra manera de decir
lo mismo, utilizando extractos del Curso sería: "La resistencia al dolor
puede ser grande, pero no es ilimitada. A la larga, todo el mundo empieza a
reconocer, por muy vagamente que sea, que tiene que haber un camino mejor,”
T-2.III.3:5-6 O en la misma introducción, “Sólo el momento en que decides
tomarlo es voluntario.” T-In.1:3” Es una manera muy sutil de decir que cuando
estés cansado de sufrir lo tomarás.
Si a raíz de el perdón
no obstante, somos conscientes de nuestra verdadera esencia que es paz, se le
dejan de proyectar significados, o interpretaciones a los conceptos que se
perciben en el mundo, que de por si no significan nada, y ese es el estado
preliminar a la Verdadera Salvación. Yo le llamo como una mini salvación antes
de soltar esta experiencia por completo y ser verdaderamente libres. Ese estado
preliminar Un Curso de Milagros lo llama el sueño feliz.
Sin embargo como ya
comenté hay una razón por la cual esto es tan difícil de poner en práctica, y
es porque una cosa es lo que “vemos” y otra es lo que sentimos. Una cosa es que
yo tenga una experiencia en el mundo y simplemente la observe y otra es que yo
la interprete y por consiguiente sienta las consecuencias de esa
interpretación. Si no sintiese nada no habría problema alguno con nada de lo
que aconteciese en mi entorno. Pero como siento algo, eso es lo que si no soy consciente
me lleva a reaccionar.
Y una vez más, cuando
se manifiesta algo que deseamos y reaccionamos a ese concepto como algo
“bello”, “precioso”, “importante”, esa reacción surge a raíz de una
interpretación. La Paz se ha perdido completamente, nos hemos creído el sueño,
se retroalimenta el concepto de que yo existo, y ahora es cuestión de tiempo
antes de que su opuesto (alguna experiencia que nos haga sacar el miedo) salga
por alguno de los rincones del inconciente y experimentemos dolor.
Sin embargo cuando
estamos identificados con el amor que somos, dejando de proyectarle significado
a algunos de los conceptos como deseados y a otros como no deseados, entonces
el amor que somos se extiende y abraza todo. Eso es paz. Eso es dicha, eso es
amor.
Por consiguiente mira
tu mundo alrededor, y observa lo fácil que es auto engañarse diciendo que uno
está identificado con el amor cuando la gente se comporta como uno quiere o
cuando las cosas van como deseamos. Sin embargo mira los actos terroristas, las
injusticias gubernamentales, las personas que te insultan y todo aquello que
crees es la causa de tu dolor para que puedas mirar las barreras que tu mismo
has levantado inconscientemente ante el amor que eres.
Cuando puedas ver
todos esos escenarios (conceptos) dejando a un lado todas tus interpretaciones
(otra forma de conceptos) siendo plenamente consciente de que no significan
nada experimentarás paz. Una vez esa paz se experimenta no vas a poder sino que
estar en contacto directo con el amor que eres, y todo eso que antes “odiabas”
ahora lo vez con una mirada compasiva, sabiendo que son solo peticiones de
amor, y eso es el sueño feliz, la salvación preliminar antes de la Verdadera
Salvación.