Pregunta: “Hola Nick es la primera vez que te escribo por un tema por el cuál me esta costando mucho dejar el miedo a un lado, ya que desde hace tiempito el perdón del curso me ayudo con muchos miedos que tenía (erradico ya otros "sufrimientos") pero hay uno sólo que me cuesta mucho y es el miedo a ser violada, muchas veces siento que aunque digo que esta sensación y pensamiento no significan nada sigo cob ese miedo igual, ése miedo no se va y creo que una parte de mi miedo viene a raíz de que yo hace mucho tiempo ya le consagre mí virginidad a Dios y tengo miedo por eso de que me hagan daño, no sé como despegarme de esta situación que aunque no me pasó por suerte me da miedo de que pasé, cómo desapegarme y dejar de tener tanto miedo a eso? Muchas gracias!”
Comentario: Aquí
podemos ver como el miedo que todos y cada uno de nosotros compartimos se
expresa en diferentes formas. Ese miedo que todos compartimos es el miedo a ser
castigados por Dios. Eso es todo. Sólo que como comenté, para cada “individuo”
aparenta tomar una forma “diferente”.
Para ella es el miedo a ser violada, para
otros es el miedo a una crisis financiera, para otros es la pérdida del
trabajo, para otros es la pérdida de un ser querido, para otros es la pérdida
de salud, para otros el miedo a un terremoto, a una tormenta, a un Tsunami, y
para mí el miedo a necesitar un baño y no encontrarlo :().
El problema con el miedo de esta persona
en específico es que ella no desea recordar su realidad en Dios sino que más
bien quiere que ese miedo específico se erradique mientras que al mismo tiempo
quiere conservar su identidad personal. Esa es la razón por la cual tanto se le
teme escuchar la voz del Espíritu Santo. Porque Él nos está llevando
amorosamente a despertar del sueño mientras que lo que nosotros queremos es que
él nos “arregle” nuestro sueño.
Y como el despertar de este sueño ya ha
tenido lugar no es cuestión de que si vamos a elegir al Espíritu Santo como
nuestro único Maestro sino que más bien es cuestión de cuándo vamos a tomar esa
decisión, que ya está tomada de todos modos ¿Vemos la paradoja? Pero como
existe tanta resistencia (culpa inconsciente) aparenta como qué habrá que
sufrir mucho para finalmente rendirnos. Por eso se nos recuerda; “Si quieres ser como yo, te ayudaré,
pues sé que somos iguales. Si quieres ser diferente, aguardaré hasta que
cambies de parecer. Yo puedo enseñarte, pero tú tienes que elegir seguir mis
enseñanzas." T-8.IV.6:3-5
Pero en realidad el sufrimiento no es
necesario en lo absoluto. De hecho el Espíritu Santo quiere que lo elijamos a
él AHORA MISMO (Instante Santo) para que finalmente se pueda dejar a un lado el
sufrimiento. Por lo tanto volviendo a su pregunta la cual es cómo despegarse y
dejar de tener tanto miedo, la contestación es muy simple y muy directa, el
Instante Santo.
El curso nos apoya constantemente a cómo
retornar la mente a ese Instante Santo con extractos como, “nada de lo que veo significa nada.” W-pI.1 o “nunca
estoy disgustado por la razón que creo.” W-pI5
o “Cuando de alguna
manera tu paz se vea amenazada o perturbada afirma lo siguiente: No conozco el
significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello.
No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía
ahora,” T-14.XI.6:6-9 o “Si estás dispuesto a renunciar al papel
de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré
con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios.“ T-4.I.4:7 y puedo citar muchos de esos pasajes del curso cuyo
propósito es desvincular la mente de la posición fija en la que se encuentra y
abrirse a un cambio de mentalidad.
Pero es ahí donde tenemos que ser
honestos y decidir qué queremos ¿la verdad o las ilusiones? Si nuestra meta es
la verdad el curso entonces nos apoya recordándonos; "Tú que piensas que este curso es demasiado difícil de
aprender, déjame repetirte que para alcanzar una meta tienes que proceder en
dirección a ella (la Verdad), no en dirección contraria (ilusiones, experiencia física). Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá
avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar. Si esto fuese difícil de
entender, entonces sería imposible aprender este curso. Mas sólo en ese caso.
Pues, de lo contrario, este curso es la simple enseñanza de lo obvio." T-31.IV.7:3-7
Pues el miedo que esta persona experimenta,
que de nuevo es el miedo a ser castigada por Dios ya que desde ahí surge la
sospecha y la desconfianza, como podemos ver se refiere a un futuro. Estamos
aprendiendo ahora a vivir el presente, a vivir en presencia. Según
experimentamos más la paz de Dios en el momento presente nuestra confianza en
este instante (Instante Santo) aumenta. Es ahí cuando el Espíritu Santo está
haciendo Su trabajo sin interferencia alguna de nuestros miedos o deseos
personales. Eso es confianza, eso es ¡amor! Es así como, no solo ese miedo que
esta persona experimenta, sino que como todo miedo erradica.