Sunday, November 26, 2017

Relaciones: No Hay Que Saber el Plan Solo el Propósito


El plan que la vida tiene para cualquier relación es un misterio, mas si sabemos cual es el propósito entonces esa relación servirá ese propósito. Miramos ahora la diferencia que hay entre el propósito que el ego le adjudica y el del Espíritu Santo.

Como el propósito del ego es derivar felicidad, derivar placer de cada relación, no importa que dirección la relación tome, lo que sí se puede estar seguro de, es que su base será el miedo. Si de lo contrario el propósito que se la adjudica a la relación es la de recordar a Dios, a la Verdad, esa misma relación nos servirá como puerta hacia la liberación de todo miedo.

Lo que ocurre es que al creer que Dios no es amor, el sistema de pensamientos del ego nos vende la creencia de que si pongo la relación en Manos del Espíritu Santo tomamos el “riesgo” de que Él nos la quite y por consiguiente sufrimos. Mas sin embargo esa es una historia que nos paraliza porque el Espíritu Santo sabe que si eso nos causa miedo no seria una forma util de enseñarnos lo que es la verdadera liberación.

El Espíritu Santo nos enseña a través de la paz. Por lo tanto, si hay apego a una relación especial, lo cual significa que el propósito que se le ha adjudicado es la del ego, y inevitablemente surge el miedo y conflicto, el Espíritu Santo agarra esa misma experiencia de conflicto y nos dice, “cambia su propósito y te mostraré una manera de vivir opuesta a la cual ahora mismo estás viviendo.” Cambiarle su propósito entonces no significa dejar la relación sino que mas bien elegir este momento presente, libre de interpretaciones, y en ese mismo instante experimentamos paz.

Ahi podemos ser conscientes de que poner la relación en Manos del Espíritu Santo no genera conflicto ni miedo sino que mas bien nos apoya a mirar el miedo que surge cuando le adjudicamos un propósito personal. Lo que hay que tener mucho cuidado es que cuando se pone la relación, que en realidad es decir, nuestro sistema de pensamientos en Manos del Espíritu Santo, el miedo y el conflicto que surge, NO ES porque elegimos al Espíritu Santo. Es mas bien porque no queremos soltar el ego y esa identificación tan fuerte con el miedo el ego la utiliza para su fin y creemos que es que el Espíritu Santo nos hace sufrir. Por eso Un Curso de Milagros nos recuerda; “El ego atacará tus motivos tan pronto como éstos dejen de estar claramente de acuerdo con la percepción que él tiene de ti. En ese caso es cuando pasa súbitamente de la sospecha a la perversidad, ya que su incertidumbre habrá aumentado. Es evidente, no obstante, que no tiene objeto devolverle el ataque. Pues ¿qué podría significar eso, sino que estás de acuerdo con su evaluación acerca de lo que eres?” T-9.VII.4:4-9

Cuando la Biblia nos habla de pasar por el camino angosto, “Entrad por la puerta estrecha porque el camino que lleva a la perdición es ancho y espacioso: los que van por él, son mucho. Porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida y pocos son los que lo hallan, [Mateo 7:13-14] habla de que la resistencia al amor siempre estará ahi para que no atravesemos el miedo. Mas sin embargo, si dejamos nuestras interpretaciones personales (resistencia al amor) y nos atrevemos (“...pocos son los que lo hallan...”) a atravesarlo, lo que queda es la liberación. Y ese es el único propósito que tiene verdadero sentido para cualquier relación.

Es así como poco a poco el Espíritu Santo trasforma nuestra manera de relacionarnos y según esa paz se va asentando en la mente la relación por naturaleza tiene que reflejar ese cambio de mentalidad, independientemente de que si la relación cambia en la forma o si no. Ahora se siente uno libre. ¿Libre para qué? ¿Para irse con otra persona? No. Libre para amar verdaderamente sin miedo de perdida, sin miedo al sufrimiento ya que empezamos a ser conscientes del amor en nosotros que creíamos lo encontrábamos “fuera.”

Por consiguiente, cualquiera que sea la relación en la que nos encontramos ahora mismo, esa és la perfecta porque es la que está ocurriendo. La pregunta ahora es, ¿que se desea de esa relación, ¿qué me de lo que deseo? ¿o que me ayude a recordar la realidad de que soy amor? No que “necesito” amor. Sino de que SOY amor. Con ese nuevo propósito, si la relación tiene que continuar ya que sirve al propósito del Espíritu Santo la misma continuará. Si se supone que no, entonces se disolverá para hacer espacio de manera que podamos integrar nuestro aprendizaje, y sin saber, ni querer saber el plan que la vida tiene para cada una de nuestras relaciones, por lo menos sabremos que será lo mas amoroso y apropiado para el bien de todos.

Si de lo contrario se pone la relacione en manos del ego, si la relación tiene que continuar continuará, solo que llena de miedo y de sufrimiento. Y si la relación no tiene que continuar, se disolverá y será una experiencia muy dolorosa y sufrida. En otras palabras, el propósito que se le adjudica a una relación no determina su “duración” sino que mas bien cómo la vamos a experimentar. Por lo tanto, no hay que saber el plan de la relación sino que el propósito que se le adjudica. Y si es ponerla en manos del Espíritu Santo, aun cuando en un principio pueda aparentar dolorosa por la resistencia que surge al ego intentar interferir para que no salgamos por la puerta estrecha, ““Este alternar entre los dos niveles de percepción se experimenta normalmente como un conflicto que puede llegar a ser muy agudo “ T-2.III.3:9, siempre ganamos. “Aun así, el desenlace final es tan inevitable como Dios.” T-2.III.3:10

Por consiguiente, no importa en que relación te encuentres, ponla ahora mismos en Manos del Espíritu Santo, que es decir, pon tu mente a Su servicio, y lo único que ahora queda es lo que se necesita para que el amor pueda inundar el corazón, y eso es confiar. No confiar en nuestros planes ni deseos. Confiar en que todo está ocurriendo perfectamente para la verdadera paz, para la verdadera felicidad, para la liberación de todo miedo. "¿qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?" W-135.18:1