Saturday, December 30, 2017

LECCIÓN 237: Ahora quiero ser tal como Dios me creó.

LECCIÓN 237: Ahora quiero ser tal como Dios me creó.
1. Hoy aceptaré la verdad acerca de mí mismo. 2Me alzaré glorioso, y dejaré que la luz que mora en mí irradie sobre el mundo durante todo el día. Le traigo al mundo las buenas nuevas de la salvación que oigo cuando Dios mi Padre me habla. Y contemplo el mundo que Cristo quiere que yo vea, consciente de que pone fin al amargo sueño de la muerte; consciente de que es la llamada que mi Padre me hace.
2. Cristo se convierte hoy en mis ojos, y en los oídos que escuchan hoy la Voz que habla por Dios. Padre, vengo a Ti a través de Aquel que es Tu Hijo, así como mi verdadero Ser. Amén.

Comentario: Miremos esta lección línea por línea para poder ver la simpleza del Curso una vez que no se confunden los niveles. Siendo conscientes de que sólo hay, uno, una sola mente, todo lo que la mente percibe “fuera” de sí misma es parte de si misma. Como en la analogía del sueño cuando el soñador está soñando se le olvida que sólo existe su mente soñadora y esa misma mente se encuentra distraída con imágenes que tienen lugar dentro de ella. Es por eso que un curso de Milagros es un trabajo mental debido a que el mundo que se percibe “fuera” está en mi mente. Todo lo que le hago al mundo me lo hago a mí mismo.

Pues miremos ahora esta lección:

"Ahora quiero ser tal como Dios me creó". W-pII.237
Quiero recordar que esto es un sueño y qué nada de lo que tenga que ver con este mundo puede afectar mi realidad. Por lo tanto en desde decir que quiero ser tal como Dios me creo podría decir quiero recordar lo que soy ya que es imposible no ser lo que soy. El soñador de un sueño no puede dejar de ser el soñador, aun cuando su sueño aparente ser algo "diferente".

"Hoy aceptaré la verdad acerca de mí mismo." W-pII.237.1:1
Si dejo de prestar atención a todo lo que percibo, soltando todos los significados e interpretaciones personales, estoy aceptando la verdad acerca de mi mismo.

"Me alzaré glorioso, y dejaré que la luz que mora en mí irradie sobre el mundo durante todo el día." W-pII.237.1:2
El mundo del cual estamos hablando es simplemente la única mente de la cual soy parte de, por lo tanto esa luz no se las estoy irradiando a un mundo que percibo "fuera". Sino que a la única mente que es mi mente. Por eso durante todo el día seré muy consciente de cualquier juicio que surja en mi para que el Espíritu Santo irradie Su interpretación sobre ello. Así es como la luz del amor se irradia sobre el mundo (mi mente) y por consiguiente continúo recordando lo que realmente soy, el soñador del sueño y no el personaje que se percibe separado de todo en un mundo soñado.

"Y contemplo el mundo que Cristo quiere que yo vea, consciente de que pone fin al amargo sueño de la muerte; consciente de que es la llamada que mi Padre me hace." W-pII.237.1:3
Contemplar el mundo que Cristo quiere que yo vea es una forma de decir no dejarme distraer por lo que mis sentidos muestran, por lo que percibo que está basado en mis interpretaciones personales, en el significado que le proyecto a cada imagen, de esta manera el mundo de las ilusiones deja de ser una distracción a la paz y el amor que se encuentren mí mora en todo momento. Volviendo a la analogía del sueño, si el soñador del sueño es consciente de que es el soñador, aunque el sueño todavía este vigente en su mente ya no lo distrae.

"Cristo se convierte hoy en mis ojos, y en los oídos que escuchan hoy la Voz que habla por Dios. Padre, vengo a Ti a través de Aquel que es Tu Hijo, así como mi verdadero Ser. Amén." W-pII.237.2
Esta oración es una forma de decir que estoy dispuesto a dejar de lado todas mis interpretaciones personales, de esa manera esa Sabiduría Interna que se le conoce como Cristo, Espíritu Santo, Mente Recta o como se le quiere llamar reinterpretará por mí todo lo que mis ojos aparentan ver, todo lo que mis oídos aparentan oír, todo lo que mis sentimientos aparentan sentir, y lo que experimentaré es paz, mi paz. Inocencia, mi inocencia. Amor, mi amor. Ese es el recuerdo de que soy tal como Dios me creo.