Thursday, December 7, 2017

Miedo A Ser Castigado Es La Unica Razón Por La Que Se Sufre

Voy a aprovechar para explorar la raíz de todo sufrimiento. El momento presente es una experiencia, que aunque no es real, para efectos de la condición humana aparenta serlo. Por consiguiente hay que partir de la premisa de que mi experiencia es mi realidad. Esa experiencia es a la que se le conoce como mi experiencia presente.

La misma es algo que ocurre, no una que hago ocurrir. Por lo tanto lo primero que voy a tener que aceptar es que no tengo control ninguno de lo que ocurre. ¿Qué es lo que entonces me lleva a experimentar miedo y sufrimiento en la experiencia presente? La creencia de que un opuesto al amor puede de alguna manera existir.

Así que si el amor es lo único que es real, mi experiencia presente tiene que por definición ser parte de ese amor. No estoy diciendo que el amor crea un mundo de separación que es el cual percibo con mis sentidos. Estoy diciendo que si el amor es lo único que existe, este momento presente tiene que formar parte de ese amor. Y si yo no controlo lo que ocurre en mi experiencia, y el amor es lo único que verdaderamente existe, yo tengo que ser parte de ese amor y ese amor tiene que por consecuencia sostenerme a mi.

Por lo tanto todo lo que ocurre en mi experiencia presente es producido por el amor para beneficio del amor mismo. Dado ese el caso no puedo sino que ser amado en cada momento. Cuando no me creo ser merecedor de ese amor tengo que por consecuencia creer en el castigo. Ese miedo a ser castigado es algo que me lleva a percibir cada momento presente con miedo y desconfianza. Entonces me encuentro intentando controlarlo, juzgándolo según mis interpretaciones personales que parten de una premisa de miedo y ese amor que soy, ese amor que lo sostiene todo se pone en cuestionamiento. Así cada experiencia presente está llena de sospecha y no importa lo que esté teniendo lugar siempre permanecerá la incertidumbre del posible castigo acechando pues siento que es eso lo que merezco.

Cuando empiezo abrirme a la posibilidad de que el amor me ama y de que nunca me haría daño, empiezo ahora conscientemente a cuestionar todo pensamiento que surge que de una forma o otra ponga en duda este nuevo planteamiento. A principio pueda que aparente ser completamente imposible creer no ser merecedor del amor verdadero, primero porque toda una vida me he creído lo contrario, y segundo porque el conflicto que se siente a nivel físico puede ser extremadamente aterrador. Ese conflicto, ese terror que siento al poner en cuestión el miedo con el que me he identificado es lo que hace que este proceso sea tan difícil, y la tendencia inmediata es a buscar refugio distrayéndome de la manera que pueda.

Si mi experiencia presente se me pone difícil y siento mucho dolor salir huyendo es la opción que el miedo me vende. En una situación extrema puede llevar al suicidio. En una no tan extrema se busca la manera de adormecer ese sentimiento ya sea drogándose uno, comiendo excesivamente, distraído con la televisión o algún tipo de entretenimiento, durmiendo, inclusive suprimiendo todo ese sentir que por lo general es lo que nos lleva a un estado depresivo.

Mas sin embargo esas densas capas dolorosas tienen que ser atravesadas para que se pueda descubrir la paz y el amor que hay detrás. Aunque esto parezca "injusto" tenemos que recordar que la paz, el amor nunca nos ha abandonado. Sólo que hemos interpuesto tantos obstáculos ante él, y esos obstáculos en realidad es nada más y nada menos que UNO SOLO, muestra creencia en el castigo que lo hemos hecho parte de nuestra identidad. Ese dejar a un lado esa identidad falsa se experimenta como una forma de “muerte”. Es como el ejemplo de un niño maltratado por su madre. Cuando la policía le quiere quitar el niño a la madre el niño llora y se aferra más a su madre, aun cuando es ella la que lo maltrata sin darse cuenta el niño que la policía sólo quiere ponerlo a salvo.

Hemos hecho del miedo, del merecimiento al castigo y del sufrimiento nuestra madre y por eso nos aterroriza dejarla en pos de la salvación. Esto me recuerda una frase que escuchaba mucho cuando niño que dice, "más vale malo conocido que bueno por conocer." Pero el amor nos lleva dulcemente de la mano mientras atravesamos ese mundo de tinieblas, que aunque pueda doler muchísimo tiene que ser atravesado para poder llegar a la luz que se encuentra en nosotros.

¡Y aquí va la buena nueva! Lo que duele NO ES atravesar las tinieblas ya que el bosque de las tinieblas NO EXISTE dado que es sólo un constructo de nuestra imaginación. Pero aun así como creemos en él lo que duele es que ¡no queremos soltarlo!

Ese es el apego inconsciente al sufrimiento, el deseo inconsciente por el castigo. Pero a medida que se va soltando la creencia en el merecimiento del castigo y aceptando el amor que somos, en el momento más inesperado, ese bosque de tinieblas se convierte en un jardín de dicha. Y que conste que ese trabajo NO lo hace uno. Ese trabajo lo hace la Sabiduría Interna si te abres a Ella. A eso se le conoce como tu pequeña dosis de buena voluntad.

Por lo tanto si te encuentras en medio del bosque de las tinieblas, continúa poniendo un pie frente al otro confiando en tu proceso. Porque cuando menos te lo imaginas te darás cuenta de que AHORA MISMO estás en el jardín de la dicha, sólo que no lo puedes ver por el apego al sufrimiento, por la creencia en el castigo, por el apego al bosque de las tinieblas que de nuevo, aunque no es real es lo que conoces.

Ese apego al sufrimiento, ese miedo al castigo no es malo ni razón por la cual sentirse uno culpable. Es simplemente el reconocimiento de que aunque ya sabes que eres amor, todavía ese conocimiento no se ha integrado del todo. Por consiguiente, de nuevo, sólo continúa, confía en tu proceso, ten fe en que el amor te está llevando ahora mismo de la mano. ¿Y cómo puedes saber con certeza de que esto es así? Porque te lo está recordando ahora mismo a través de estas palabras. La pregunta es, ¿estás listo para aceptar lo que el amor intenta comunicar a través de estas palabras? Si tu respuesta es que no, no pasa nada. El amor seguirá buscando la manera de hacerte consciente de que nunca te ha dejado y de que nunca te dejará por más que intentes ignorarlo.

Pero no intentes ver ese amor con los ojos del cuerpo ni sentirlo con tus sentidos físicos ni imaginártelo con tu mente lógica. La paz que tiene lugar cuando eres consciente de que eres merecedor del amor de Dios no se puede explicar con palabras. Por lo tanto recuerda que el momento presente ha sido orquestado por el amor mismo por consiguiente nunca podría hacerte daño. Lo único que aparenta hacerte daño son los pensamientos que albergas alrededor de la experiencia presente y todos ellos tienen algo en común, son falsos.

Ríndete en completa aceptación al momento presente y permite que tu Sabiduría Interna se encargue de todo. Y lo que se tenga que hacer se hará porque se están haciendo. Y lo que no se tenga que hacer no se hará porque no se está haciendo. Y si cuestionas lo que crees que se “debería” hacer o no en función a lo que tú crees que se “debería” hacer o no, estás intentando controlar por lo que no tienes confianza en el momento presente lo cual demuestra una vez más que si no te "proteges" tu podrás ser castigado. Esa es la mentira que se está deshaciendo hasta que te des cuenta que el amor nunca te abandona. Cómo sería posible que te abandonase si el amor eres tú.