De la única manera que puede uno
liberarse de todo sufrimiento es aceptando plenamente la realidad (momento
presente) libre de toda creencia, de todo concepto aprendido. El querer que la
realidad sea diferente de como la vida la presenta en cada momento es
sufrimiento. No sólo en el sentido del rechazo, de la oposición a lo que es,
sino que también porque no hay confianza en la vida misma. Donde no existe
confianza no puede existir amor y por consiguiente lo que se experimenta es
miedo.
Entonces lo que hacemos, consciente o
inconscientemente, es que depositamos la confianza en nosotros mismos. Citando
algunos ejemplos,
"yo `confío´ en que las cosas no
`deberían´ ser así".
"Yo `confío´ en que si tuviese más
dinero sería feliz".
"Yo `confío´ en que si de verdad
quisiera a mi pareja me `debería´ sentir de otra manera".
"Yo `confío´ en que mi pareja ideal
`debería´ cumplir tales requisitos". (Y escribimos en una hoja nuestra
pareja `ideal´)
"Yo `confío´ en que si tuviese un
`mejor´ trabajo, o si hiciera lo que me gusta me sentiría más feliz".
"Yo `confío´ en que si el gobierno
tomarse decisiones diferentes el mundo sería `mejor´".
Y la lista es interminable...
Sin embargo la vida te presenta la pareja
que tienes, el trabajo que tienes, lo que sea que estés sintiendo con la pareja
que tienes, la cantidad de dinero que tienes, la “salud” o no que tienes, el
cuerpo que tienes, el gobierno tomando las decisiones que toma, y todo eso es
rechazado en función a lo que yo "confío", y de nuevo, eso es
sufrimiento.
Luego para intentar erradicar ese
sufrimiento, partiendo desde la falsa premisa de que mi felicidad la determina
cualquiera de esas creencias o conceptos de los que yo me he convencido que son
verdad acudo a "expertos" para que me enseñen a cambiar mi realidad
(momento presente), qué fue la que la Vida Misma en Su gran Sabiduría me
presenta, por algo "mejor". El sufrimiento ahora se perpetúa sólo que
escondido bajo la ilusión de la meta que me encuentro persiguiendo, la cual me
he convencido de que si la consigo podré entonces ser feliz.
A raíz del subidón (placer temporal) que
puede uno sentir cuando una meta es alcanzada, cuando un deseo se cumple, el
sufrimiento muy lentamente empieza otra vez a emerger, y seamos consciente de
ello o no, es lo que nos motiva a perseguir la próxima meta, a satisfacer el
próximo deseo.
En este punto, según el guión de cada ser
humano existen dos posibilidades; una es que la persona no pueda alcanzar su
meta o cumplir su deseo y por consiguiente sufre, y la segunda es que haya
alcanzado todas sus metas y ahora tiene que enfrentarse a ese sufrimiento que
inevitablemente surge. En el primer caso mucha gente tiene la tendencia de
resignarse mientras que en el segundo caso mucha gente tiene la tendencia de
suicidarse.
En cualquiera de los dos casos es cuando
se toca fondo y si la persona elige el camino de la Verdad su proceso de
despertar comienza. A principio, aunque es un mejor camino que el anterior, el
despertar espiritual está regido por el sistema de pensamientos de el ego ya
que lo llena de conceptos y prácticas que sin darse uno cuenta mantiene el
concepto de separación vigente en la mente. Pero cuando empieza a darse uno
cuenta qué su esencia es algo que trasciende la experiencia humana, el
despertar se convierte en algo muy obvio.
¿Qué sería entonces el despertar? Muy
simple. No tiene que tener ningún efecto especial sobre nosotros, no se tienen
que ver luces ni sentir nada especial. No tiene que aparecer ninguna figura ni
nada así por el estilo. Es simplemente el momento en que se acepta nuestra
realidad (momento presente) libre conceptos, libre de creencias, tal y como es.
Esa aceptación total de la realidad (momento presente), es la confianza en la
vida misma. Esa confianza es sinónimo de amor. Esa confianza es la libertad
total de todo sufrimiento. No se desea nada más que lo que está ocurriendo
ahora. No se desea cambiar nada de lo que está ocurriendo ahora.
Cuando esto que acabo de compartir deja
de ser un entendimiento intelectual y se integra eso es vivir despierto. Ésa es
la paz, esa es la felicidad que tanto la gente busca. Por consiguiente, con
quién sea que estés es con quien tienes que estar, lo que sea que tengas es lo
que tienes que tener de la misma manera que lo que sea que no tengas es lo que
no tienes que tener, lo que sea que esté ocurriendo es lo que tiene que
ocurrir, lo que sea que estés experimentando es lo que tienes que experimentar,
etc.
Resiste esa experiencia y no vas a poder
sino que terminar sufriendo. ¿Por qué? Porque es la realidad que tienes
enfrente, y si luchas contra ella pierdes. Así de simple. ¿Ves que simple es la
vida? Siempre recuerda, “Todas las cosas obran
conjuntamente para el bien (de la mente).
En esto no hay excepciones salvo a juicio del ego." T-4.V.1:1-2 ”¿qué no ibas a poder aceptar
si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por
venir es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien?" W-135.18:1
¿Significa eso que uno no puede hacer
cambios de su vida? No, lo que significa es que uno vive en la aceptación total
de lo que es y por consiguiente es feliz, y a raíz de ello, si cambios tienen
que surgir surgirán naturalmente.