Comentario: Me encanta utilizar extractos del curso como este para observar
cuán fácilmente el sistema de pensamientos del ego los utiliza a su favor.
Cuando habla de que puedes elegir entre diferentes sueños, sueños de muerte o
sueños de curación, el ego inmediatamente trae la atención a la forma y lo
interpreta como decir, que puedo elegir los escenarios que deseo en el mundo,
como por ejemplo, cambiar la condición financiera, condición física, atraer lo
que deseo, y así sucesivamente. Eso es a lo que se le conoce como un
intercambio de ilusiones.
Sin embargo, lo que el Curso hace
hincapié es que el sueño de muerte es la experiencia de percibirme como algo
separado de Dios, en este caso, un cuerpo en el mundo de separación. Por
consiguiente, no importa lo que tenga lugar en el mundo de los sueños, sigue
siendo un sueño de muerte. Por eso entre muchos extractos, solo citando uno de
ellos, el curso nos recuerda, “Curar un efecto y no su causa tan sólo puede
hacer que el efecto cambie de forma. Y esto no es liberación."
T-26.VII.14:2-3
Miremos ese extracto con los paréntesis
añadidos; “Curar un efecto (cualquiera que sea la situación en mi mundo que
quiera cambiar por otra "diferente" o "mejor") y no su
causa (creencia en la separación en la mente) tan sólo puede hacer que el
efecto cambie de forma (la situación cambie de forma). Y esto no es liberación (no
es liberación porque todavía creo estar separado de Dios viviendo una
experiencia física).” T-26.VII.14:2-3
Sueños de curación tienen que ver con ser
consciente de que mi paz y mi felicidad no depende de lo que tenga lugar en el
sueño al ser consciente de lo que soy, ya que como dice el extracto del Curso
que aquí comparto, "El milagro no te despierta, sino que simplemente te
muestra quién es el soñador."
Cuando soy consciente de que soy el
soñador del sueño, lo que se va curando no es el personaje "yo" que
me creo ser. Es la mente que sueña este sueño. En ese sentido, al cambiarle el
propósito ("...dependiendo del propósito que le hayas adscrito a tu
soñar.") a cada una de las experiencia que tengo, el Espíritu Santo
utiliza el sueño para curar la mente. Cambiarle su propósito simplemente
significa, si las quiero utilizar para seguir distrayendo a la mente con el
sueño, o si las quiero utilizar para perdonar.
Si reconozco que mi única función es
perdonar, y por consiguiente utilizo cada uno de los escenarios en mi vida para
cumplir esa única función, en ese sentido, deseo sueños de curación. Cuando un
estudiante del Curso tiene esto claro, y no confunde los niveles, se da cuenta
lo simple que es este material, que por algo el curso mismo nos recuerda,
"...este curso es la simple enseñanza de lo obvio." T-30.IV.7:7
No dije que fuese fácil ya que la
resistencia psicológica (culpa inconsciente) es un obstáculo muy fuerte. Pero
el Espíritu Santo, si se lo permitimos, al elegir el perdón como nuestro único
propósito, va deshaciendo el miedo (culpa inconsciente), y la mente poco a poco
se va despertando del sueño (curando). Por eso, la misma sección que contiene
el extracto que compartí del curso cierra con el siguiente párrafo, y lo que
está en paréntesis se lo he añadido yo: