Thursday, March 1, 2018

Confusion Sobre la Entrega y el Perdón Destructor


Pregunta: "Hola Nick, Antes de nada quiero daros las Gracias a tí y a Fayna por vuestros vídeos en los que habláis de la relación de pareja. Me están siendo de gran apoyo! son un verdadero regalo para mí. Hace tiempo que utilizo unas frases de UCDM con las que se abre un espacio de paz para mi día a día, pero hay una parte que creo no acabo de comprender completamente, y te lo comparto por si puedes aclararlo: "Espíritu Santo, te entrego todo esto(pensamientos, sentimientos?) para que lo examines y lo juzgues por mí, no dejes que lo vea como un (símbolo de pecado y muerte?), ni que lo (use para destruir?), ayúdame a no hacer de esto un obstáculo para la paz, sino a permitir que Tú lo uses por mí para facilitar su llegada. Las partes que te pongo en paréntesis son las que no sé si comprendo exactamente a qué se refieren. En fin, un abrazo grande y Gracias!!!"

Comentario: Me gustaría elaborar un poco sobre lo que podría generar confusion ya de entrada, e incluso frustración. Cuando dices, "Hace tiempo que utilizo unas frases de UCDM...'Espíritu Santo, te entrego todo esto(pensamientos, sentimientos?) para que lo examines y lo juzgues por mí, no dejes que lo vea como un (símbolo de pecado y muerte?), ni que lo (use para destruir?)'".

Lo que tiende a suceder es que no reconocemos que hay un "yo" que dice esas palabras. Y ese es el "yo" que se tiene que ir deshaciendo. Es como que de una posición "personal", "individual", le quiero "entregar" al Espíritu Santo "mis" "pensamientos", sin ser consciente de que "yo" no puedo "entregar" nada. Solo puedo ¡permitir que la entrega tenga lugar! Y eso ocurre cuando me salgo del medio.

Me explico. Para que haya una "entrega", primero tiene que haber un concepto de un "yo" que hace la entrega. De lo contrario, ¿quién o qué estaría haciendo esa entrega? Y ese concepto de "yo" surge, porque la mente pone toda su atención en la figura del sueño, pasando así por alto que está soñando el sueño. Por eso es que el silencio es tan importante. Pero no el silencio desde el punto de vista del personaje "yo", donde intento "aquietar" la mente. El silencio al que me refiero tiene que ver mas bien con una rendición total, con un soltar de todos los conceptos, interpretaciones, creencias, juicios. Ese es en si el silencio del cual el Espíritu Santo puede ahora tomar posesión de la mente y efectuar la corrección. Por algo se nos recuerda, "El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud." T-28.I.11:1 O, "El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. Simplemente observa, espera y no juzga." W-pII.1.4:1-3

Ahora es que estamos poniendo nuestra mente al servicio del Espíritu Santo, sin "nosotros" tener que hacer nada al respecto. Teniendo eso claro, ya tu pregunta se aclara. No entregas ni pensamientos ni sentimientos. Simplemente les permites ser, libres de todo juicio, de toda interpretación, ya sea como mala o buena, correcta o incorrecta, deseada o no deseada, porque a fin de cuentas todo forma parte del mundo de las ilusiones. Lo que deseas, es recordar la Verdad. La Verdad no tiene que ver con un cuerpo o un personaje que "siente", o que "piensa". Es simplemente ese espacio dentro del cual "aparenta" como que "existe" un personaje que "siente" y que "piensa".

Cuando sueñas en la noche, el personaje en el sueño aparenta, no solo ser un "individuo separado" del resto del sueño, sino que aparenta "ver", "oír", y "sentir". Sin embargo, ¿qué o quién es el que experimenta lo "visto", lo "sentido", lo "separado"? La mente que sueña el sueño. Porque en el sueño ¡no está ocurriendo nada!s

Y para efectos de tu pregunta, lo que significa no usar el perdón para destruir, que en El Canto de la Oración del curso se le conoce como, "El perdón destructor," C-2.I.2:1 es ser consientes de que el perdón es para la mente que sueña el sueño y no para el personaje "yo" que me creo ser. Como personaje, el perdón sirve para darle realidad a las ilusiones. De hecho, en el Libro de Ejercicios del curso, donde se define el perdón, nos dice, "El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad. Simplemente ve que no hubo pecado. Y desde este punto de vista todos tus pecados quedan perdonados." W-pII.1.1:2-4

Sin embargo, habiendo hecho ese comentario, desde la perspectiva humana, el perdón destructor es una forma muy sutil de creer que estoy "perdonando" para sentir que soy "mejor" que aquel al que perdono. Y el problema con eso es que estoy estableciendo ya diferencias. Cuando la persona que "perdono" la puedo ver completamente inocente, sin ningún tipo de remordimiento, sino que siento paz y regocijo cuando pienso en ella, el perdón se ha consumado. Si de lo contrario todavía sigo sintiendo algún tipo de remordimientos, como decir, "perdono pero no me olvido", ese seria el perdón destructor.

Ser consciente de que todo esto es un sueño, un montaje para mantener la mente distraída de la Verdad, siento que es lo mas importante. Porque cuando me identifico con un "yo" como personaje, todo el acondicionamiento mental sale a la superficie. A eso se debe que Un curso de milagros siempre pone el enfoque en el contenido (mente) y nunca en la forma (experiencia física). Por algo nos recuerda: "La forma no tiene ningún significado ni jamás lo tendrá. La relación especial debe reconocerse como lo que es: un rito absurdo en el que se extrae fuerza de la muerte de Dios y se transfiere a Su asesino como prueba de que la forma (cuerpo) ha triunfado sobre el contenido (mente) y de que el amor ha perdido su significado." T-V.12:3-4

Ahora, según tu deseo por la verdad continúa, siempre te das cuenta si el perdón no ha sido completamente elegido por la manera en que te sentirás. Y esa no es razón ni para sentir culpa. Es tu honesta observación de cuan todavía eliges el sistema de pensamientos del ego. Recuerda, estamos todos aquí, o mejor dicho, aparentemos estar aquí, porque elegimos la culpa. Aquel que está libre de culpa ¡no está aquí! Así que tranquila, respira, y ¡a perdonar se ha dicho!!!