No obstante, la energía detrás de la
bendición es amor, y como soy yo el que estoy bendiciendo, esa debe ser la
energía que tengo que estar sintiendo, independientemente de lo que mi hermano
haya hecho o haya dejado de hacer.
Como podemos ver, no tenemos ni siquiera
que entrar en conceptos metafísicos de que "todos somos uno", ni en
"reglas" o " mandamientos" establecidas por deidades o instituciones
religiosas. Simplemente observa la energía detrás del juicio (condenación) y la
energía detrás de el perdón (bendición, ausencia de condenación).
Eso es todo lo que tiene uno que recordar
para hacer el perdón (la bendición, la ausencia de condenación) su único
propósito en cada instante, si es que quiere uno de verdad ser feliz.
La pregunta que ahora surge es, ¿pero si
aunque sé esto intelectualmente, aun así no puedo controlar la rabia que siento
hacia alguien, por más que intente dejar de juzgarlo, de condenarlo, no puedo
de ninguna manera dejar de sentir lo que siento, qué puedo hacer?
Simple, dejar de juzgarte, dejar de
condenarte por estar sintiendo esos sentimientos. Es así como el Espíritu Santo
(Sabiduría Interior) hace Su trabajo. Lo que he estado compartiendo no es para
pretender que no "deba" uno dejar de sentir el espectro de emociones
y experiencias que conlleva la condición humana.
Es por eso que Un Curso de Milagros me
recuerda que, "La ira nunca está justificada." T-30.VI.1:1 En ningún
momento me dice que no la sienta ni que no "deba" sentirla, si no que
no la justifique porque justificarla (culpando a otros, condenando a otros) es
como me condeno a mí mismo.
Pero el hecho de traer conciencia a que
siempre soy yo el que se hace daño a sí mismo, sirve de apoyo para por lo menos
abrir esa pequeña dosis de buena voluntad que es lo que el Espíritu Santo
(Sabiduría Interna) necesita para sanar cualquier miedo escondido en la mente y
recordar que soy inocente.
Cuándo reconozco la inocencia en mí,
cuando empiezo ser más amable y compasivo con mi personaje, independientemente
de sus virtudes y sus debilidades, no voy a poder sino que extender eso a los
"demás". "...perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden,..."