Thursday, August 22, 2019

El Amor Se Pierde Cuando Lo Reemplaza El Deseo

Cuántas relaciones se desintegran por falta de deseo al haberse, uno, o los dos, creído la mentira de que el amor y el deseo son lo mismo. No estoy implicando que no pueda haber amor y deseo coexistiendo en ocasiones. Sólo que cuando hablo de amor, hablo de la esencia como Ser. Y cuando hablo del deseo, habló de la polaridad que despierta una atracción hacia otro objeto, en este caso un ser humano, sosteniendo la creencia subyacente que dice, “eso me va a hacer sentir feliz” o “eso me va a llenar”, etc.

Entonces, exploremos juntos estos dos conceptos.

Cuando amo, simplemente amo debido a que el amor es. El amor no discrimina. El amor se extiende a todo, pues es así como se siente a si mismo. El amor no es exclusivo, el amor es inclusivo. A eso se le podría decir, vivir enamorado. No enamorado de… Simplemente, enamorado.

El deseo, no obstante, siempre tiene que ir dirigido hacia algo o hacia alguien. Pues el deseo parte de la premisa de que soy carente. Es por eso que deseo, sea lo que sea. Incluso, el deseo por Dios, el deseo por la Verdad, el deseo por la paz, aunque se podría decir que ese deseo va por lo menos apuntando en dirección hacia la liberación, sigue siendo impulsado por la carencia. La carencia de que no soy Dios, por eso lo deseo. La carencia de que no soy consiente de la Verdad en mi, por eso la deseo. La carencia de no encontrarme en paz, y por eso la deseo.

Pues, el deseo hacia otra persona parte de esa misma premisa. Mi carencia me lleva a sentirme atraído hacia alguien, y ese deseo es el que se le confunde con amor. Y como ya hemos visto, cuando la “luna de miel” (deseo hacia esa persona, atracción física) se cae, es cuando surge, “ya no estoy enamorado”. Y la carencia que ese objeto o persona no pudo satisfacer, dado que la carencia estaba en mi, ahora se le proyecta a la próxima persona, y se cree uno que esa otra persona es la "correcta", y el círculo vicioso, una vez mas, se repita.

Hasta que no se haga una toma de conciencia en la que La paz, la relación con el Ser, no sea el deseo más profundo, siempre el deseo va a acechar porque ese deseo del que estoy hablando, sea por otra persona, u otro objeto, es el deseo por el mundo. Es aquí en este mundo donde el ser humano se experimenta deseando todo tipo de cosas, porque en realidad, lo que busca es unión, unión con su Ser, unión con Dios, unión con la Fuente, y cree que la encuentra uniéndose a otros objetos. Por eso se siente atraído a ellos, buscando “fuera” para intentar llenar un vacío que solo puede ser reconocido cuando la atención va hacia dentro.

Por eso es que es muy simple; o deseo el mundo de las ilusiones, o deseo la Verdad. Cuando el deseo por la Verdad, por la paz se asienta, no implica que el mundo no se pueda disfrutar. Sólo que hay un desapego natural hacia él, y nada se hace con el fin de derivar algo de él, simplemente se hace porque sí. Y cuando se deja de hacer es porque hay más paz, dicha y felicidad en la quietud que en el objeto perseguido, sea cual sea. Y esto es un proceso muy natural que no requiere sacrificio alguno.

En otras palabras, no estamos hablando de sacrificar relaciones ni sacrificar nuestros deseos en pos de la Verdad o la paz. Pues ese sacrificio sería el obstáculo mismo para que la verdadera paz y felicidad no pueda ser experimentada.

Entonces, si lo que se desea es paz, si lo que se desea es la Verdad, ¿se puede entonces tener una relación con alguien? Claro que se puede, solo que la misma no se sostiene por el deseo, se sostiene por el amor incondicional que comparten. Que a su vez se extiende a todo y a todos. No hay exclusividad. Lo que hay es confianza (amor).

El ego pregunta, ¿pero si no hay exclusividad, entonces se pueden acostar con quien quieran?

Volvamos al planteamiento original. ¿De donde surge el deseo de acostarse con otros? De la carencia, de la búsqueda del placer. Cuando queda claro que no hay nada en ese otro objeto, persona, ¿cuál sería el motivo de buscar placer cuando la relación presente está anclada en paz? Como podemos ver, esa pregunta se cae por su propio peso porque no tiene ningún sentido.

Ahora, si surge que la vida misma los mueve en dirección a otra relación, no es para satisfacer un deseo o un placer más, a menos que todavía hallan lecciones de perdón relacionadas a ese tema. Sería porque ese currículo (relación actual) ya no sirve para el propósito preestablecido, el cual es sanar los obstáculos al amor. Es por eso que, si el propósito de la relación estriba en la búsqueda del placer, esto que acabo de compartir no hace ningún sentido.

Pero si el propósito de la relación es sanar, ese mismo deseo (carencia) que impulsó a que dos personas se sintieran atraídas, se utilizará para que sea transformado en verdadero amor (paz, felicidad).

#nickarandes