Thursday, November 7, 2019

Siente Culpa Por Querer Cuidar de Su Cuerpo

Pregunta: "Hola Nick. Me surge.. Gracias por tus aportaciones... Si pudieras hacerme un comentario sobre este asunto.. Como poder integrar el significado real del cuerpo?.. El libro nos dice que el cuerpo es el mecanismo de comunicación en este mundo.. Pero me lleva una vez más a confusión de niveles...que te parece o como me podrías ayudar a gestionar la parte estética y no sentir culpa y dudas si me arreglo, si me gusta estar bella.. Yo me digo a mi misma que esto es un sueño y el cuerpo no significa nada salvo nuestra forma de estar aquí... Pero a veces si hay algo que rechazo de mí cuerpo entro en conflicto.. Me siento mal por ello pero a la vez no me gusta y si decido arreglarlo con retoques estéticos me siento mal.....por ejemplo, someterte a una cirugía estética por una deformidad en el cuerpo... Como poder gestionar eso???"

Comentario: Nuestra experiencia humana, no dije nuestra realidad, sino nuestra experiencia humana es una de cuerpos. Al la mente haber elegido el sistema de pensamiento del ego, se proyecta un cuerpo. Es así como el sistema de pensamiento del ego mantiene a la mente alejada de si misma, distraída de sí misma. Como cuando duermes y sueñas. En el momento que la mente proyecta el sueño se le olvida que donde en realidad está ese en una cama descansando.

Sin embargo, el sistema de pensamiento del ego, que se rige por la culpa, por el ataque, por el miedo, utiliza la misma espiritualidad para autoflagelarse. En tu caso, primero tienes la experiencia de ser un cuerpo, y ahora te sientes mal por querer cuidar de él. Sin embargo, llevémoslo por partes de manera que mientras todavía tu atención sigue dirigida al cuerpo, puedas poco a poco soltar tu apego a él.

Así que, primero permíteme elaborar un poco con algunas de tus inquietudes específicas.

Dices, “Yo me digo a mi misma que esto es un sueño y el cuerpo no significa nada salvo nuestra forma de estar aquí... Pero a veces si hay algo que rechazo de mí cuerpo entro en conflicto..”

En primer lugar, cuando me digo a mí mismo que esto es un sueño, que no soy un cuerpo, que aunque es mi realidad, no es mi experiencia, puedo estar cayendo en un juego de autoengaño. Esto me recuerda un extracto del Curso que me dice, "El cuerpo es sencillamente parte de tu experiencia en el mundo físico. Se puede exagerar el valor de sus capacidades y con frecuencia se hace. Sin embargo, es casi imposible negar su existencia en este mundo. Los que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente inútil. En este caso el término "inútil" significa únicamente que no es necesario proteger a la mente negando lo no-mental. Si uno niega este desafortunado aspecto del poder de la mente, está negando también el poder mismo." T-2.IV.3:8-13

Sí, sé que no soy un cuerpo. Pero ese sólo es un entendimiento intelectual. Despojando la experiencia presente de significado, no obstante, me lleva a dejar de prestar atención a los conceptos que la mente está fabricando sobre el cuerpo, sobre el mundo, sobre lo que soy, etcétera, y eso es lo que permite que la corrección esté teniendo lugar en la mente de manera que, en su debido momento, el apego al mundo, en este caso específico, al cuerpo, pueda tener lugar.

Entonces, y aquí es donde el ego se apodera de estos conceptos para generar culpa. Empiezas a rechazar tus deseos de efectuar un cambio en el cuerpo por creer que si haces eso estás dándole importancia del cuerpo, y, por consiguiente, no puedes sacarle provecho al perdón.

Eso, en mi experiencia, y sólo te hablo de mi experiencia, si estoy muy identificado con el cuerpo, y eso tiene un efecto sobre mi paz, puedo efectuar un cambio en él, mientras simultáneamente puedo continuar mi práctica del perdón. Eso no hace que el perdón deje de tener poder o eficacia. Simplemente me apoya a dejar de prestar atención al cuerpo y continuar el trabajo del perdón.

Por ejemplo, digamos que una mujer tiene baja autoestima porque sus pechos son muy pequeños. Y no digo eso partiendo desde la premisa de que eso sea “correcto” o “incorrecto”. Lo digo porque a nivel cultural, se puede ver como muchas mujeres se hacen operación tras operación en pos de la “fuente de la juventud” (fuente de la felicidad), creyendo que ahí está su felicidad. Y que si tienen ese cuerpo esbelto la gente las va querer. Y esto aplica a los hombres también.

Continuando con el ejemplo que estoy compartiendo, esa mujer con baja autoestima, por más que trata de perdonar no puede sentirse bien. Se frustra y aparenta que está corriendo en círculos. Sin embargo, el deseo de ir al médico y hacerse un implante la lleva a subir su autoestima. Esa acción no hace que el perdón pierda poder. Simplemente, en su caso, la apoya a dejar de prestar atención a sus pechos.

La paradoja, es que cuando deje de prestar atención a sus pechos, pueda que termine sacándole mas provecho al trabajo de perdón. Primero, porque aprende, por experiencia personal y no teoría, que su felicidad y su paz no tenía nada que ver con el tamaño de sus pechos, solo que, de nuevo, en su caso necesitaba tener la experiencia de el cambio de sus pechos para percatarse de esa lección. Y segundo, porque al tener los pechos como le gusta, eso ya no es distracción para continuar su lección de perdón. Solo que, si cree que sus lecciones de perdón terminarán porque tiene pechos más grandes, se dará cuenta que el ego buscará otro defecto para que se tenga que corregir. Pues, de nuevo, al ego no le importa lo que hagas con el cuerpo, siempre cuando no dejes de prestarle atención a él (cuerpo).

Es por eso que en el Curso nos habla de que, "El ego, sin embargo, aunque alienta con gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre. Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: "Busca, pero no halles". T-12.IV.1:3-4 ¿Ves la trampa?

Volviendo de nuevo al ejemplo que estoy compartiendo, habiéndose hecho los implantes, y continuado su practica de perdón, pueda que en un futuro, si ya su lección de perdón ha tenido lugar, y se sienta bien internamente, dejando de prestar importancia cuerpo, pueda que vaya al médico y se quite los implantes, o pueda que viva el resto de su vida con los implantes. La diferencia, es que son simplemente parte de su cuerpo, como lo son los dientes, o las manos, sin hacer nada especial de ello.

Recuerda que el Espíritu Santo no te juzga por lo que hagas con el cuerpo. Puedes intentar cambiarlo todo lo que quieras. Sólo que, cuando no se trae conciencia, te la pasarás el resto de tu vida tratando de “embellecer” algo que está destinado a envejecer y a perecer. Yo no me siento culpable por hacer ejercicio. De hecho, me gusta. No me siento culpable por querer verme bien. Solo que tengo claro que mi única función es perdonar, mientras me encuentro haciendo lo que sea que esté haciendo. La diferencia, es que el hacer ejercicio o el verme “bien” no es una obsesión, es simplemente un ocurrir. Y si se convirtiese en una obsesión, simplemente implica que ahí tengo una lección de perdón.

Y cuando hablo de verme “bien”, y observa qué pongo la palabra bien entre comillas, estoy hablando de el concepto que tengo de verme bien. Pueda que en momentos en el que yo me sienta que me veo “bien” otras personas piensen que me veo fatal.

Así que, esto que acabo de compartir no es para que hagas algo especial del cuerpo. Es simplemente para que pueda erradicarse la culpa que sientes porque tu condicionamiento todavía te lleve a querer cuidar del cuerpo. Sólo que, aprovechas tu lección de perdón sin sentirte culpable por lo que sea que te encuentres haciendo.

Y la segunda parte de tu inquietud, cuando dices, “El libro nos dice que el cuerpo es el mecanismo de comunicación en este mundo.. Pero me lleva una vez más a confusión de niveles...”

El libro no te dice eso para que vayas deliberadamente por el mundo a ser un mecanismo de comunicación, pues, de ser así, el Curso se estaría contradiciendo.

Lo que está intentando decir, según mi entendimiento y mi comprensión de su teoría no-dual, es que cuando se elige el sistema de pensamientos del Espíritu Santo en la mente, el efecto es que el cuerpo perderá todo su atractivo, todo su valor, toda su especialidad, y mientras todavía esté en este plano físico, será simplemente un instrumento a través del cual la sabiduría, el amor, la comprensión se exprese.

Cuando un sabio descansa en el éxtasis del conocimiento, generalmente deja de prestar atención al cuerpo, salvo para sus necesidades básicas, no porque sea “pecaminoso” ni “incorrecto”, sino porque no tiene sentido cuidar de algo que no tiene ningún valor para él. Y observa que dije, “…que deja de cuidar del cuerpo porque no tiene ningún valor para él.”

En otras palabras, el sabio no siente que está sacrificando nada. No está haciendo ningún tipo de práctica con el cuerpo para deshapegarse de él. Es un ocurrir muy espontáneo y natural que ha tenido lugar en él.

La práctica del perdón te puede llevar a esa experiencia. Pueda que vayas caminando hacia la peluquería, y a mitad de camino tienes un despertar de conciencia, y te encuentras dando la vuelta y regresando tu casa feliz y contenta. O, pueda que termines llendo a la peluquería dado que tenías una cita con el peluquero, e igual, si en el momento que sales de la peluquería una lluvia torrencial destruye tu nuevo peinado, no pasa nada.

Sin embargo, volviendo al ejemplo del sabio. Aun sabiendo él que es conciencia pura, y esto es lo que quería comentar sobre tu inquietud, mientras se encuentre teniendo la experiencia de tener un cuerpo, se convierte, si es que eso toca en su guion, en un instrumento a través del cual el conocimiento pueda ser trasmitido a “otros” “aparentes” “cuerpos”.

Pero, OJO, no porque él crea que esa es "su" función. Porque si fuese “él” a ir al “mundo” a intentar compartir este conocimiento a “otros”, estaría cayendo en la trampa de creer que "él" "existe" como "cuerpo", que el "mundo" "existe" como "realidad", y que "existen" "otros" a los que el pueda "influenciar". Partiendo de esa premisa, Un curso de Milagros no tendría sentido, sobre todo, cuando muy claramente estipula que, "¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar." W-pI.132.6:2-3

En otras palabras, la mente que sueña un sueño, al creer que en el sueño puede "ayudar a otros", sigue distraída con el sueño. A eso se debe que el Curso dice, "No confíes en tus buenas intenciones,..." T-18.IV.2:1 Pues de ahí parte el deseo de sentirse especial. El deseo de sentirse especial es simplemente el deseo de sentir que soy un cuerpo separado de Dios, separado de "otros", eso me hace especial.

Y, sin embargo, estas palabras que comparto no son para enjuiciar a personas que vayan por el mundo a impartir un conocimiento. Todo el mundo va a actuar en función a su guión. Hay quienes "enseñarán" desde el ego, y hay quienes compartirán desde la comprensión.

¡Los dos escenarios son perfectos!

Simplemente se utilizan estas palabras como clarificación de mi entendimiento, práctica, y comprensión de la teoría del Curso. Por favor, no las utilices para que justifiques la creencia de que yo sé algo. Simplemente están siendo compartidas a través de este instrumento cuerpo mente con un fin que va más allá de mi comprensión. Todo forma parte del plan para la salvación DE LA MENTE.

¿Ves que no hay confusión de niveles? “Yo” me encuentro compartiendo este comentario. ¿Significa esto que estoy confundiendo los niveles? Mi respuesta es muy simple, “me da igual”. Esto es un ocurrir que está teniendo lugar, y mi única función es perdonar.

Así que, en resumen, puedes dejar de estar en guerra con tu deseo por cambiar tu cuerpo. Sólo que, reconoce que tu felicidad, tu paz, no se deriva de que el cuerpo cambie. Y, aún sabiendo eso, si tienes el deseo de cambiar tu cuerpo, y puedes, ¡pues cámbialo! ¡Ya está! ¿Te gusta sentirte bella? ¡Pues maquíllate! ¡Ya está!

Yo aprendí mi lección con el maquillaje. Hace unos cuantos años atrás, en una noche de Halloween, me puse maquillaje para cambiar mi apariencia a algo más tétrico. Cuando llegué a la casa y tuve que pasar por todo el proceso de quitar el maquillaje, ¡JAMAS lo vuelvo a hacer!

Admiro, a ustedes las mujeres, de como pueden pasar por esa tortura a diario. Primero ponérselo, y luego quitárselo. Yo agradecido estoy que cuando me levanto por la mañana simplemente me hecho agua en la cara, me peino rápidamente, y por la puerta salgo. Y cuando llega la noche, lo único que necesito es la quitarme la ropa, y, ¡a la camita! ¡Ya está!

Ahora, PRESTA MUCHA ATENCIÓN, porque pueda que te quedes en los últimos párrafos que compartí, que, aunque estaba aligerando la culpa que puedas sentir por querer hacer un cambio en tu cuerpo, qué nunca pierdas de vista lo que es importante.

La práctica del perdón, motivada por un deseo profundo por la paz, es lo que importa. Si quieres perdonar para justificar cambiar tu cuerpo, estás pasando totalmente por alto el mensaje. Espero que no se haya malinterpretado lo que compartí en este escrito.

#nickarandes