Friday, April 10, 2020

Siente Culpa Por La Ruptura de Una Relación


Pregunta: “Hola Nick, buenas tardes. Es la primera vez que te escribo pero sigo tus vídeos desde hace un tiempo y me ayudas mucho.🙏 espero veas mi mensaje. Quisiera preguntarte algo. Soy estudiante del curso desde hace más de dos años y acabo de romper una relación sentimental con otro estudiante del curso. El tema es que siento hacia mí un profundo odio y rechazo impensable. Me duele. La relación se terminó porque yo le mentí respecto a mis novios anteriores porque no quería hacerle daño y temía perderle. Sin embargo, como es de esperarse, todo estalló como una bomba de tiempo. Y la última vez que hablamos me trató muy mal.

Frente a ello no siento más que culpa. Siento que siempre hago las cosas mal en relaciones y esto que pasó con él, removió pasadas culpas con otras parejas. Me es fácil perdonar lo que ellos hicieron, me es fácil verlos luego "inocentes", pero me es imposible verme como inocente, no dañina y ver que todo se dio bajo el amor de Dios. Qué puedo hacer para perdonarme y verme con otros ojos? La culpa y el rechazo hacia mí misma me están matando.”


Comentario: Tu pregunta, como toda pregunta, procede del nivel de la forma, del ser humano que te crees ser, y lo que aquí ofrezco no va dirigida a “ti”, al “ser humano”, sino que va a apuntar en dirección hacia Eso que no se puede nombrar ni describir; tu Esencia.  Lo que quiero decir con esto es, si “tú” como “persona” sientes que necesitas algún tipo de apoyo para “mejorar” tu “condición humana” como lo sería algún tipo de terapia, eso podría ser un recurso temporal que te sirva para lidiar con patrones que se repiten en tu vida según me comentas. Aún así, siempre y cuando la atención sea dirigida hacia la condición humana el miedo se mantendrá presente y continuará saliendo por otra parte.

El comentario que aquí ofrezco va para todo aquel que esté listo para abrirse a otra posibilidad. Entonces, esto es lo que me siento inspirado a compartir en función a tu pregunta. Pero antes que nada permíteme establecer una base.

Todo problema surge a raíz del deseo de continuar percibiéndome como un ser humano separado de la Totalidad. Esa identificación con un “yo separado” és lo que da lugar a la experiencia de carencia. En función a esa identificación con este “yo” es que me encuentro buscando en el mundo lo que sea que yo crea me pueda hacer sentir “pleno” o “feliz”. Sólo que, tarde o temprano nos daremos cuenta de que nada en el mundo puede llevarme a la experiencia de plenitud debido a que plenitud es lo que Soy. La búsqueda de la plenitud es la negación de la plenitud misma.

Entonces, ¿qué podría aportar aquí que quizá te pueda servir de apoyo? Miremos a algunas de las cosas que dices para por lo menos empezar a quitarle el peso de culpa. Dices: “La relación se terminó porque yo le mentí respecto a mis novios…” Para efectos del contexto en el que aquí estamos hablando, la relación se terminó porque tocaba que se terminase. ¡Final de la historia!

“Nosotros” no tenemos el “poder” ni el “libre albedrío” de establecer o terminar relaciones. Relaciones simplemente se establecen al igual que se terminan por una Voluntad Universal que es la que está cargo de todo lo que aparenta tener lugar en la experiencia humana. Lo importante no es si una relación dura o no. Lo importante es establecer el propósito de esa relación, y ni siquiera eso lo establecemos “nosotros”, pero no vamos a entrar ahí.

Si el propósito de la relación es derivar placer, buscar compañía de manera que se pueda dejar de sentir ese sentido de carencia, el resultado inevitable será sufrimiento. Ahí es donde entra el juego de qué decir al igual de qué no decir por miedo a “perderlo”. Porque de nuevo, tienes miedo a perderlo porque partes de la premisa que tú eres una entidad separada, por consiguiente, carente.

Sin embargo, si el propósito de la relación es perdonar, es sanar, entonces no es cuestión de qué decirle o hacer, o qué no decirle o no hacer dado que eso es irrelevante. Es mirar todo miedo que surge de manera que pueda ser visto ante la luz de la Verdad y poder ser liberado. Según nos liberamos del miedo, lo curioso del caso es que ya la relación deja de tener importancia. Es simplemente un ocurrir como cualquier otro. Si nos toca permanecer en esa relación se observa como un ocurrir, de la misma manera, si toca que esa relación se termine también se observa como un ocurrir. Sólo que nuestra paz no se mantiene perturbada por lo que sea que tenga lugar.

No hay razón por la cual puedas sentir culpa una vez que eres consciente de que nada ocurre por voluntad “personal”.

Luego dices: “Me es fácil perdonar lo que ellos hicieron, me es fácil verlos luego "inocentes", pero me es imposible verme como inocente, no dañina y ver que todo se dio bajo el amor de Dios.”

La realidad es que el “yo” no puedo perdonar a nadie sin primero perdonarme a mí mismo porque el perdón que se refleja “afuera” es el perdón que siento por mi mismo. En otras palabras, si hay miedo en mi, sí o sí, voy a percibir miedo en el mundo. Lo que ocurre es que crees que estas perdonando al “otro” porque quizás intelectualmente dices: “yo te perdono a ti”. Pero esa rabia o ira que crees has “perdonado” en el “otro” la sigues sintiendo, solo que la diriges hacia ti. Recuerda, sólo existe Uno, no existen “otros”. Por lo tanto, si sientes rabia o irá en ti, no importa que creas que hayas “perdonado” a “otros” o no, el perdón en sí, no se ha consumado.

Entonces, la confusión de niveles que observo con tu pregunta la cual es muy típica es que “tú”, estás identificada con tu “personaje” como si fuese la “realidad”. Desde ahí es que crees que “tú” puedes perdonar. Es decir, al identificarte como “persona” ya estas identificada con el ego. Y es ahora que el ego (persona) intenta “perdonar”.

Pero el ego no puede perdonar porque si perdonase se deshace a sí mismo. Por lo tanto, “tú” no puedes decir que “tú” has “perdonado” a "nadie", ni siquiera puedes decir que “te has perdonado” a ti o que “te juzgas a ti”, porque “tú” ¡no existes!

Pero esto es algo que “tú” no puedes comprender porque la creencia en un “tú” ¡es el obstáculo mismo!

El perdón lo que hace, no es intentar entender ni siquiera perdonar nada, aunque ese es el término que se utiliza para efectos didácticos. Simplemente el perdón es pasar por alto lo que las ilusiones muestran para no perder de vista lo único que es Real. Como cuando vas al cine. Lo único que es real es la pantalla, no la película que se le proyecta. En ese sentido, perdonar sería el equivalente a pasar por alto la película, no importa cuan “real” aparente ser, y tomar conciencia de que lo que tienes en frente, que es lo único real, es la pantalla en la que se le proyecta la película.

Es por eso que Un Curso de Milagros nos dice lo siguiente sobre el perdón: “El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho en realidad nunca ocurrió. El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad. W-pII.1.1:1-2

Miremos ese extracto más detenidamente. Llevémoslo oración por oración:

“El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho en realidad nunca ocurrió.”
Es decir, si este mundo es una proyección, nada ni nadie está haciendo nada porque nada a “ocurrido”.

“El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad.”
Es decir, para "yo" "perdonar" algo primero tengo que hacerlo real. Pero si nada es real, ¿que se tendría que perdonar? Al tú creer en tu “realidad” como “ser humano”, crees en la "realidad de “el mundo”, en la “realidad” de “otros” y en la “realidad” de todo lo que tiene lugar en él. Es entonces que te encuentras intentando “perdonar”.

Pero una vez que se percibe la irrealidad de todo no hay nada que “perdonar”. Si acaso observar. Y no soy "yo" el que observa porque ¡no hay "nadie" "aquí!

Quien observa es la mente que sueña el sueño, la mente que me sueña a "mí". Por eso es que el Curso muy bien dice: “El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada [..] Simplemente observa, espera y lo juzga.” W-pII.1.4:1-3

En ese sentido, perdonar no es algo que “tú” “haces”. Es lo que naturalmente tiene lugar cuando se despoja la experiencia presente de significado. ¿Por qué crees que el Curso comienza con la lección: “Nada de lo que veo significa nada.” W-pI.1? Porque va, poco a poco, entrenando a la mente a dejar de proyectarle significado al sueño, pues al dejar de darle valor se va desapegando de él de manera que, finalmente, una vez se percata de que es un sueño pueda despertar de él.

Si observas tu pregunta te darás cuenta que sufres por el significado que le estás proyectando a tu experiencia. La relación con esa persona se deshace e inmediatamente la mente que está identificada con el personaje “yo” empieza con: “¿qué significa esto?” y así sucesivamente. Y en función al significado que le des experimentas placer o sufrimiento. Sí, no obstante, se despoja de significado la experiencia presente el resultado inequívoco es paz interior.

Como podrás ver, el objetivo no es necesariamente “cómo resolver” mis “problemas” en el “mundo”, ni siquiera qué quiero en el mundo. Más bien, si mi prioridad es la paz sobre todas las cosas o no. Y para que esa paz sea mi prioridad, y esto es lo que el ego no quiere oír, el deseo por el mundo de las ilusiones se tiene que caer.

Tal como me recuerda el Curso: "Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas. Las ha examinado y se ha dado cuenta de que no le ofrecen nada. Ahora procura ir más allá de ellas, al reconocer que otro sueño sólo le ofrecería lo mismo que los demás." W-pI.185.5:1-4

Pero presta mucha atención, inclusive hice un video sobre ello para clarificar algo. El deseo por el mundo es lo que sostiene la condición humana, es lo que sostiene el “yo” que me creo ser. Por consiguiente, se perpetúa en el tiempo y espacio mientas este “yo” aparente “existir”. Por lo tanto no estoy diciendo que haya algo incorrecto porque deseos surjan. Deseos seguirán surgiendo, a menos que en el guion toque que dejen de surgir. Sin embargo, cada vez que se hace uno más consciente, el deseo de sostener el mundo es lo que se va cayendo.

En otras palabras, puede surgir el deseo de ir en una dirección; grabar un disco, deseo por una pareja, generar mas dinero, etc. El deseo puede surgir debido a un patrón inconsciente a no soltar la experiencia humana. La diferencia es, no hay deseo por SOSTENER eso que se desea.

Ejemplo, digamos que surge el deseo de tener una pareja. Y sin sentirte culpable por ello ni intentar suprimirlo te encuentras moviéndo en dirección a buscar esa pareja. Pero mientras eso tiene lugar eres totalmente consciente de que esa pareja no te va brindar nada; no te va a hacer feliz. Sin embargo, el deseo está ahí. Entonces la vida te presenta una pareja. La diferencia es que no intentas SOSTENER esa relación. Simplemente respetas que el deseo te llevó hasta ahí, lo disfrutas plenamente, pero en el momento que la relación empieza a hacer demandas de tí que no van en acorde a tu deseo profundo por la paz, no es que intentes huir de esa relación porque eso no sería perdonar. Pero no te sometes a las demandas de la relación para intentar sostenerla.

En otras palabras, si tú quieres viajar sola por ejemplo, y la pareja te dice que no lo hagas porque sino la relación se rompe, le das un beso y un abrazo por el tiempo que compartieron juntos, agarras tus maleta y te vas de viaje porque el interés no es SOSTENER nada, sino vivir el presente, confiando en la vida, nunca perdiendo de vista que lo único que importa es la paz, ¡nada más!

Eso no implica que no puedan haber acuerdos en la relación. Pues si tú quieres que esa relación perdure tendrás que preguntarte si de verdad es importante que ignores el deseo de irte  de viaje, siempre y cuando no resientas esa decisión. Pues de lo contrario, si él se quiere ir de viaje en un futuro, y lo hace, te vas a sentir resentida, traicionada, y vas a terminar culpándole.

Cuando tu deseo es por la Verdad (la Paz) y no las ilusiones, ya no buscas relaciones para sentirte plena. Simplemente ves como la vida te pone en relaciones, de nuevo, con el propósito de sanar. Y si se supone que continúen juntos por el resto de tu vida en este mundo, no es por lo que “tú” hayas “hecho” o dejado de “hacer”, sino porque es lo que tocaba en el guion.

Y para cerrar esta nota con el misterio de la paradoja, si te encuentras en una relación en la que no te fuiste de viaje por complacerlo a él, pero luego él se fue de viaje y te sentiste traicionada y resentida, es porque eso es lo que tocaba en el guion de la misma manera que en el guion toca que escriba estas palabras. ¿Cómo lo sé? Porque es lo que está ocurriendo. Por lo tanto, si en el guion toca que escriba estas palabras y, a su vez, qué “alguien” las lea, confío en que eso forma parte del plan universal el cual desconozco.

#nickarandes