Wednesday, July 29, 2015

Siento que Soy Mala Madre, Farsante, Hipócrita, Egoísta, Aun Cuando Todos Me Consideran una Buena Persona, ¿Como Supero Esto?

Pregunta: "Tengo muchos años practicando o intentado vivir de una manera “espiritual”, he tomado todos los cursos y talleres imaginables, medito siempre que puedo y llevo el Curso de Milagros desde hace bastante tiempo y hoy me doy cuenta – con un vacío y dolor inmenso – que no soy ni me aproximo siquiera a todo eso que yo deseaba ser.

La gente que me rodea – no sé por qué – me tienen en un gran concepto; piensan que soy una gran persona, muy “buena”, armoniosa, amorosa, espiritual y no sé qué tantas cosas más. Nada más lejos de la verdad. Me demuestran su cariño y sus palabras son sinceras pero ahora sé (y no es falsa modestia) que nada de eso que “ven en mí” es real. Ni todo lo que yo me he creído ser o lo que ellos ven, es verdadero. Y me siento una farsa, ésa es la verdad.

Veo a personas sencillas, que no tienen grandes conocimientos, que quizá no han leído tanto como yo y mucho menos el Curso ni nada de eso; y viven con congruencia ese amor y esa paz. Mi amiga con la que hoy hablé; siempre fue muy apegada a la iglesia, arraigada por educación y costumbre familiar. Ella vive en paz, en total aceptación con sus circunstancias cualquiera que estas sean, se abandona y confía ciegamente a la voluntad de Dios. No se pelea con su realidad, sea como se presente, vive feliz siendo mamá, esposa, mujer y amiga, pero honestamente. Y vive cada uno de esos roles desde su corazón.

Ahí es donde me siento tan farsante y tan perdida. Yo no soy y nunca he sido una buena mamá; amo a mis hijos y daría la vida por ellos; pero a veces siento que me estorban, me enfadan, disfruto más mis momentos cuando no están en casa y cuando están casi nunca “estoy con ellos”; yo ando en lo mío y los apoyo en lo necesario pero no me he entregado en cuerpo y alma como lo hacen otras mujeres de manera tan natural. Siempre me he dado cuenta de esto, pero nunca he podido hacerlo de otra manera. Soy tan egoísta.

Mi esposo es un gran hombre, compañero, amigo; y yo a veces lo trato mal porque estoy de mal humor, soy intolerante, impaciente con él; me desespera y llego a ser despectiva. Me noto demasiado intolerante y crítica hacia todas las personas, incluso aquellas que digo querer. Mi familia, mis amigos, los critico, me desesperan, me enfadan; soy amable sólo por quedar bien, (porque tampoco puedo ser grosera) pero no es una bondad que salga naturalmente desde mi corazón.

Quizá por fuera parezca que sí soy todas esas cosas buenas y amables, pero en mi interior hay mucha rabia, mucho coraje y en mi mente critico, juzgo y rechazo lo que hacen los demás. Pocas veces me siento auténtica, pocas veces lo que expreso es en realidad algo que venga de mi corazón. ¿Cómo puedo hacer para dejar de ser así."

Comentario: Lo que estás experimentando es el proceso transitorio a través del cual el sistema de pensamiento del ego empieza a reconocer que su identidad está siendo amenazada. “El ego atacará tus motivos tan pronto como éstos dejen de estar claramente de acuerdo con la percepción que él tiene de ti. En ese caso es cuando pasa súbitamente de la sospecha a la perversidad, ya que su incertidumbre habrá aumentado. Es evidente, no obstante, que no tiene objeto devolverle el ataque. Pues ¿qué podría significar eso, sino que estás de acuerdo con su evaluación acerca de lo que eres?” T-VII.4:6-9

Cuando te compares con las experiencias de tus amistades donde crees que ellos o ellas están muy felices viviendo la vida que están viviendo, pues eso no significa que ese sentir de soledad que todos sentimos no esté siendo cubierto por otras distracciones de el mundo.

Una persona que está muy identificada con el sistema de pensamientos del ego es imposible que esté abierta a este mensaje pues todavía cree que el mundo de alguna manera le puede llenar el vacío que siente. Es ahí como el sistema de pensamientos del ego re dirige la atención hacia afuera para evitar el profundo sentir que surge a raíz de deshacer su sistema de pensamiento. Y no estoy insinuando de que tu amistad no esté de verdad viviendo desde una integridad de paz y felicidad, pueda que sí, al igual que pueda que no.

A lo que voy es, tú has elegido el camino de la liberación de las ilusiones, de la liberación de las limitaciones, de la liberación del sueño, de la liberación del miedo para unirte al amor que realmente eres.

Por consiguiente todo lo que estás sintiendo es simplemente la resistencia, la culpa inconsciente que surge para ser vista y entregada a la verdad. Lo que observo en tu comentario es que ese sentir que estás experimentando ahora lo justificas con lo que tú consideras debería ser el comportamiento “correcto”.

Crees que eres una mala madre porque no haces lo que crees que las “buenas” madres “deberían” hacer. Si tu supieras cuantas madres están bajo anti depresivos por suprimir sus emociones por miedo a ser juzgadas como malas madres te sorprenderías. Crees que eres una mala esposa porque no estás asumiendo el papel que crees que deberías asumir. Crees que eres una mala persona porque crees que nunca deberías enfadarte y que siempre deberías estar sintiéndote en perfecta ecuanimidad.

La realidad es que eres una muy buena madre, has hecho tu trabajo, sólo que también tienes que reconocer que el papel que le hemos adjudicado a las madres al igual que a parejas o amistades lo cual conlleva también un sentido de sacrificio, no necesariamente tiene que ver con lo que el papel de una buena madre, pareja o amistad es. Y aunque crees que no estás siendo auténtica paradójicamente ahora sí es que de verdad estás empezando a ser auténtica porque te estás brindando la oportunidad de sentir.

Esto no significa que vas a dejar que ese sentir ahora dirija tu comportamiento, simplemente significa que cuando ves la resistencia saliendo no culpas ni a tus hijas ni a tu marido ni el mundo, NI a ti misma, simplemente reconoces que es un sentir que lo que está pidiendo es ser abrazado para que se desintegre en el amor quereres. Este proceso requiere paciencia, mucha paciencia y confianza.

Sólo que como es una experiencia nueva para ti aparenta ser muy abrumadora. No obstante no hay razón por la cual sentirte culpable ni mal, simplemente es el proceso a través el cual todas esas oscuridades están saliendo a la superficie para ser sanadas.

Y tú a un nivel inconsciente has elegido recordar quién eres y este camino requiere tener el coraje de mirar lo que nadie quiere mirar. Por lo tanto no cometas el error de compararte con amistades que según el ego te vende son personas que están donde tú crees que deberías estar. Dices que son felices, dices que están en ese amor, pero tú no sabes lo que está ocurriendo detrás de esa máscara. Y de nuevo, no estoy insinuando que esas personas no sepan felices, eso yo no lo sé, lo que si estoy haciendo hincapie es que dejes de juzgarte y honra tu proceso.

No hay ninguna razón por la cual tengas que preocuparte, simplemente es continuar poniendo un pie enfrente al otro. Permitirte sentir sin justificar lo que sientes. Y si sientes que tienes que hablar con alguien para apoyarte en tu proceso, no tengas miedo de pedir ayuda, solo que primero pones al Espíritu Santo al mando a raíz de humildemente reconocer que estás abierta a sanar y la vida misma se encargará de los medios perfectos (añadiduras) para apoyarte en tu proceso.

Recuerda: “Trataremos ahora nuevamente de llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación. No puedes encontrarla en las nubes que rodean la luz, y es ahí donde la has estado buscando. No está ahí. Está más allá de las nubes, en la luz que se encuentra tras ellas. Recuerda que tienes que atravesar las nubes antes de poder llegar a la luz. 6Pero recuerda también que jamás encontraste nada que fuese duradero o que realmente quisieras en los tapices de nubes que te imaginabas.
Puesto que todas las ilusiones de salvación te han fallado, seguramente no querrás quedarte en las nubes buscando en vano ídolos falsos, cuando te sería tan fácil llegar hasta la luz de la verdadera salvación. Trata de ir más allá de las nubes utilizando cualquier medio que te atraiga. Si te resulta útil, piensa que te estoy llevando de la mano, y que te estoy guiando. Y te aseguro que esto no será una vana fantasía.” W-pI.70.8:1-6;9:1-4

Por lo tanto te felicito por el coraje de mirar en los cañones del inconsciente para sanar.