Pregunta: “Hola
 Nick. Estoy leyendo un curso de milagros y ahí dice que la expiación es
 a través del perdón. Estoy viviendo una situación en la que hace 5 años
 estoy separada del papá de mis hijos, pero nos seguimos viendo y 
teniendo relaciones sexuales como si fuéramos pareja. Hace 
aproximadamente 2 meses me enteré que él tiene una relación con otra 
mujer desde hace 4 años. Para mi eso es una infidelidad, pero él dice 
que no es así porque no vivimos juntos y no somos pareja. He tratado de 
dejar de verlo pero me pongo mal estoy de malas, dejo de comer y todo el
 tiempo estoy llorando. Regreso de nuevo a verlo pero no puedo estar 
tranquila con esta situación. Me siento traicionada y no sé que debo 
hacer. Por favor dame un consejo para que pueda seguir. Pienso que debo 
seguir con él y perdonar y que Dios va a cambiar la situación.”
Comentario:
 Si ustedes están separados él tiene todo su derecho a hacer lo que 
quiera con su vida, aun cuando ustedes sigan acostándose. Pero eso no se
 queda ahí, vamos al polo opuesto. Aunque ustedes estuviesen “juntos”, 
él también es libre y tiene todo el derecho de hacer lo que quiera con 
su vida al igual que tú.
Pero dejemos eso a un lado por ahora y empecemos por este comentario tuyo: ‘Pienso que debo seguir con él y perdonar y que Dios va a cambiar la situación.” 
El
 seguir con él o no es algo que sucederá naturalmente a raíz de un 
cambio de mentalidad o según como se vaya desenvolviendo el guión que ya
 está escrito. Lo que no queremos es cometer el error de creer que 
tenemos que quedarnos en una relación conflictiva o dolorosa por culpa o
 por creer que hay que primero “perdonar” completamente, pues eso es 
tortura. 
Siempre digo que se  puede perdonar el 
“infierno” desde el cielo. Es otra manera de decir que se puede 
practicar el perdón experimentando los mismo beneficios sin estar en una
 relación pues el perdón es para la mente no para la forma. Por lo tanto
 se practica aun cuando la persona no esté presente. Y si es una 
relación digamos, conflictiva y / o abusiva, que en tu situación ese no 
es el caso, es mejor salir de esa relación primero y desde ese otro 
espacio poner en practica el perdón.
Solo que si se deja la 
relación se hace sin culpar ni justificar reconociendo que él está en tu
 vida porque a un nivel así lo pediste pues eso es lo que el ego utiliza
 para justificar el sentido de víctima, lo cual ahora, si Se Lo 
Permites, el Espíritu Santo puede corregir y sanar esa culpa 
inconsciente donde ya no hay necesidad de proyectársela al mundo, en 
este caso, pareja. Esto es algo que no todo el mundo quiere oír, y sin 
embargo ahí está la clave de la verdadera liberación: por eso se nos 
recuerda de muchas maneras en el curso:
"Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos." T-31.V.15:8 
"Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas." T-12.VII.7:6 
"El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo." T-27.VIII.10:1
“Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí.“ T-21.II.2:5
Segundo,
 cuando dices que Dios va a cambiar la situación, esa puede ser otra 
manera de auto engañarnos para no tomar responsabilidad y no querer 
mirar el miedo escondido. Dios no cambia nada, si acaso es el ego el que
 “cambia” las cosas para que aparentes lucir “mejor” antes de darte otro
 golpe que por algo se nos recuerda que el mantra del ego es: “Busca, pero no halles.” T-12.IV.1:4 
Si
 estamos haciendo el curso "bien," y bien para mi significa experimentar
 los resultados que el curso promete, lo que cambia, si vamos a utilizar
 esa palabra, es nuestra percepción de las cosas. Y a ese cambio es a lo
 que tienes acceso cada vez que eliges la mentalidad del Espíritu Santo,
 cada ves que eliges el perdón. 
Por lo tanto, según el ego, un 
“cambio” sería que él deje de acostarse con esa otra persona para que tú
 seas “feliz.” Sin embargo, el cambio de mentalidad que el Espíritu 
Santo te ofrece es que puedas aceptar que tu pareja se acueste con otra,
 o con quien le de la gana, sin que tu felicidad sea afectada. ¡Ese es el cambio que deseas!
En
 tu caso no obstante, donde él no te está maltratando ni haciendo nada 
malo, excepto de vivir su vida, vamos ahora a ver el único problema que 
veo en tu situación el cual és, tú crees que el mundo es tu fuente de 
sustento, tu fuente de amor, y por consiguiente crees que tu pareja te 
“debe” algo. Las relaciones de pareja según el ego son para llenar el 
vacío que cada uno siente, por eso es que se buscan entre si, y eso lo 
que crea es dependencia (miedo).
La relación de pareja no 
obstante según Un Curso de Milagros es para apoyarnos a ver los miedos 
escondidos de manera que puedan ahora ser sanados y retornar la menta a 
la completa identificación con Dios, con el Verdadero Amor. Cuando están
 “juntos” no es para de alguna manera sacrificar su libertad y quedarse 
uno con el otro sino que para aprender a verdaderamente ser libres.
Y
 esta libertada no tiene nada que ver con ir acostándose con quien uno 
quiera, a menos que ahí esté la oportunidad para perdonar en alguna 
relación, sino que mas bien para sanar toda dependencia del mundo, toda 
dependencia de una pareja y así puedas descansar en el amor de Dios como
 tu único sustento. Una vez que uno se siente lleno del amor de Dios, 
las relaciones de parejas se utilizan para profundizar esa relación con 
el Ser.
Por consiguiente, en tu situación, el perdón te ofrece la
 oportunidad de mirar todos esos miedos que surgen a raíz de lo que 
ocurre en tu vida de manera que dejes de necesitar controlar y de 
sentirte como víctima. Como consecuencia ahora puedes sentirte 
agradecida por haber podido ver conscientemente todos los miedos 
escondidos que se encuentran en tu inconsciente, y que tu relación te ha
 brindado la oportunidad de aflorar.
La pregunta es, ¿quieres 
sanar o quieres justificar tu sentir con el comportamiento de tu pareja?
 Eso es lo que tienes que mirar. Pues tu pareja, siendo una proyección 
de la mente, es lo que utilizas para justificar tu deseo de sentirte 
como víctima; para solidificar en tu mente la creencia de que eres un 
ser humano separada de Dios y por consiguiente sufres, o puedes ahora 
cambiar el propósito, no solo de tu relación sino que de todas tus 
relaciones, y utilizarlas para sanar el miedo, para sanar la dependencia
 del mundo y retornar tu atención a lo único que de verdad es valioso; 
tu recordar que eres el amor infinito, la dicha absoluta, la paz 
permanente, la abundancia completa, que en una palabras se le conoce 
como Dios.