Friday, October 30, 2015

El Ego Intenta Dividir la Situación en Segmentos

“…el ego cree que la manera de "resolver" los conflictos es fragmentándolos, y, así, no percibe la situación como un todo. El ego, por consiguiente, intenta dividir la situación en segmentos y lidiar con cada uno de ellos por separado, pues tiene fe en la separación y no en la unidad…Cuando el ego se enfrenta a un aspecto de la situación que parece ser difícil, trata de trasladarlo a otro lugar y resolverlo allí.” T-17.VI.6:9-10…7:1

Al percibirse uno como un ser separado de todo aparenta ser como que hay muchos problemas que resolver y por consiguiente se tienen que resolver de una manera diferente y específica. Sin embargo el curso mismo nos recuerda: "Es fácil entender las razones por las que no le pides al Espíritu Santo que resuelva todos tus problemas por ti. Para Él no es más difícil resolver unos que otros. Todos los problemas son iguales para Él, puesto que cada uno se resuelve de la misma manera y con el mismo enfoque." T-26.II.1:1-3

Cuando se da uno la oportunidad de descansar en esos espacios de quietud el enfoque no es en ningún problema en específico ni siquiera buscando soluciones específicas a ninguna experiencia.

Mas bien cuando simplemente se recuerda que nuestra esencia es el espacio el cual lo contiene todo, al recordar que nuestra esencia es la unidad, lo que ocurre es que se descansa en una paz y con la mente aquietada surge la inspiración que lleva a actuar. A eso se le conoce como acción correcta espontánea.

Ademas de encontrarse uno actuando o diciendo, si es que hay algo que se tenga que decir al igual que haya algo que se tenga que hacer, simultáneamente, siendo uno parte del todo, de una forma digamos “misteriosa”, si hay algo aparentemente “externo” que se necesite para que ese problema pueda ser resuelto se presenta en forma de añadidura.

La añadidura es algo que se puede experimentar en la forma. Pero es muy importante recordar que la resolución del problema ocurrió en el momento que la mente se aquietó. En otras palabras, no estamos hablando de resolver problemas en el mundo, en la forma. Es ahí como el sistema de pensamientos del ego nos distrae de la Verdad. Eso es a lo que el extracto que compartí nos intenta decir con: "Cuando el ego se enfrenta a un aspecto de la situación que parece ser difícil, trata de trasladarlo a otro lugar y resolverlo allí.” T-17.VI.7:1

A lo que voy es, cuando la mente se siente abrumada por las situaciones o experiencias que aparentan estar sucediendo, que es así como la mente se percibe como fragmentada, al brindarnos la oportunidad de traer la atención al presente deja la misma de distraerse con el mundo de las formas y descansa en esa paz.

Una vez que se toma consciencia de esa paz ya no importa si se “arregla” o se “soluciona” el problema pues la mente no se percibe atemorizada, no se percibe distraída por el problema. La mente está ahora en un estado mas bien neutro, de observadora en vez de reactiva.

Solo que paradójicamente se podría decir que desde ese espacio se provee la ayuda, si es necesaria, para lidiar con ese problema en el mundo de las formas. Eso es a lo que mucha gente le llaman “sincronicidades” o “casualidades” o según la teología contemporánea dualista “milagros.” Pero ya sabemos que según el curso, un milagro es un cambio de mentalidad no un cambio de ilusiones. Yo prefiero llamarles añadiduras.

Siempre es importante recordar que este proceso de descansar en la paz de Dios es simplemente para no dejarnos distraer por el sistema de pensamientos del ego que es el que cree en la fragmentación; que es el que cree en el mundo que vemos; que es el que cree en el “yo” separado que aparenta estar teniendo esta experiencia. Descansar en capaz de Dios es únicamente para recordar una y otra vez que no somos esta experiencia de separación.

De lo contrario la gente puede intentar utilizar descansar en la paz para resolver problemas y eso simplemente mantiene la atención en la creencia de creer ser un ser separado, y esa es la creencia fundamental que tiene que ser erradicada de la mente. De esa manera todos los problemas simultáneamente se "resuelven". ¿Por qué? Porque no hay ningún problema ya que no hay un “yo”, no hay un “mundo”, en otras palabras, no hay nada. Solo la creencia en un “yo”, solo la creencia en un “mundo” es lo que me distrae de la Verdad.

Y sí, en el mundo de las formas existen los problemas. Así que no estamos negado ni pretendiendo que no hay problemas. A lo que voy es, cuando la mente no se deja distraer, se lidean con esos problemas desde la paz y no desde el miedo. Que por eso se nos recuerda: “Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos.“ W-pI.155.1:1-3

Pero para los efectos de diferenciar entre la Verdad y las ilusiones, utlizando la analogía del sueño, cuando estoy durmiendo y me pongo a soñar, y en el sueño me experimento teniendo problemas, ¿que es lo que necesito hacer, resolver el problema o los problemas en el sueño, o simplemente despertar? La contestación es obvia. Despertar del sueño pues en el sueño no hay problemas que resolver solo la creencia de creer que existo en el sueño y de que el sueño es la realidad.

Lo mismo en este plano físico. Aunque me encuentro lidiando con "problemas", lo importante es recordar que no tengo que preocuparme por qué decir ni qué hacer sino que primero llevar la mente al momento presente y recordar lo que soy, que es por eso que se me recuerda: “Cuando no estás en paz ello se debe únicamente a que no crees que estás en Él. Mas Él es el Todo de todo. Su paz es absoluta y tú no puedes sino estar incluido en ella. Sus leyes te gobiernan porque lo gobiernan todo. No puedes excluirte a ti mismo de Sus leyes, si bien puedes desobedecerlas. Si lo haces, no obstante, y sólo en ese caso, te sentirás solo y desamparado porque te estarás negando todo.” T-8.IV.1:2-8

Una vez que mi atención está en el momento presente, libre de las distracciones, confío en que lo que tenga que hacer o decir surgirá espontáneamente. Eso es confiar en la vida. Eso es confíar en el Espíritu Santo, eso es confiar en Dios.

"Estoy aquí únicamente para ser útil.
Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará.
Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar." T-2.V.18:2-6