Wednesday, May 4, 2016

¿Por Qué Tengo Miedo a Unirme?


Pregunta: “Nick, ¿por que tener miedo a Unirme, por que me aterrorizaría?.... Gracias saludos. ¿Como miro en retrospectiva?”


Comentario: Imagínate un niño que comete una travesura y la madre le dice que cuando llegue su papá le va a castigar. Cuando el padre está llegando a la casa el niño atemorizado se esconde en la cama y se arropa por miedo al castigo de su padre. Sin embargo su padre no le interesa castigarlo sino que darle un fuerte abrazo.


Lo que sucede es que el niño se ha creído la mentira de la madre y por consiguiente no confía de que su padre le quiere dar un abrazo. Cuando el padre llega y pregunta por el niño el niño no quiere salir por miedo a ser castigado, el padre que llama al hijo y el no viene le dice a su hermanito mayor que lo vaya a buscar para que el padre le pueda dar un abrazo. El hermanito mayor le dice que salga de la cama que su papá le quiere dar un abrazo pero el niño lo ignora porque cree más en la mentira que su madre le había dicho.


En esta analogía el hermanito mayor representa el Espíritu Santo, la madre representa el ego, y el papá representa Dios. Para los efectos de nuestra experiencia física, al habernos creído separarnos del Padre, nos hemos escondido en un cuerpo y hemos proyectado un mundo de separación para que así podamos escondernos de Dios quien sólo quiere amarnos.


Pero mientras nos creamos la mentira del sistema de pensamientos de el ego que dice que no somos merecedores de el amor de Dios y que Dios nos va a castigar por habernos separado de Él, esa es la razón por la cual nos atemoriza unirnos al Padre.


No obstante, mientras mantengamos la práctica de el silencio, de la quietud, de elegir la paz como lo más importante, ese miedo inconsciente se va erradicando ya que estamos eligiendo a nuestro hermanito mayor que en este caso como ya mencioné sería Jesús, Espíritu Santo, o como prefieras llamarlo. Y a raíz de un cambio de mentalidad, en su debido momento cuando ya dejemos de tenerle miedo a Dios, cuando dejemos de tenerle miedo al amor, será entonces el momento que nos quitaremos las sabanas de encima (dejar el cuerpo a un lado), saldremos del cuarto (mundo físico) y nos encontraremos con nuestro Papá para que nos dé ese abrazo que es el amor mismo reconociéndose a si mismo.


Por lo tanto mientras creas ser un cuerpo en un mundo de separación se puede decir que tienes miedo a unirte al Padre. O mejor dicho a unirte a Ti Misma, de unirte a tu hermano. Según se vaya erradicando la culpa inconsciente de la mente, aunque todavía te percibas como un cuerpo en un mundo de separación, la mente estará más identificada con el amor que realmente eres y vives el gozo del amor hasta que estés lista y en su debido momento, como he mencionado, cuando sea tiempo te dejar el cuerpo a un lado despertamos de este sueño.


Y con relación a tu segunda pregunta, mirar en retrospectiva es simplemente observar todo lo que ha transcurrido en tu vida para que te des cuenta de que todo tenía un propósito perfecto aunque no lo podías ver mientras estabas atravesando esas experiencias. Un ejemplo serie, digamos una persona que está atravesando una enfermedad se podría preguntar llena de angustia, ¿por qué me ocurre esto a mí?


Sin embargo, adelantándonos al “futuro”, a raíz de esa experiencia embarca en una búsqueda espiritual y luego al paso del tiempo puede reconocer el propósito de esa enfermedad el cual era llevarla a una rendición total para empezar a accesar al amor y la paz que mora en esa persona. Consciente de ello, puede que si le preguntases a esa persona ahora si su enfermedad fue una maldición, esa persona, en RETROSPECTIVA, te diría que fue el regalo mas grande que la vida le abría podido hacer.


Ahora, es imposible mirar en retrospectiva si te sientes como víctima debido a que utilizarás el pasado simplemente para corroborar tu miedo. Por lo tanto, si no puedas ahora mismo sentirte agradecida por todo lo ocurrido, mirar en retrospectiva no te sirve de nada. Recuerda que el pasado solo sirve para empañar este momento presente, que es el momento en el que Dios nos habla a través del Espíritu Santo diciéndonos, “Si supieras Quién camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que pudieses experimentar miedo.” T-18.III.3:2 “¡Ay, criatura de Dios, si supieses lo que Dios dispone para ti, tu gozo sería absoluto!.” T-11.III.3:1