Wednesday, November 2, 2016

LECCIÓN 240 El miedo, de la clase que sea, no está justificado.


1. El miedo es un engaño. 2 Da testimonio que te has visto a ti mismo como nunca podrías ser y, por lo tanto, contemplas un mundo que no puede ser real. 3 Ni una sola cosa en ese mundo es verdad. 4 Sea cual sea la forma en que se manifieste, 5 sólo da fe de tus ilusiones acerca de ti mismo. 6 No nos dejemos engañar hoy. 7 Somos los Hijos de Dios. 8 El miedo no tiene cabida en nosotros, pues cada uno de nosotros es parte del Amor Mismo.

Miremos ese extracto más detenidamente:

“1. El miedo es un engaño. 2 Da testimonio que te has visto a ti mismo como nunca podrías ser y, por lo tanto, contemplas un mundo que no puede ser real. 3 Ni una sola cosa en ese mundo es verdad. 4 Sea cual sea la forma en que se manifieste, 5 sólo da fe de tus ilusiones acerca de ti mismo.”

El engaño es que al creer ser un ser humano viviendo en un mundo de separación, te has visto a ti mismo como nunca podrías ser, un cuerpo ambulando por el mundo. Y como los sentidos dan testimonio de esa creencia inconsciente en la mente, no se puede intentar a este nivel físico erradicar esa creencia porque, de nuevo, este nivel físico corrobora la creencia subyacente de que soy cuerpo y no mente. Dado ese el caso, todo lo que se hace a este nivel simplemente nos mantendrá corriendo en círculos. ¡No hay salida!

“6 No nos dejemos engañar hoy. 7 Somos los Hijos de Dios. 8 El miedo no tiene cabida en nosotros, pues cada uno de nosotros es parte del Amor Mismo.”

Para tomar conciencia de que soy parte de el amor mismo necesito dejar de prestarle atención a lo que me distrae. Todo lo que creo sentir es una distracción porque me hace creer que soy un cuerpo, todo lo que creo ver es una distracción, todo lo que creo escuchar es una distracción, todas mis interpretaciones son simplemente distracciones porque me hacen creer que hay un ¨ "yo" que de verdad "ve", "escucha" y "sabe".

Es por eso que el único recurso para poder ser consciente del amor que soy es la rendición total en cada momento libre de interpretaciones.

Por algo se nos recuerda: "El milagro llega silenciosamente a la mente que se detiene por un instante y se sumerge en la quietud.” T-28.I.11:1

Es por eso que sólo se puede experimentar el amor que somos cuando se deja de buscar ya que la búsqueda se hace con el intelecto y paradójicamente el intelecto es el obstáculo que no nos permite experimentar el amor que somos, no el amor que se “encuentra”.

No obstante, el intelecto se utiliza con todo su razonamiento para que llegue el momento que lo podamos dejar a un lado, y es por eso que todo es útil, pues a final de cuentas, el amor se revela, no después de una exhausta búsqueda, sino que cuando estamos listos. Ya eres amor y por consiguiente no puede existir el miedo. Así que no es cuestión de “buscar” sino que mas bien de soltar. Y eso es perdonar.

Cerremos esta nota con la oración que nos sugiere esa lección:

“2. ¡Cuán infundados son nuestros miedos! 2 ¿ Ibas acaso a permitir que Tu Hijo sufriese? 3 Danos fe hoy para reconocer a Tu Hijo y liberarlo. 4 Perdonémosle hoy en Tu Nombre, para poder entender su santidad y sentir por él el amor que Tú también sientes por él.”