Tuesday, February 21, 2017

No Se Si Volver A Empezar Los Ejercicios, ¿Mis Hijos Son Míos Aunque Seamos Uno?

Pregunta: Hola Nick me he perdido, he llegado al punto que no se como trabajar el perdón, es como si todo se me hubiese mezclado. No se si volver al ejercicio primero y volver a empezar. Y gracias por tus vídeos, nos ayudan mucho, aunque que reconozco que hay ideas que se me resisten. Como por ejemplo en la teoría entiendo, pero de corazón te digo mis hijos son mis hijos aunque todos seamos uno.”

Comentario: Las lecciones simplemente lo que hacen es hacerte consciente de manera que reconozcas que todo es proyección y este es un mundo de ilusión, por consiguiente pones en práctica el perdón para reconocer que tu naturaleza es algo que va más allá de esta experiencia física. El problema es que tú crees que el perdón tiene que ver con las lecciones y según vas haciendo las lecciones vas perdonando "mejor."

Mientras continúas creyendo que eres un cuerpo estarás constantemente poniendo en práctica el perdón hasta que deje de ser necesario. Entonces ésta experiencia física se deja a un lado. No es que tengas que empezar con las lecciones una vez más sino que vas haciéndolas tal como se te indica y observas la resistencia que surge. Cuando las terminas observarás que Jesús te dice que no habrá más lecciones específicas en el sentido de que no habrá más lecciones en el formato como las estás leyendo sino que una vez completas el libro de ejercicios es cuestión de llevarlas a la práctica a tu vida diaria, no volver a leerlas de nuevo, a menos que de tu corazón surge el deseo de volverlas a leer. Pero eso es una decisión personal, no una regla.

Así es como Jesús nos dice en el epílogo del libro de ejercicios una vez terminas las lecciones. “Ya no se asignarán más lecciones específicas, pues ya no son necesarias. En lo sucesivo, oye tan sólo la Voz que habla por Dios y por tu Ser cuando abandonas el mundo para buscar en su lugar la realidad. El dirigirá tus esfuerzos, diciéndote exactamente lo que debes hacer, cómo dirigir tu mente y cuando debes venir a Él en silencio, pidiendo Su dirección infalible y Su Palabra certera. Suya es la Palabra que Dios te ha dado. Suya es la Palabra que elegiste para que fuese la tuya propia." (Epílogo-3:1-5)

Y en tu caso no es que se te haya olvidado perdonar sino que todavía estás teniendo experiencias de apego y hay mucha confusión ahí. Estás intentando utilizar el perdón para experimentar algún tipo de “resultado”, como un cambio en lo físico, y no es ahí hacia donde el perdón va dirigido, aunque un efecto secundario pudiera ser ese, sino que hacia el reconocimiento de que tu realidad es mente, de que tu realidad es Dios y no cuerpo separado en un mundo de separación. Ahora el “resultado” por así decirlo, no es que algo en tu vida cambie sino que tu mentalidad acerca del mundo cambia. Y lo que se experimenta a raíz de ese cambio de mentalidad es una paz que sobrepasa todo entendimiento. Eso es todo.

Hablas también de que tus hijos son tus hijos aunque todos somos uno y el problema es que estás hablando desde tú como personaje, como individuo separado, y el perdón no es para ti como individuo, es para la mente que te está soñando a ti. Esa es la que tiene que despertar, y desde ese espacio es que somos uno. No desde esta experiencia física. Por lo tanto, se paciente contigo misma y simplemente observa los sentimientos que surgen para recordar que no sabes absolutamente nada y por consiguiente te abres a la mentalidad del Espíritu Santo.

Según te vas abriendo a esa comprensión, el miedo a soltar el sueño se va desvaneciendo en reconocimiento de que tu realidad es mente y no cuerpo. Entonces todo esto empieza a hacer perfecto sentido. Mientras tanto simplemente continúa haciendo tu proceso de perdón al igual que las lecciones tal cómo se te van dando, sin intentar adelantarte ni acelerar el proceso. En este y cada momento lo que se requiere es paciencia y confianza en el proceso.