Se me hicieron dos preguntas por dos personas diferentes, sin embargo opté por compartir mi comentario a las dos en esta nota.
Pregunta 1: “Hola Nick te paso a
contar que me pasa o siento algo contradictorio, ya que por un lado tengo miedo
de dejar de que me gusten las personas y quedarme soltera para siempre, etc. Y
por otro lado quiero dejar de gustar de las personas o soltar la interpretación
de "atracción" es decir, no logró entender como puedo dejar de gustar
de alguien, sé que las imágenes ilusorias no nos pueden hacer sentir nada y soy
yo interpretando nada más, pero aunque sé esto no se como calmarme porque
cuando me atrae mucho alguien siento que mis sentimientos y pensamientos se
disparan, se alborotan muchísimo y trato de no interpretar nada de lo que
siento o pienso cuando veo esa persona pero esto me termina ganando igual, Nick
que harías tú en este proceso? Te agradezco mucho.”
Pregunta 2: “Hola Nick que tal, mí
pregunta es: ¿Existe la atracción sexual y el enamoramiento" o es sólo una
creencia? ¡Gracias!“
Comentario: El ego se espiritualiza y agarra todos estos conceptos y los
tergiversa. Te dice que si tu relación con Dios fuese “pura” o si fueses una
persona “espiritual” no “deberías” sentir deseos. A eso se debe que individuos
que se dejan llevar por el ego sienten culpa cuando deseos surgen por lo que
buscan la manera de suprimirlos, intentar evadirlos, o se escapan a una cueva o
forman comunidades para así no lidiar con el mundo que según ellos es la
“causa” por la cual los deseos afloran.
Parte de la programación que conlleva
tener la experiencia de ser un ser humano es que deseos van a surgir. Si te
gusta una persona no se te pide que niegues ese deseo, aunque eso es lo que el
ego te diría ya que de esa manera el ego sostiene el conflicto interno y la
sensación de culpa dándole mas realidad al sueño. Hay un extracto de Un Curso
de Milagros que dice, “He
dicho repetidamente que el Espíritu Santo no quiere privarte de tus relaciones
especiales, sino transformarlas.” T-17.2:2
En otras palabras si el deseo surge
inocentemente se observa mientras que simultáneamente haces tu trabajo de
perdón. Hacer el trabajo de perdón no significa que no puedas conocer a esa
persona y entablar una relación sino de que seas consciente de que el propósito
de la relación es permitir que los obstáculos al amor salgan para ser sanados.
De esa manera los deseos y las ilusiones que el ego utiliza para distraer a la
mente de la verdad ahora con el apoyo del Espíritu Santo serán utilizados para
retornar la mente a su estado natural.
Eso de que tengas miedo de dejar de
sentir por otra persona es la trampa que el ego te vende para que te sientas
aterrorizada en este momento ya que el sistema de pensamientos con el que te
estás identificando no podría concebir una vida sin desear a otra persona, o
sin desear algo. De hecho, este mundo se “sostiene” simplemente por el deseo de
sostenerlo. Y ese deseo surge a raíz de la culpa inconsciente, a raíz del miedo
que le tenemos a Dios.
Sin embargo al tu utilizar esos deseos y
ponerlos en manos del Espíritu Santo, según la mente se va transformando, los
deseos que surgen a raíz de la culpa y que por ende se les proyecta a las
imágenes se caen por su propio peso hasta que el deseo mismo de sostener el
mundo deje de tener valor.
Pero el Espíritu Santo, siendo plenamente
consciente de nuestro miedo nos va llevando poco a poco de la mano. Por lo
tanto, si te sigues sintiendo atraida a una persona (todavía deseas el mundo),
no hay razón para sentirse culpable. Simplemente al igual que todo, primero
cámbiale su propósito al conscientemente elegir el sistema de pensamientos del
Espíritu Santo. Un Curso de Milagros lo plantea de la siguiente manera: “El Espíritu Santo sólo te pide este
pequeño favor: que cada vez que tus pensamientos se desvíen hacia una relación
especial que todavía te atraiga, te unas a Él en un instante santo y ahí le
permitas liberarte.” T-16.VI.12:1 Luego
observa cómo se va desenvolviendo el guión.
Vamos a mirar la segunda pregunta. La
atracción sexual al igual que el “enamoramiento” no existen de la misma manera
que el personaje “yo” tampoco existe. En otras palabras cuando utilizamos el
término “existir”, lo único que Existe es Dios y nada más. De ahí en adelante
todos son creencias (ilusiones). Y las creencias surgen de la mente que está
soñando el sueño. Si la mente que sueña el sueño dice que para que el personaje
“viva” necesita oxígeno entonces dentro del sueño necesitamos “respirar” para
poder “vivir”.
Sin embargo, al igual que con la primera
pregunta, dentro de nuestra “aparente” experiencia de “vida”, con la ayuda del
Espíritu Santo, los deseos que surgen los cuales el sistema de pensamientos de
el ego los utiliza para sostener su identidad separada se van cayendo por su
propio peso cuando se les deje de valorar. Y eso sucederá sin ninguna sensación
de perdida ni sacrificio. Cuando el mundo se deje de desear por el gozo y la
dicha que sentimos al querer unirnos a Dios, el último deseo que “sostiene”
este cuerpo se deja a un lado. Ese es el deseo de respirar. Y con una dulce
sonrisa se libera uno del cuerpo y el sueño de separación desaparece. La mente
retorna a su estado natural de amor puro, plenitud infinita, paz eterna, dicha
plena y felicidad.