Tuesday, April 18, 2017

Estoy Deprimida Hace Mucho Tiempo No Le Encuentro Sentido A Nada

Pregunta: “Hola nick como estas ...Te escucho siempre. ..solo una pregunta ...estoy deprimida hace mucho tiempo .no le encuentro sentido a nada .hago el curso hace 6 años. .Me conecto casi siempre. .Pero cuanto estoy desconectada. Me deprimo.”

Comentario: Entiendo perfectamente como te sientes. Por lo tanto, respetando tu experiencia, lo que me gustaría hacer es simplemente explorarla juntos a ver si se puede colar un rayo de luz. Empecemos por lo siguiente. Estás teniendo una experiencia. La experiencia la etiquetas depresión. Para los efectos de la practica del perdón, lo único que podemos hacer cuando estamos experimentando un proceso es abrirnos completamente a él sin hacer juicios ni interpretaciones del mismo, y como todo, cada experiencia corre el rumbo que tenga que correr.

El sistema de pensamientos del ego solo quiere que mantengas tu atención en lo físico, haciéndote creer que eres un cuerpo. Y por consiguiente, todo tipo de sensación física dirige la atención al cuerpo. Es por ello que el proceso aparenta ser tan difícil, porque no queremos soltar nuestra identidad como cuerpo. En otras palabras, no queremos “morir” por así decirlo. Pero el concepto de “muerte” solo le pertenece a la creencia de que somos un cuerpo. Nuestra realidad en Dios no puede “morir” porque es vida eterna.

Por consiguiente, cuando dices que cuando estas conectada no te deprimes, en realidad es imposible no estar “conectada” porque tu eres Dios. El “yo” que dice que esta “conectada” o no, ese es el “yo” falso. Y esa identificación con ese “yo” falso (cuerpo físico, identidad separada, ser humano o como quieras llamarlo) es lo que mantiene a la mente distraída de la verdad.

Puedes empezar por rendirte completamente a esa experiencia en completa aceptación, independientemente de que te sientas inclinada a buscar ayuda mas formal, sin hacer interpretaciones de ella. Que de nuevo, ese es en sí el proceso de perdón. Según toda esa resistencia al amor, el cual tiene muchos nombres; depresión, ira, tristeza, placer, en fin cualquier sensación física que trae tu atención al cuerpo va saliendo a la superficie para ser observada y liberada, lo que hay detrás de todo ello es esa paz y ese amor que es lo más congruente a tu verdadera identidad.

Hay una lección en el curso que dice:

“Trataremos ahora nuevamente de llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación. No puedes encontrarla en las nubes que rodean la luz, y es ahí donde la has estado buscando. No está ahí. Está más allá de las nubes, en la luz que se encuentra tras ellas. Recuerda que tienes que atravesar las nubes antes de poder llegar a la luz. Pero recuerda también que jamás encontraste nada que fuese duradero o que realmente qui¬sieras en los tapices de nubes que te imaginabas.
Puesto que todas las ilusiones de salvación te han fallado, seguramente no querrás quedarte en las nubes buscando en vano ídolos falsos, cuando te sería tan fácil llegar hasta la luz de la verdadera salvación. Trata de ir más allá de las nubes utilizando cualquier medio que te atraiga. Si te resulta útil, piensa que te estoy llevando de la mano, y que te estoy guiando. Y te aseguro que esto no será una vana fantasía.” W-pI.70.8:8-6;9:1-4

En ese extracto te habla de que para ser consciente de la verdad tienes que atravesar primero las nubes. Y en la penúltima oración te recuerda que si te resulta útil que te imagines que el Espíritu Santo te lleva de la mano. Lo importante es que reconozcas que aunque a nivel físico tu experiencia no es cómoda, que en realidad no está pasando nada. Lo que no queremos es que entres en el juego de creer que como cuerpo estas “conectada” o no. Simplemente estás viviendo una experiencia que como toda experiencia física no significa nada.

Eso no significa como mencioné anteriormente que no puedas pedir ayuda a nivel físico si te sintieses inclinada a hacerlo. Lo que te estoy exhortando es que dejes todas tus interpretaciones a un lado y te abras a la experiencia. Desde ese espacio confía en lo que te sientas inclinada hacer. Al final de cuentas se podría decir que la depresión no es en si “mala”. Es más bien la presión que la vida pone sobre ti para que sueltes todas tus máscaras y te liberes.

Por consiguiente, sin etiquetar tu experiencia como “depresión”, simplemente dale la bienvenida, y a raíz de eso por lo menos se erradica el sufrimiento. Y de nuevo, suelta la idea de que estas “conectada” o no. Eso es otra distracción que te hace creer que eres un “cuerpo” que a veces se “conecta” y a veces no. No eres cuerpo, no eres esta experiencia física, eres pura consciencia y nada mas.

Yo recuerdo hace muchos años atrás, recién comenzando con Un Curso de Milagros, tuve una experiencia en la cual sentí como si una nube negra acaparó mi mente, lo cual fácilmente podría etiquetarla como depresión. En ese momento ni siquiera entendía al proceso del perdón ni sabia lo que estaba ocurriendo. Sin embargo después de un tiempo, en cuestión de un instante desapareció. Aunque en ese momento no comprendí lo que había ocurrido, reconozco ahora que todo en este mundo físico es experiencia. Y que si dejo mis interpretaciones a un lado puedo vivirlas sin sufrimiento. A eso se le conoce como la paz que sobrepasa todo entendimiento.

De nuevo, todo lo que el sistema de pensamientos de el ego quiere es que tú creas que eres un cuerpo. Y toda experiencia que tengas se utilizará con ese propósito. Y no estoy hablando solo de la depresión, estoy hablando de todo, hasta el placer mismo. Por eso es que la gente busca ayuda cuando experimenta dolor. Pero cuando las cosas “bien” quieren seguir identificándose con su identidad como cuerpo. Aquí es donde tú tienes que hacerte la pregunta honesta la cual es, ¿deseo la paz de Dios y por consiguiente liberarme o quiero seguir identificada con mi cuerpo y desear este mundo?

Pues recuerda: “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2

Me gustaría no obstante añadir lo siguiente. El desear ser un cuerpo es lo que te lleva a la depresión. El desear la Verdad es lo que te ibera de ella. Sin embargo, como tu identificaron es con el cuerpo, con el mundo, te aterrorizaría desear la paz de Dios porque eso significaría para ti dejar todo aquello que todavía valoras, como tu familia, tu cuerpo, tus deseos y posesiones personales, etc. Claro que todo eso se va a tener que dejar a un lado. Sin embargo, el Espíritu Santo tiene una manera muy amorosa de liberarte. Por lo tanto, desear la paz de Dios de corazón empieza primero por liberate del miedo. Y miedo es lo que ahora mismo estás sintiendo. Por lo tanto no tienes nada que perder sino que mas bien todo que ganar.

Cuando te entregas a la Verdad no es que tu “mundo” va a desaparecer y lo vas a “perder” todo. Lo que si va a ocurrir es que el miedo se va a ir desvaneciendo de tu mente y en su debido momento, cuando estés lista para regresar a Dios, es ahi cuando desaparece el mundo (despiertas del sueño).

En resumen, estás observando la resistencia al amor que en tu caso toma la forma de “depresión” ya que esa es la etiqueta que le has adjudicado. Pero en realidad es simplemente un obstáculo al amor que lo que requiere es atención, amor, no rechazo. Así que dejando la etiqueta de depresión a un lado o cualquier juicio o interpretación a esa experiencia, abrázala y abrázate con toda la comprensión qué eres. Pues es así como recuerdas que tu realidad es amor, que tu realidad es aceptación total.

Deja de resistir la experiencia y entrégate a ella ahora mismo. Ese es el equivalente a entregarse a Dios completamente. Vive cada momento y cada experiencia desde esa entrega total. Y ahi te das cuenta que la depresión al igual que cualquier otra etiqueta que le des a experiencias “incómodas” o “placenteras” son todo lo mismo. Son simplemente experiencias que al igual que las nubes en el cielo son pasajeras. Rechazas las experiencias incómodas y sufres mientras las vives. Te aferras a las experiencias placenteras y sufres cuando las pierdes. Es un callejón sin salida.

Lo importante es que seas consciente de que eres el cielo y no las nubes. Pues la depresión (nube) no es lo que eres, ni siquiera los pensamientos que tienes sobre ella es lo que eres. Lo que eres es el amor que lo contiene y lo acepta todo (el Cielo). Asume esa actitud y observarás hasta como tu percepción de la depresión cambia en este momento. Ya no eres prisionera de la “depresión” ni de ninguna de tus experiencias. ¡Eres libre!