Friday, April 21, 2017

Persona Experimenta Deseo Por La Masturbación Después de Estudiar el Curso Y La Culpa Que Siente


Pregunta: Hola Nick pensé que con vuestro libro y más el curso todo iba ir poniéndose en orden y en paz pero algo de antaño me surge q me incomoda pero no sé si combatirlo o dejarlo respetuosamente, seré precisa y clara. Qué pasa ahora que yo como mujer encuentro satisfacción en forma personal o deseo de satisfacer un impulso sexual o deseo a través de la masturbación constante y que para lograrlo recurro a diversas opciones cada vez más sofisticadas como utensilios o vistas o videos sin necesidad de pareja.

Y al realizarlo no me incomoda lo que me incomoda es que si debo o no continuar es un debate tremendo en donde por un lado siento la satisfacción por motivo del acto y luego inmediatamente surge la cuestión o culpa o lamento de que si es algo que debe suceder o ya es un vicio pues o algo o motivó o realmente lo busco, pero me intriga si vine a este sueño para satisfacer está inquietud o debo de controlarlo o como dejarlo fluir sin que al final acabé debatiendo entre el placer de satisfacción de una necesidad contra la cuestión de hasta cuando voy a dejar esto o si estoy condenada a seguir hasta acostumbrarme.

Hasta este escrito me tomo semanas redactarlo hacia vos en donde mi voz interior me dice muchas cosas que espero no molestarte o que me pase del límite con este cuestionamiento con vos, pero bueno el desahogo con vos es aún un nuevo debate entre si debí o no compartir esto tan intimo con vos. Conforme avanzo salen más cosas y me doy cuenta pero la verdad cosas como estas que al concluirlas me incomodan después como reflexionando de no creo que vine a este sueño solo a masturbarme o satisfacerme. Con confianza escribo y mil disculpas pero ya estoy embolatada. Entenderé si respondes o no y bueno de algo se que me sirvió escribiros. Muchas gracias.”

Comentario: El placer físico, y observa que estoy hablando puramente de placer, esa sensación que al igual que el dolor, se experimentan con el único propósito de hacerte creer, o se podría decir, de mantener tu atención fija en la creencia de que eres un cuerpo. Es prácticamente imposible negar tu experiencia como cuerpo cuando todas esas sensaciones están presentes. No se te pide que las niegues pero sí que seas consciente de que su origen es una condición mental cuyo propósito es mantenerte distraída de la verdad. Y por cierto, antes de continuar quiero que sepas que ésto aplica a cualquier otro tipo de comportamiento impulsivo por así decirlo. Para ti quizá es el tema de la masturbación. Para otro puede ser droga, alcohol, fumar excesivamente, la comida, necesidad de atención, etc.

Volviendo a tu experiencia, la masturbación, o el sexo mismo, si se expresan no obstante, no hay razón por la cual sentirse culpable. El trabajo del perdón va llevando la mente a que se vaya identificando con un sistema de pensamiento, que para los efectos de Un Curso de Milagros se le conoce como Espíritu Santo pero en realidad lo puedes llamar Sabiduría Interna, Mente Recta, o ni siquiera darle un nombre, y a raíz de esa elección la paz se va asentando más y más en la mente por lo cual los impulsos van disminuyendo.

La paz que se va experimentando a raíz de un cambio de mentalidad, en la cual la identificación con el Ser va empezando a tomar primera posición en la mente hace que esos impulsos físicos vayan poco a poco, como ya mencioné, disminuyendo ya que la culpa inconsciente se va deshaciendo y la sensación de plenitud que ya eres se va experimentando.

La búsqueda del placer a nivel físico es otra manera de satisfacer una necesidad, un deseo que sólo tiene lugar cuando nos sentimos necesitados, carentes o incompletos. Lo importante es que reconozcas, y esto lo repetiré constantemente, que tener esos deseos e incluso satisfacerlos no es razón para sentirse culpable, pero sí ser consciente que lo que los impulsa es la culpa inconsciente que se genera a raíz de la identificación con el sistema de pensamientos de el ego (la creencia de que somos un cuerpo). De nuevo, esto no requiere castigo simplemente una corrección. Si no hubiese culpa inconsciente en la mente no habría experiencia “humana”. Así que todos, de una manera u otra experimentamos el mismo miedo aunque se exprese en diferentes formas para cada “individuo”.

El Espíritu Santo, de nuevo, no te culpa ni te condena porque sientas esos deseos. Simplemente te exhorta a que elijas Su sistema de pensamiento de manera que Él pueda hacer la corrección a nivel mental y los deseos, de nuevo, en su debido momento se caerán por su propio peso. Lo que no quieres es seguir alimentándolos. Alimentándolos no significa que no vuelvan a surgir ni que no los satisfagas. Significa que cuando surgen, observar las historias que la mente hace alrededor de ellos y conscientemente has tu trabajo de perdón. Siéntelos, y dales el espacio de ser sentidos sin actuar. De lo contrario cuando surgen utilizarás los pensamientos para alimentarnos por lo cual se intensifica el deseo y entras en un círculo vicioso del cual no puedes salir. Al principio no será fácil pero según tu deseo por la verdad aumenta, como mencione anteriormente, lo deseos disminuirán en intensidad y dejarán de ser una distracción. Pero esto si es muy importante, que tu deseo por la verdad sea genuino.

Me gustaría mencionar un extracto del curso que puede que te sea útil. Dice, “El ego atacará tus motivos tan pronto como éstos dejen de estar claramente de acuerdo con la percepción que él tiene de ti. En ese caso es cuando pasa súbitamente de la sospecha a la perversidad, ya que su incertidumbre habrá aumentado. Es evidente, no obstante, que no tiene objeto devolverle el ataque. Pues ¿qué podría significar eso, sino que estás de acuerdo con su evaluación acerca de lo que eres?” T-9.VII.4:6-9

Comparto este extracto porque en tu pregunta mencionas que estos deseos empezaron a incrementar después de leer mi libro y poner en práctica Un Curso de Milagros. La realidad es que ni leer mi libro ni practicar Un Curso de milagros fue lo que incrementó esos deseos. Lo que ocurre es que cuando empezamos un camino para deshacer el sistema de pensamientos de el ego, el aferramiento que tenemos a nuestra identidad es tan fuerte que aparenta como si el ego se revela y busca la manera de mantener nuestra atención en él. Lo interesante del caso es que el ego no es el que llama nuestra atención, pues el ego sólo existe en nuestra imaginación porque somos nosotros los que deseamos sostenerlo. Recuerda que nuestra identidad personal surge a raíz de elegir al ego. Y soltar esa identidad es una manera de “morir.” Eso aterroriza el ego, que de nuevo es lo que creemos ser.

Por lo tanto, una vez más, ese exceso de placer que derivas a raíz de tu experiencia es simplemente la resistencia a la verdad que en tu caso se expresa a nivel de esos impulsos físicos de la misma manera que para otros se expresa a través de otros impulsos. Y repito, esto no requiere castigo ni significa que sientas que estás haciendo algo “mal” o “incorrecto”. Simplemente requiere corrección, y aquí sí se requiere que de tu parte seas mas consciente. El Espíritu Santo te apoya cuando lo eliges a Ël. Esa es tu elección. Y por eso se le conoce como “La pequeña dosis de buena voluntad.” T-18.IV Sin embargo me gustaría añadir lo siguiente. En realidad la pequeña dosis de buena voluntad requiere un deseo continuo por la verdad. Mucha gente se cree que es cuestión de hacer una meditación de cinco minutos y luego continuar con su vida diaria como siempre.

En mi experiencia ese no es el caso. Este es un trabajo que se hace a diario y constantemente. No estoy hablando de “meditar” las 24 horas ni nada así por el estilo. Pero si requiere mantener a la mente vigente y alerta, y eso es algo que hago en cada momento de la mejor manera que puedo. Mientras estoy en el metro, mientras estoy comiendo, mientras estoy en una conversación, mientras observo el impulso de sentirme atraído hacia alguien, en otras palabras es un trabajo que hago en todo momento. Y te podría decir que no es un trabajo arduo. Todo lo contrario. Mientras más se va erradicando el miedo a soltar la identidad personal más se da cuenta uno lo simple que es el proceso. Fácil para mi no ha sido debido a la resistencia. Pero de que el trabajo es simple, eso sí.

Pero si esto se hace con el propósito de sentirse “mejor” o para “arreglar” nuestros problemas, esa no es motivación suficiente para continuar haciéndolo. Pues eso sería el equivalente a continuar deseando el mundo de ilusiones, desear la identidad como personaje, sólo que un poco más “cómoda”. Aquí estamos hablando del deseo por la verdad. De hecho, el curso lo plantea de la siguiente manera: “Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2

Y lo que nos lleva a esta búsqueda finalmente es el sufrimiento constante y la culpa inconsciente que motiva nuestras acciones. Así que en tu caso, y repito una vez más, tu experiencia no es razón para sentirte culpable ni estás haciendo nada “malo”. Sin embargo no puedes negar la pérdida de paz que sientes cuando esos impulsos “placenteros” se apoderan de ti. Y eso no es felicidad. Y por cierto, por si el ego intenta utilizar lo que acabo de decir para auto engañarse, el deseo por el placer es pérdida de paz. Nisargadatta Maharaj una vez dijo: “Todo placer, físico o mental, necesita un instrumento. Tanto los instrumentos físicos como mentales son materiales, se cansan y se desgastan. El placer que producen es necesariamente limitado en intensidad y duración. El dolor es el fondo de todos tus placeres. Los quieres porque sufres. Por otra parte, la misma búsqueda del placer es la causa del dolor. Es un circulo vicioso.”

Un Curso de Milagros lo plantéa de la siguiente manera: “El pecado oscila entre el dolor y el placer, y de nuevo al dolor. Pues cualquiera de esos testigos es el mismo, y solo tienen un mensaje: ‘Te encuentras dentro de este cuerpo, y se te puede hacer daño. También puedes tener placer, pero el costo de este es el dolor’. A estos testigos se unen muchos más. Cada uno de ellos parece diferente porque tiene un nombre distinto, y así, parece responder a un sonido diferente. A excepción de esto, los testigos del pecado son todos iguales. Llámale dolor al placer, y dolerá. Llámale placer al dolor, y no sentirás el dolor que se oculta tras el placer. Los testigos del pecado no hacen sino cambiar de un término a otro, según uno de ellos ocupa el primer plano y el otro retrocede al segundo”. T-27.VI.2:1-9

Por lo tanto tienes una gran oportunidad para poner en práctica el perdón, y si a nivel físico esa condición se convierte en una obsesión incontrolable, mientras continúas poniendo en práctica el perdón pueda que te sientas inclinada a pedir ayuda a nivel formal.

Por la naturaleza de tu pregunta no sé si esto ha sido un problema que has tenido siempre o simplemente algo que salió a la superficie recientemente a raíz de emprender este nuevo camino. Y si ese es el caso, continúa tu proceso de perdón haciendo los ejercicios y confía en lo que te sientas inclinada a hacer en termino de buscar ayuda formal o no. Y si sientes que necesitas buscar ayuda puedes practicar invitar al Espíritu Santo a que te acompañe en ese proceso. Simplemente es confiar en que Él está contigo en cada momento mientras que haces tu parte como investigar sobre esa experiencia y los tipos de apoyo que hay disponibles. Y si se supone que vayas a algún terapeuta o grupo de apoyo, confía en que es lo correcto para ti en ese momento simplemente porque es lo que está ocurriendo y nada mas. Y que el Espíritu Santo está tomando la forma de ese terapeuta o grupo de apoyo solo que para que te vayas encaminando hasta que dejes de necesitarles.

Y por ultimo, cuando preguntas sobre si viniste a este mundo a experimentar esos placeres, etc., no viniste a este mundo a experimentar nada porque en realidad no estás aquí. La realidad no es cuerpos separados experimentando placeres o dolores. La realidad es que somos Dios, que somos amor, que somos plenos. Esta experiencia física es simplemente una distracción nada más. El perdón no arregla los problemas a nivel físico porque no hay problemas y no hay físico. El perdón sólo le recuerda a la mente que su realidad es en Dios.