Pregunta: “¿Se puede llegar a la liberación del sufrimiento a través del Amor Incondicional y el inegoismo, aún siendo ateo? Te pregunto esto, me surgió esta duda existencial. En mi caso, tengo tendencia devocional, pero precisamente como creo en un DIOS AMOROSO, siento que Él no excluiría de la Salvación a la gente que no cree en su existencia, más bien crearía una forma o método a través del cual puedan llegar a Él a través del Amor aún siendo ateos.
Swami Vivekananda en su libro ¨Karma Yoga¨ escribe lo
siguiente:
<<El karma yoga, por lo tanto, es un sistema de moral
y religión destinado a alcanzar la libertad mediante el inegoismo y las buenas
obras. El karma-yogui no necesita creer en ninguna doctrina. Puede aún ni creer
en Dios, puede no inquirir nada acerca de su alma ni pensar en ninguna
especulación metafísica. Tiene su propio objetivo, su modo especial de alcanzar
el inegoismo, y debe lograrlo por sí solo. Cada instante de su vida debe ser
realización porque él tiene que resolver solo por la acción,, sin ayuda de
doctrina ni teoría alguna el mismo problema al cual el gñani aplica su razón e
inspiración y el bhakta su amor.>>
¿Que piensas al respecto? ¿Podrías decirme algo? Lo tengo
dando vueltas en mi mente, y realmente siento que puede ser así, y me alegra
mucho que así sea. Hasta siento que es coherente el hecho de que Dios, siendo
el Amor Incondicional mismo, incluya a todos los seres en su Amor, aún a aquellos
que por su naturaleza o por su historia personal no crean en Él, y les cree un
camino amoroso de regreso al Padre. Muchas gracias por leer, ojalá puedas
ayudarme. Abrazo.”
Comentario: La
contestación simple y directa es que sí, no obstante me gustaría elaborar un
poco y por consiguiente dejar de hacer lo simple complicado. Dios, amor
incondicional, como sea que lo quieras llamar es lo que eres. No necesitas
“llegar” a ello haciendo ningún tipo de practica especial. Sin embargo, al
haber uno negado esa verdadera identidad, aparenta como que hay que buscar la
manera de experimentarla, de “llegar a ella”. Creer en Dios o no es
irrelevante. Otra manera de decirlo seria, creer en el amor o no es
irrelevante, pues una vez mas, eso es lo que eres. Un Curso de Milagros lo
plantea de la siguiente manera: “El
ego no es más que una parte de lo que crees acerca de ti. Tu otra vida ha
continuado sin ninguna interrupción, y ha sido, y será siempre, completamente
inmune a tus intentos de disociarte de ella.”
T-4.VI.1:6-7
Todo lo que se necesita es dejar a un
lado todas nuestras interpretaciones personales para que así no podamos sino
que ser conscientes de ese amor que ya somos, para ser conscientes del Dios que
ya somos. Por lo tanto no hay en realidad nada que hacer. Ser consciente
requiere una sola cosa; estar dispuestos a humildemente reconocer que no
sabemos nada, y así permitir que la Sabiduría interna haga Su trabajo sin
interferencia de nuestros juicios. Por eso me gusta siempre compartir el
párrafo 7 de la lección 189 que dice:
"Haz simplemente
esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo
que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca
del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de
todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo
pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se
siente avergonzada. No conserves nada. No traigas contigo ni un solo
pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual
sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad. Olvídate de este mundo,
olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios." W-pI.189.7:1-5
Lo que hace difícil este trabajo es que
para entregarnos completamente a Dios tenemos que soltar nuestro sentido de
identidad como personaje separado. La pregunta que haces por ejemplo, la está
haciendo un personaje que se cree que está haciendo una pregunta. Ese sentido
de un “yo” haciendo esa pregunta es simplemente una proyección que mantiene a
la mente distraída en el sueño.
Es por eso que mi comentario no va
dirigido a intentar entender algún tipo de práctica espiritual o personal sino
que más bien hacerse consciente de que esta experiencia física no es nuestra
realidad. Y por consiguiente nada de lo que se hace aquí puede afectar nuestra
verdadera esencia, que aunque le puedas llamar amor, Dios, sabiduría, infinito,
etcétera, se mantendrá inmutable e inafectada por cualquier creencia que
tengamos sobre nosotros mismos. Puedes creer que eres un ateo y aún así sigues
siendo Dios de la misma manera que puedes creer que no eres un ateo y sigues
siendo Dios.
De hecho, si te consideras ateo en el
sentido de que no crees en un Dios dogmático o una religión formal o práctica
especial está perfectamente bien y no te desvía del camino al despertar. Si te
consideras ateo porque tienes algún rechazo hacia Dios sufres, no por rechazar
a Dios sino que porque el rechazo de cualquier manera que se experimente es
identificación con el miedo. Vamos a mirar la otra cara de la moneda. Si
digamos que te consideras una persona “creyente”, mas sin embargo te la pasas
juzgando, esa actitud no difiere en lo absoluto con la actitud de un ateo refiriéndome
a un ateo identificado con el miedo, no uno que simplemente no cree en el
dogma.
En resumidas cuentas si dejas a un lado
tus interpretaciones personales (juicios) la paz y el amor es lo que se
extenderá a través de ti en cada momento y por consiguiente eres libre de todo
sufrimiento. Alcanzaste la experiencia que tanto habías estado buscando, que
paradójicamente no podías experimentarla por el mero hecho de estarla buscando.
Así que te tengo buenas noticias, eres libre de sufrimiento ¡ahora! La pregunta
que te hago no obstante es ¿puedes aceptar lo que te acabo de decir?