Comentario: Todo ser
humano que se identifique con la creencia de que es un cuerpo y de que este
mundo es su realidad sufre. La liberación del miedo y de todo sufrimiento sólo
tiene lugar cuando somos conscientes de que nuestra realidad es el amor que va
más allá de esta experiencia física.
Entiendo perfectamente como te sientes al
creer que tu realidad es ésta experiencia física, sin embargo lo que voy a
compartir como respuesta a tu pregunta va dirigida a una persona cuyo deseo es
la verdad y no las ilusiones. Por lo tanto tenemos que ser consciente que tu
pregunta no proviene de a una persona que desea la verdad, aunque creas que sí.
Pues como te diriges a mí para que comparta un comentario, utilicemos esta
experiencia para simplemente clarificar algunos conceptos de la enseñanza no
dual de Un Curso de Milagros que pueden haber sido tergiversados.
Primero que nada lo que observo de tu
pregunta es la típica confusión de niveles. Por consiguiente vamos primero a
compartir una respuesta desde lo que se le considera la verdad mientras que
luego vamos a lo práctico manteniendo los pies en la tierra por así decirlo.
Nuestra realidad en Dios es algo que va
más allá de esta experiencia física. Al olvidarnos de eso creemos ser un “ser
humano” viviendo en un “mundo” de experiencias personales donde creemos ser un
cuerpo que nace, muere, y entre medio tiene infinidades de experiencias.
Algunas las llamamos dolorosas y otras placenteras, y por consiguiente nos la
pasamos toda la “vida” evitando el dolor y buscando el placer.
Pero mas allá de esta experiencia hay una
paz, un reconocimiento de que lo que realmente somos es algo infinito, libre,
donde no existe el miedo ni el sufrimiento, solo amor. Esa es la experiencia
hacia donde el curso nos lleva. Sin embargo para poder tener acceso a esa
experiencia tenemos que dejar de poner nuestra atención fija en la que
aparentamos estar teniendo. Por eso hablamos tanto del silencio, de los
Instantes Santos.
En el caso de tu hija, y que para todos
los que creen que esta experiencia es su “realidad” tienen tu mismo problema
solo que en el mundo de las formas aparenta ser “diferentes” que el tuyo, la
creencia en que tu hija existe y tu apego hacia ella es lo que utilizas para
corroborar la creencia de que tú existes y por consiguiente de que este mundo
es tu realidad. Por lo tanto, como mencioné a principios de mi comentario, tu
pregunta no viene de una persona que desea despertar de este sueño y reconocer
su realidad en Dios sino que viene de una persona que está apegada al sueño y
ahora quiere utilizar la espiritualidad para “arreglarlo”.
Pero aunque se “arreglase” tu “aparente”
problema el miedo y el sufrimiento permanecerá ya que el miedo, que es lo mismo
que la culpa inconsciente, es lo que lleva a la mente a proyectar un sueño de
separación. Por eso el curso nos dice: “Los sueños que te parecen gratos te retrasarán tanto como
aquellos en los que el miedo es evidente. Pues todos los sueños son sueños de
miedo, no importa en qué forma parezcan manifestarse. El miedo se ve adentro o
afuera, o en ambos sitios. O puede estar oculto tras formas agradables. Pero
nunca está ausente del sueño, pues el miedo es el elemento básico de todos los
sueños.” T-12.IV.2:1-5
La experiencia que estás teniendo con tu
hija es simplemente el currículo qué a ti se te presenta para que profundices
en el perdón y no para que trates de arreglar el problema que tú crees tener.
El problema no es que tienes una hija autista, aunque eso es lo que el ego te
haría creer. El problema es que se te olvidó que tu ahora mismo eres parte de
Dios. Por eso se nos recuerda: “En
Dios estás en tu hogar, soñando con el exilio, pero siendo perfectamente capaz
de despertar a la realidad:..."
T-10.I.2:1
Si no tienes esto claro toda tu atención
va a estar fija en el mundo de las ilusiones, el cual en este caso es
intentando “curar” a tu hija, y esa experiencia es la que el ego utiliza para
mantenerte distraída de la verdad. Y como mencioné anteriormente, todos tienen
el mismo problema sólo que para ti es tu hija mientras que para otro será el
dinero, para otros serán problemas de salud, para otro será problema de
trabajo, para otros pareja, para otros baja auto estima, y de la misma manera
para otros será el placer que derivan de cosas que desean del mundo. Es todo lo
mismo. Por eso el curso nos recuerda: "Cualquier cosa en este mundo que creas que es buena o
valiosa, o que vale la pena luchar por ella te puede hacer daño y lo hará." T-26.VI.1:1
Vamos ahora a abordar otro aspecto de tu
pregunta. El típico autoengaño que surge es cuando empezamos a utilizar los
conceptos del curso como que el mundo es una ilusión y que la enfermedad no
existe para justificar comportamientos que simplemente son distracciones a la
verdad, y que a su vez pueden ser poco amorosos e inhumanos en el mundo de las
formas, que es donde creemos estar . Cuando el curso habla de enfermedades no
necesariamente se refiere a experiencias físicas. La razón es porque el curso
no le da realidad al mundo de las ilusiones. Cuando se leen extractos del curso
literalmente hay la típica tendencia de sacar su contenido fuera de contexto.
Me explico, si el cuerpo no existe
entonces ¿por qué perder el tiempo hablando sobre la enfermedad de un cuerpo
cuando ya establecimos que el cuerpo no existe? En otras palabras para efectos
del lenguaje del curso, lo único que está “enfermo” es la mente que sueña el
sueño, y es esa la que se tiene que sanar, no los “cuerpos” dentro del sueño.
No obstante, siempre y cuando yo crea ser un cuerpo el mismo tarde o temprano
va a “morir” y en los intervalos se va a “enfermar”. Esa es parte de la
condición “humana.” Y lo que se utiliza dentro de la condición humana para
lidiar con esos imbalances físicos son los médicos al igual que la medicina.
Eso es lo que Un Curso de Milagros considera como “magia” o “agentes
especiales”.
Decir que la enfermedad es una ilusión
mientras yo me percibo como un cuerpo es como mencioné, un autoengaño. Y por
cierto, Un Curso de Milagros habla sobre ello cuando nos dice: “El cuerpo es sencillamente parte de tu
experiencia en el mundo físico. Se puede exagerar el valor de sus capacidades,
y con frecuencia se hace. Sin embargo, es casi imposible negar su existencia en
este mundo. Los que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente
inútil.” T-V.3:8-11
El dejar sus protocolos biomédicos porque
te has autoengañado con la creencia de que todo esto es una ilusión y que la
enfermedad no existe puede terminar generando consecuencias dolorosas para ella
y para ti. No te estoy diciendo
lo que debas o no hacer con tu hija, eso que lo tengamos claro. Lo que sí estoy diciendo es que el problema no está donde tú
crees que está. Si estás intentando utilizar la espiritualidad para “curar” a
tu hija todo lo que estás haciendo es dándole realidad al mundo de las
ilusiones por consiguiente estás completamente identificada con el sistema de
pensamientos del ego.
Tú no haces el trabajo del perdón para
que tu hija se cure o para que tu mundo cambie. Haces el trabajo del perdón
para que recuerdes que tu realidad es Dios y no ésta experiencia física. Y lo
que experimentas a raíz de la práctica del perdón es la paz interior, que es lo
que ahora mismo no tienes por estar tan enfocada en tu experiencia física. Si
estás identificada con el sistema de pensamientos del ego éste comentario que
estoy compartiendo pueda que no sea la que querrás oír, que paradójicamente es
la razón por la cual Un Curso de Milagros constantemente es tergiversado.
Porque el curso te lleva al amor, a la paz, y eso solo tiene lugar cuando se
deja la identificación con el cuerpo, con el personaje que creemos ser. En
otras palabras, solo cuando estamos dispuestos a soltar el mundo es que nos
abrimos a la paz de Dios.
Por consiguiente, tu hija, al igual que
tú están bajo el amor y la protección del Espíritu Santo. La pregunta que te
tienes que hacer ahora es, ¿qué es lo que de verdad deseo, la paz de Dios o las
ilusiones? Pues es por eso que se nos recuerda: “Deseo la paz de Dios: Decir estas palabras no es nada. Pero
decirlas de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón, aunque sólo
fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar alguno, en ningún lugar o
momento." W-pI.185.1:1-3 No obstante,
luego esa misma lección nos dice: “Desear
la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. Pues nadie que
diga estas palabras de todo corazón desea ilusiones o busca la manera de obtenerlas." W-pI.185.5:1-2
Así que solo para efectos de lenguaje
dual, tu hija tiene su currículo de la misma manera que tú tienes el tuyo.
Atiende tu currículo haciendo las lecciones del curso tal como se te indica
dejando a tu hija en las manos de el amor mismo, y si por alguna razón ella
necesita algún tipo de atención médica confía en que el Espíritu Santo también
puede tomar la forma de un médico al igual que de lo que sea necesario para
atender su condición. Pero suelta el autoengaño cuando dices que no crees en la
enfermedad. Pues si de verdad no creyeses en la enfermedad tú como “ser humano”
no existirías ni este mundo existiría. Pues la única “enfermedad” para utilizar
esa palabra es la creencia de que este mundo es nuestra realidad. Es la única creencia
que se tiene que erradicar para que la mente puede experimentar su sanación.
Según se va erradicando la culpa
inconsciente en la mente que sueña el sueño, vas a irte identificando con el
amor que eres y no vas a poder sino que percibir amor en tu hija autista.
Dejaras de juzgarla como “imperfecta” ya que puedes ver mas alla de su
cuerpecito y podrás percibir amor y perfección. Vivirás en paz mientras
atiendes su condición pues aunque tus ojos perciban una niña autista, a un
nivel más profundo solo ves a Dios (Amor) en uno de sus diferentes disfraces. Y
descansas en paz pues sabes que: “Todas
las cosas obran conjuntamente para el bien (de
la mente). En esto no hay
excepciones salvo a juicio del ego."
T-4.V.1:1-2 Mas, ”¿qué no ibas a poder
aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado,
presente y por venir es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es
tu bien?" W-135.18:1