Observemos atentamente este extracto del
Curso. Aparentar como qué nos dice que perdonemos a nuestros hermanos. Y el ego
intenta utilizar ese extracto terminando frustrado porque desde el ego no
podemos perdonar a ningún hermano por más que lo intentemos.
La clave de poder llevar a cabo
exitosamente lo que nos dice ese extracto radica en la segunda oración. En
otras palabras la pregunta no es que tan dispuesto estoy a perdonar a mi
hermano sino que más bien cuan
realmente estoy dispuesto a dejar de sufrir.
Yo no perdono a mi hermano porque sea lo “caritativo” o lo “correcto” sino que
lo perdono para dejar de castigarme a mí mismo.
Cuando puedo ver eso claramente, mi deseo
por perdonar a mi hermano (a mi mismo), por más difícil que sea, es lo que me
lleva a la experiencia de estar en paz y ser feliz.
Lo que dificulta este trabajo es que la
evidencia de que soy injustamente tratado por mi hermano es tan obvia que no puedo
argumentar con ella lógicamente. Mas sin embargo el Espíritu Santo no le
interesa que tenga o no sentido lo que mi lógica dicte. Pues lo que el Espíritu
Santo me está enseñando a ver, si se lo permito, es que lo que mi hermano me
está haciendo a mi cumple mi deseo inconsciente de sentirme castigado.
Cuando me doy cuenta que el mundo
simplemente es un espejo que refleja mi deseo inconsciente de sentirme como
víctima, ahora puedo utilizar ese mismo espejo con la ayuda del Espíritu Santo
para que me enseñe a percibirlo de otra manera. Al ser merecedor de el amor de
Dios en mi, gracias a la interpretación de el Espíritu Santo, todo lo que voy a
percibir en ese espejo, independientemente de la forma que tome, será sólo
peticiones de amor.
Por lo tanto con la ayuda del Espíritu
Santo quiero perdonar a mi hermano para poder restaurar la cordura en mi y es
así como mis pecados son perdonados. Y lo que me motiva a hacer ese trabajo de
perdón profundo es mi deseo por la paz de Dios, no por intentar perdonar a mi
hermano. Sólo que estoy utilizando mi hermano ahora como espejo que refleja la
culpa inconsciente en mi, y esto no es nada cómodo, pero si estoy abierto a
hacer ese trabajo profundo la consecuencia es que la paz y la dicha seran
restaurada en mi mente.