Sunday, June 11, 2017

El Maestro de Dios Acepta La Corrección Para Si Mismo

“El maestro de Dios ha visto la corrección de sus propios errores en la mente del paciente, al reconocerla como lo que es. Al haber aceptado la Expiación para sí mismo, también la ha aceptado para el paciente.” M-6.1:4-5

Comentario: El maestro de Dios en realidad somos todos y el paciente es todo aquel con el que nos encontramos, aunque en realidad todos somos el paciente debido a que Quien está a cargo de la sanación es el Espíritu Santo.

Cuando percibo miedo en el paciente y por consiguiente me siento afectado por ello estoy observando mis deseos ocultos de sentirme como víctima proyectados “fuera”. También cuando veo a un paciente enfermo y quiero “curarlo” estoy pasando por alto la verdad en él lo cual a su vez me hace pasar por alto la verdad en mí. Y la verdad es que ahí no hay un “cuerpo” enfermo sino que una negación a la verdad en la mente, que es a su vez la negación en mi a la verdad.

Si aprovecho esa oportunidad para pedir ayuda y permitir la corrección del error en mi mente (acepto la Expiación para mi mismo), siendo consciente de que la mente es Una, no voy a poder sino que aceptar la Expiación para el paciente también. Eso no significa que si acepto la Expiación para mi mismo ante mis ojos voy a ver a un paciente “curándose”. En algunos casos pueda que sí y en otros pueda que no. Por eso hay que tener mucho cuidado de no confundir la forma física con el contenido mental.

Se utiliza la forma para observar dónde está la culpa inconsciente en mi proyectada. Es por eso que la interacción, ya sea entre terapeuta y paciente, madre e hijo, jefe y trabajador, entre amigos, parejas, vecinos, desconocidos, en fin, todo tipo de interacción nos ofrecen grandes oportunidades para sanar. Es por eso que a final de cuentas el que está siempre sanando es uno mismo. Sanando no de una “enfermedad” o de algún problema sino que de la creencia en la separación.

Cuando se re-establece la cordura en la mente, la cual es donde todo poder causativo tiene lugar, una curación a nivel físico puede tener lugar ya que la mente no necesita valerse del cuerpo para proyectarle ningún tipo de autocastigo. Pero de nuevo, el enfoque nunca está dirigido a lo que ocurra o no a nivel físico. Siempre va dirigida al propósito que el Espíritu Santo tiene para nosotros el cual es recordar que, “En Dios estás en tu hogar, soñando con el exilio, pero siendo perfectamente capaz de despertar a la realidad:..." T-10.I.2:1