Comentario: En este
extracto del curso expone claramente que el objetivo del curso es simplemente
que recuerdes lo que Realmente Eres. Inclusive, el objetivo de cualquier tipo
de practica espiritual es recordar Quien o Que Soy. Por eso plantea en este
extracto de que no importa el maestro que se elija, que la meta es siempre la
misma.
Mas sin embargo el sistema de
pensamientos del ego utiliza las enseñanzas del curso y se las trae al mundo
pues así es como puede mantener a la mente distraída de la Verdad. El mundo que
percibimos no es nuestra realidad. Y siempre y cuando continúe poniendo mi
atención en él, no importa lo que haga o deje de hacer con el curso, la mente
continuará distraída con las ilusiones. Y en ese caso, el curso mismo ahora se
convertiría en otra distracción.
Por eso es importante recordar que no hay
que hacer nada especial del libro Un Curso de Milagros, ni ningún tipo de
rituales alrededor de su enseñanza, sino que ponerlo en práctica para uno mismo
y de esa manera permitir que el Espíritu Santo me recuerde lo que Realmente
Soy. Pues a final de cuentas la expiación es “para ti(mi) mismo.” T-8.III.6:5
Como todo es parte de mi y yo soy parte
del todo, es mi mente la que necesita sanar, es el mundo en mi el que necesita
sanar. Y no hablo de mi “mente (cerebro) personal”. Hablo de la Mente Universal
de la cual soy parte de. Y la sanación tiene lugar cuando mi enfoque es en
recordar Quien o Que Soy como consecuencia de elegir al Espíritu Santo como el
único Maestro.
Pues como muy bien se nos (me) recuerda; “Tú no puedes encontrar el Reino por tu
cuenta, y tú, que eres el Reino, no puedes encontrarte a ti mismo por tu
cuenta. Para lograr el objetivo del plan de estudios, por lo tanto, no debes
escuchar al ego, cuyo propósito es derrotar su propio objetivo. El ego no sabe
esto porque no sabe nada. Pero tú puedes aprenderlo, y lo aprenderás si estás
dispuesto a examinar lo que el ego quiere hacer de ti. Ésta es tu
responsabilidad porque una vez que hayas examinado esto aceptarás la Expiación para ti mismo. ¿Qué otra elección podrías llevar a
cabo? Una vez que hayas elegido aceptar la Expiación para ti mismo entenderás
por qué razón, cuando antes te encontrabas con otra persona, creías que era otra persona. Y cada encuentro santo en el que te
entregues completamente te enseñará que eso no es así…Sólo puedes encontrarte
con parte de ti mismo porque eres parte de Dios, Quien lo es todo.” T-8.III.6:1-8…7:1