Friday, September 15, 2017

Mi Unica Función es Perdonar


Cuando se encuentra uno experimentando miedo puede hacerse la siguiente pregunta, ¿ en realidad el miedo existe o simplemente me estoy creyendo mis pensamientos?

En mi práctica y experiencia personal eso me lleva a simplemente reconocer que el único problema que puedo tener en cualquier momento es que me estoy creyendo el contenido de mi mente.

Al ser consciente de ello puedo respirar profundamente y volver a traer mi atención a este momento (Instante Santo). Entonces ese contenido puede ser observado en vez de juzgado o condenado debido a que ese juicio y esa condena siempre es hacia a mí mismo.

Cuando lo puedo observar empiezo a darme cuenta que el único problema es mi identificación con el cuerpo y con el miedo que puede surgir a que le pase algo a este yo que creo ser.

También en ese espacio puedo observar lo que creo sobre mí mismo, lo que creo sobre el mundo y entonces lo veo como oportunidades muy bonitas para hacer un discernimiento profundo. Y observemos que dije un discernimiento profundo no un psicoanálisis o una justificación de lo que esté sintiendo.

Ese discernimiento me ayuda a reconocer entre lo que es falso y lo que es verdadero, y como todo pensamiento es falso, como toda historia es falsa, como toda creencia es falsa se restaura la paz en mí porque lo único que es verdadero es este momento dentro del cual puedo reconocer que hay un amor que me sostiene, que hay una paz que nada la puede tocar, y esa es la práctica del perdón en todo momento.

Según esa práctica se convierte un hábito, los pensamientos dejan de tener el poder que antes se les otorgaba de la misma manera que los sentimientos se experimentan como nubes pasajeras que simplemente intentan llevar mi atención al cuerpo, a lo que creo ser, y una vez más, otra oportunidad para perdonar, que es lo mismo que decir, otra oportunidad para conscientemente discernir entre lo falso y lo verdadero.

Si pongo esto en práctica con el propósito de "sentirme mejor" lo que no me doy cuenta es que me sigo identificando con un "yo" falso y aquí estamos empezando a discernir entre lo que es verdadero y lo que no. Y este mundo, esta experiencia física no es verdad.

Pero no puedo desde el intelecto ir por ahí diciendo que yo no existo y esto no es verdad. Sin embargo al observar conscientemente el contenido de mi mente, observando primero cómo reaccionó el mundo para volver a conscientemente discernir, poco a poco algo se va deshaciendo y lo que empiezo a experimentar en general es una paz más continúa.

Y todo el discernimiento y el entrenamiento mental que se está haciendo va poco a poco integrándose donde ya el mundo, los pensamientos, las sensaciones empiezan a perder ese poder que tanto se les había otorgado y la vida se vive momento momento en plena confianza de que todo ocurre perfectamente para observar cuan todavía me sigo distrayendo de manera que pueda continuar el proceso de perdón.

Por lo tanto ahora se le da la bienvenida al miedo, no porque exista sino porque es un indicativo de que estoy identificado con un sistema de pensamiento errado y a raíz de esa señal puedo elegir Otro, que sería lo mismo que decir, puedo aprender a discernir, a perdonar.

Este trabajo requiere una honestidad brutal, por lo tanto no es de ir por el mundo diciendo que "estoy bien" o que "estoy en paz" o que "soy feliz", que todo es "amor" y que todo obra perfectamente cuando por dentro se me está indicando que hay miedo y terror escondido.

Por lo tanto, una vez más, el miedo o el terror se observa porque es la señal que nos hemos dado que nos apoya a observar la distracción de manera que podamos entonces elegir de nuevo.

Si todo fuese amor y todo es perfecto y todo está bien estaríamos en el Reino y no en este mundo de ilusiones. Y lo que se nos recuerda es que ya estamos en el Reino, más sin embargo el mundo de las ilusiones es el velo que hemos Interpuesto ante la Verdad. Por lo tanto se le saca provecho cuando observó constantemente todos los miedos que surgen de manera que pueda elegir un Nuevo Maestro.

La pregunta que surge ahora es, ¿puedo ser feliz y estar en paz mientras vivo este sueño? La respuesta es que sí estoy identificado con el sistema de pensamientos del Espíritu Santo sí. Lo único que el sueño no se sostendría por mucho tiempo más. Pero lo que deseo compartir con este escrito es que observemos conscientemente el no caer en el juego de autoengaño.

En lo personal le sacó mucho más provecho a las enseñanzas del curso cuando puedo mirar los miedos y hacer un trabajo de discernimiento consciente de que si voy por el mundo predicando amor y hablando de cosas bonitas. El amor y lo bonito tendrá lugar no porque yo lo predique ni porque lo diga sino porque se demuestra según la mente se va sanando. Y para eso, repitiendo de nuevo, tengo que ser brutalmente honesto y mirar todos los miedos que están escondidos.

Ese es el trabajo que hago a diario pues mi función es perdonar.