Comentario: Tú no eres Dios por el mero hecho de que lo "reconozcas" o
de que lo "recuerdes". Eres Dios por el mero hecho de Ser. El
intentar reconocerlo o recordarlo es lo que no te permite la experiencia misma.
Recuerda lo siguiente, para reconocer algo o para recordar algo, tiene que
haber un sujeto y un objeto. El sujeto es el que reconoce, el que recuerda,
mientras que el objeto es lo reconocido, lo recordado. Dado es el caso, cuando
hay sujeto y objeto no puede existir unidad, solo separación.
Ese "yo",
como lo planteas en tu pregunta, que se pregunta a sí misma, "...cómo voy
a saber que soy Dios...", és el obstáculo mismo. Estás haciendo una pregunta
desde la perspectiva humana, desde un "yo" que aparenta
"existir". Desde esa perspectiva, nunca experimentarás la experiencia
de Dios. Todo lo contrario, la experiencia misma se aparentará mantener alejada
ya que tú, no como experiencia humana sino que como conciencia, ERES la
experiencia de Dios misma. De hecho, ERES Dios.
Vamos ahora a abordar
tu inquietud sobre los pensamientos. Tú eres un pensamiento dentro de la misma
mente que te concibió. Por eso el curso nos dice, “Tus pensamientos están en tu
mente, tal como tú estás en la Mente que te concibió.” T-30.III.6:7 Por
consiguiente, tú no puedes "controlar" tus pensamientos debido a que
ellos simplemente surgen. Surgen de la nada y se desvanecen en la nada, de la
misma manera que tú "surgiste" de la nada y te desvanecerás en la
nada. Vamos a jugar con esto un momento, ¿vale?
Ahora mismo tú eres un
pensamiento que se ha etiquetado "tú", y que cree estar
"viva". Tienes una historia donde crees haber "nacido",
inclusive crees que te "levantaste" esta mañana y ahora estás
"despierta". Cuando esta noche te acuestes a dormir, creaslo o no,
desaparecerás. No es que tú como persona desaparezcas. Es que tú como
pensamiento que surgió de la conciencia desaparecerá en la conciencia misma
como algo que nunca ha existido. En otras palabras, esta noche vas a morir. Que
por cierto, si te has preguntado cuál es la experiencia de muerte, es la que
tenemos todas las noches cuando cerramos los ojos y "desaparecemos".
Luego en la mañana,
"tú", ni te despiertas ni te levantas. El pensamiento "tú"
surge de nuevo en la conciencia. Y la historia del "tú" continúa
hasta que se deje de proyectar ese pensamiento. Que para efectos de nuestra
"experiencia humana", sería la "muerte del cuerpo". No
porque haya "muerto" en realidad, sino que porque ya deja de proyectarse.
Y como eso que proyecta esta experiencia (ego) es completamente coherente, ha
fabricado un montaje donde todo aparenta tener sentido. Nazco como bebe, voy
"creciendo", con el tiempo "envejezco", y finalmente
"muero". Y no podemos argumentar con ello porque cada pensamiento,
proyectado de la conciencia misma, sirve para corroborar esa lógica.
Sin embargo, el
Espíritu Santo utiliza esa misma lógica para sanar la culpa inconsciente y
dejar el sueño a un lado sin que sintamos miedo. Eso es a lo que se le conoce
como el sueño feliz. ¿Cual es la diferencia entonces en elegir el sistema de
pensamientos del ego al del Espíritu Santo si el escenario es el mismo? Que con
el Espíritu Santo vives el escenario libre de miedo a la muerte, lo vives en
paz y feliz. Que por eso el curso nos recuerda, "Hay una manera de vivir
en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de
apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena;
tus ojos están tranquilos." W-pI.155.1:1-3
Con el ego, no
obstante, crees que eres un cuerpo, le temes a la muerte, y vives este sueño
como un infierno. ¡Eso es todo! :)