Wednesday, April 24, 2019

¿Por Qué Amar Es Tan Difícil?


En realidad amar no es difícil, es nuestra herencia natural. Sólo que mientras quiera seguir sosteniendo la creencia de que soy un “cuerpo separado”, amar será imposible. No dije mientras me perciba como un cuerpo, dije mientras quiera sostener la CREENCIA de que soy un cuerpo. Porque sosteniendo la creencia de ser un cuerpo es lo que sostiene la creencia fundamental que dice que soy algo “separado” del Todo. El amor es unidad, no separación. Al percibirme “separado” me voy a percibir carente. Eso es lo que me lleva a constantemente intentar “unirme” a “otros”. Pero esa carencia que me impulsa a “unirme” a “otros” proviene del miedo. Por consiguiente, sin darme cuenta, lo que hago es alimentar el miedo, y es por eso que amar es imposible.

Pero según me voy haciendo consciente de que lo que realmente soy es conciencia y no cuerpo separado empiezo ahora a observar como todo forma parte de mi, y en vez de excluir empiezo ahora a incluirlo todo. Incluirlo todo implica todo aquello que un pasado rechazaba y condenaba. Porque al ser consciente de que soy conciencia y no individuo separado reconozco que todo aquello que condenaba o rechazada tiene que formar parte de mi. Esa aceptación de todo es una aceptación del amor que soy.

La razón por la cual en un principio este trabajo se experimenta como algo muy difícil y doloroso, es porque para reconocer ese amor que soy, los obstáculos a ese amor necesitan ser expuestos. En un principio esos obstáculos se perciben como algo “ajeno” a mi. En otras palabras, al percibirme como un cuerpo separado, esos obstáculos tienen la forma de "otros" cuerpos separados comportándose de cierta manera que de una forma u otra afloran la rabia, la ira, el resentimiento, el sufrimiento, el dolor, el victimismo, en fin, el miedo que hay en mí. Y es por eso que amar se percibe como algo, no sólo difícil, sino que imposible.

Pero según todas esas partes obscuras empiezan a ser abrazadas y aceptadas de manera que puedan ser transformadas por el amor que soy, esa comprensión de que soy amor se va integrando. Porque sé que si lo que soy es consciencia, todas esas partes tienen que provenir del mismo origen del que yo provengo. Ese origen es  conciencia, o amor. Es por eso que se dice que para ser consciente de la luz que hay en mi necesito primero atravesar todas las nubes. Según ese reconocimiento se va arraigando, aunque me perciba como un cuerpo, surge la tendencia natural de querer amarlo todo. Eso incluye, no solo todos los “otros” aparentes cuerpos, sino todo. Ya ese deseo no es el de poseer otros cuerpo, sino que amarlo todo sabiendo que todo lo que estoy es amándome a mí mismo dado que soy uno con todo.

Ahora el amor no se le dirige a un objeto específico (cuerpo) y se le niega a otro. Ese amor lo incluye todo. Eso es vivir en amor. Si quiero de verdad aprender a amar, tengo que dar la bienvenida a todo aquello que según mi percepción lo consideraba como algo no digno de ser amado. ¿Cómo se puede poner esto en práctica en nuestra vida cotidiana? Muy simple. ¿Puedo amar a aquella persona que me traicionó o me abandonó? ¿Puedo amar al maltratador de animales? ¿Puedo amar al terrorista, al político corrupto, a todo aquel que de una forma u otra siento que me haya hecho daño o que le haya hecho daño a algún ser querido? Y la lista es interminable.

Entiendo lo difícil que esto podría ser. Pero recordemos de nuevo, sólo cuando me creo ser un cuerpo separado, dicho de otra manera, una entidad separada de todo es que amar a todos estos “individuos” se ve como algo imposible. Pero si tomo conciencia de que lo que soy es conciencia y no individuo separado, lo que estoy diciendo es que todas esas “personas” que utilicé como ejemplo, forman parte de mí dado que todos formamos parte de la misma Fuente. Y hasta que no pueda ver a todas y cada una de esas partes libre de pecado, o dicho de otra manera, inocentes, es imposible que pueda reconocerme yo como inocente. En otras palabras, o amo, o ME condeno.

Por eso se nos recuerda que esos hermanos son mis salvadores. ¿Porque son nuestros salvadores? No porque sus actos sean “correctos” o “incorrectos”. Sino porque a través de sus actos me ponen en contacto con el miedo escondido que se encuentra en mi.

Yo no estoy de acuerdo con la forma de actuar de un maltratador de animales, ni de un terrorista, ni de un político corrupto, ni de ningún individuo que de una forma u otra le pueda hacer daño a otros. Pero si quiero aprender a amar, y esos individuos me ponen en contacto con todo el miedo que hay en mí, necesito atender ese miedo para poder ser consciente de lo que está detrás. Una vez que el amor se establece mi, que, de nuevo, "ellos" sólo me hacen ver si todavía me percibo como algo separado del todo, puedo darme cuenta de que “ellos” no actúan en función a ser “malas personas”, actúan en función al miedo que hay en ellos al percibirse separados, que es el mismo que existía en mi cuando los juzgaba, porque repito, me sentía separado. En ese sentido, "ellos" y "yo" tenemos el mismo problema, solo que “ellos” lo expresan de una manera, maltratando, y “yo” lo expreso de otra, juzgándolos.

Cuando utilizo conscientemente cada una de mis experiencias para recordar lo que soy, al el miedo en mi empezar a deshacerse, el amor mismo dirige cada uno de mis pasos. Y si la vida requiere de mi que haga algo que de alguna manera pueda servir de apoyo para una convivencia más armónica en esta experiencia física, eso tendrá lugar muy orgánicamente. Ese algo puede ser una acción concreta o simplemente restaurar la conciencia de amor en mi mente sin tener que hacer nada, respetando el guion de cada uno de mis hermanos, dado que ahí está su oportunidad para sanar, aun cuando no lo comprenda.

Me acuerdo estando en el tren, había una pareja muy melodramática. El hombre estaba lleno de ira y le gritaba a su pareja con una intensidad que resonaba a través de todo el vagón del tren. En un momento el individuo sale del vagón hacia otro vagón enfadado tirando las puertas muy abruptamente. Ella se queda en el vagón completamente desconcertada. Luego él regresa, aun enfadado, pero mas callado, y se sienta en el haciendo de nuevo. Ella trata de hablarle y el explota de nuevo. Era una relación pasiva agresiva de pura codependencia, necesidad, y abuso psicológico.

Yo observaba todo lo que se movía en mí. Si me dejo llevar por el drama y lo que percibía podía observar cuán fácilmente la mente quería ver a una víctima y a un victimario. Sin embargo, al ser consciente de que soy conciencia y que lo que estoy percibiendo es porque de alguna forma surge de mi, no de mi como “persona”, de mi como conciencia, ahí, aunque percibido como “afuera”, se me estaba brindando la oportunidad de ponerme en contacto con ese sentimiento de separación que en este caso tomaba la forma de ira en “otros” para recordar una y otra vez que sólo el amor es real. Ese es un ejemplo de cómo poder utilizar cada escenario que la vida presenta para volver a restaurar la conciencia de amor en mi.

En ese caso en el que no se requirió que tomase ningún tipo de acción, confío en que el amor está dirigiendo el guión de esas “dos personas”, y que cada uno de "ellos" está viviendo lo que tiene que vivir para beneficio de su propio aprendizaje. En ese sentido, aunque en la superficie se perciba como que eso que está ocurriendo es “imperfecto”, es “injusto”, a un nivel más profundo de comprensión, al no cuestionar la Sabiduría del Amor mismo, sé que forma parte de el plan del Amor mismo. Por consiguiente, ¿quién soy yo para juzgarlo?

Así es como se reestablece el amor en mi, y todos esos escenarios se me presentan con ese único propósito. Por lo tanto, aunque en momentos se experimenté como doloroso dada mi ignorancia, todo escenario es bienvenido porque sé que me está poniendo en contacto con los obstáculos al amor EN MI para darme cuenta que la realidad es que no es difícil amar. Todo lo contrario, es lo más natural, siempre y cuando sea consciente de que no soy este “individuo separado” del todo, sino que lo que realmente soy es conciencia, o para efectos de este escrito, lo que realmente soy este amor.