“Cuando la mente ama lo que piensa, ama todo lo que percibe porque todo es una proyección de lo que está adentro.” -Byron Katie
Comentario: Para mí este comentario de Byron Katie es la
base de la paz y la felicidad. Elaboremos un poco sobre ello. La mente piensa
todo tipo de pensamientos. El cuerpo siente todo tipo de sensaciones. El mundo
tiene todo tipo de circunstancias. Y aunque todo es un pensamiento, inclusive
“yo” soy un pensamiento dentro de la mente que me piensa, para efectos de este
comentario utilizare conceptos como pensamientos, sensaciones y circunstancias
como si las mismas fuesen diferentes entre sí; como si un pensamiento fuese
algo diferente de una sensación y a su vez algo diferente de una circunstancia.
Pero a final de cuentas es todo lo mismo.
Continuando con el comentario, prestemos mucha atención.
Toda filosofía espiritual, de una forma u otra hace hincapié en no juzgar, y lo
dice de muchas maneras, utilizando inclusive analogías, parábolas, todo tipo de
ejemplos, pues sabemos que la única razón por la cual el sufrimiento tiene
lugar es a raíz de una interpretación (juicio). Si no me gusta (juzgo como
“negativo” “incorrecto”) lo que pienso, lo que siento, lo que ocurre en mi
experiencia de vida, sufro. Si, por el contrario, me gusta (juzgo como
“positivo” “correcto”) lo que siento, lo que pienso, lo que acurre en mi
experiencia, aunque en la superficie aparenta como que es la clave de la
felicidad, de la paz, todavía estoy distraído.
Aquí es donde se necesita profundizar. Cuando la mente se
identifica con el cuerpo como su “realidad”, sea lo que sea que tanga lugar,
será interpretado de manera que se experimente placer o dolor. Pero cuando la
mente es consciente de su Realidad (letra mayúscula) es Mente Soñadora, donde
no hay una identificación con el “cuerpo”, lo que queda es paz y aceptación de
lo-que-es.
Entonces, hablando a nivel práctico, para no quedarnos
con conceptos esotéricos, no es que tenga que “amar” mis pensamientos, mis circunstancias,
mis sentimientos. Si sustituimos el significado a la palabra amar por
aceptación, una mente que acepta lo que piensa, que acepta lo que siente, que
acepta cada circunstancia, en fin, todo lo que percibe, está amando todo lo que
piensa, todo lo que siente, todo lo que ocurre. Porque amor (aceptación) es lo
que está adentro. Y su manera de percibir lo que piensa, lo que siente, lo que
ocurre lo corrobora.
Eso es vivir en paz con lo-que-es. Eso es ser
verdaderamente feliz. Porque la felicidad, la paz de la que ahora estamos
hablando no es condicionada por lo que la mente piense, por lo que el cuerpo
sienta, ni por lo que tenga lugar en el mundo, que como sabemos, todo en el
mundo cambia. Esa paz, esa felicidad, está anclada en ese espacio interno
ecuánime en el que ningún pensamiento, ninguna sensación y ninguna
circunstancia puede afectar. El que está identificado con ese espacio, no puede
sino amarlo (aceptarlo) todo. Y, de nuevo, amor (aceptación) es lo que va a
percibir en todo, porque eso es lo que está adentro.
En ejemplo, durante mi estancia en Ciudad de México me
agarro una gripe en la cual sentí mi cuerpo cortado, y la sensación, obviamente
no era cómoda. No obstante, cuando se le despoja de significado a la
experiencia misma, estaba amando la gripe. No implica que no tomé vitamina C,
ni que tampoco me dejé de atender y cuidarme. Hice lo que cualquier persona
haría para sentirse mejor, solo que, en total aceptación de lo-que-es, estuve
amando todo el proceso. Y como estaba amando (aceptando) todo el proceso,
porque eso es lo que estaba en mi “interior”, mi “exterior”, aunque en la
superficie una mente identificada con el miedo hubiese percibido esa
circunstancia como indeseable, para mí era perfecta. No hubiese querido que
fuese diferente.
Entiendo que cualquiera podría decir que cuando se habla
de una gripe pueda que la aceptación sea más fácil aplicar. ¿Pero que hay de
una enfermedad terminal, de un gobierno corrupto, de un ataque terrorista, de
personas inocentes siendo asesinadas, de la pérdida de un ser querido, etc.?
Comprendo perfectamente como una persona que se cree que
su realidad es cuerpo separado se le es imposible asimilar lo que aquí se está
compartiendo. Y por eso reconozco que este comentario no es para todo el mundo.
Por eso hay una frase en la Biblia que dice, "aquellos que tengan un buen
par de oídos que escuchen." Es otra manera de decir, aquellos que estén
listos, el mensaje será comprendido. Mientras tanto, los que no estén listos
continuarán el camino que tenga que recorrer hasta que a raíz de su experiencia
estén preparados para una nueva comprensión.
Volviendo a la practicidad de este comentario, solo para
aquellas personas que estén listas y abiertas a esta manera de vivir la vida,
la cual es diametralmente opuesta a como se nos ha enseñado a vivir, todas esas
circunstancias, sean cuales sean, independientemente de cuan
"negativas" aparenten ser, si se les despoja de juicio (de
significado), en total aceptación lo-que-es. Eso es amar (aceptar). Y dado ese
el caso, no hay nada que tuviese lugar en cada experiencia que no pudiese ser
amada. Eso es liberación.
#nickarandes