Sunday, October 13, 2019

Estar Solo Versus Sentirse Solo

Recientemente se me pidió si podía hablar un poco sobre el tema de la soledad. Me sentí inclinado a compartir lo siguiente en función a mi experiencia, al igual que mi comprensión basada en la experiencia humana. El ser humano se siente solo por el mero hecho de percibirse separado de la Totalidad. Es por eso que busca en el mundo compañía para sentirse pleno. Lo que busca en otro ser humano es un sentido de unión. La Unión que cree haber perdido al percibirse como un cuerpo separado.

Ese tipo de “unión”, no obstante, no es en realidad una “unión”. Es, más bien, el miedo a sentirse solo. Sin embargo, cuando uno se siente pleno, nunca se siente solo, aunque esté solo. Yo me la paso gran parte de mi tiempo solo. Esto no implica que no me guste compartir. Disfruto mucho cuando comparto con otras personas. Pero también disfruto mi tiempo solo. Porque no es en realidad que estoy “solo”. Es un reconocimiento de que siempre estoy acompañado. Estoy acompañado por esa Esencia que forma parte, no sólo de mí, sino de todo.

Esto es algo que tiene lugar, muy naturalmente, cuando la paz empieza a ser prioridad sobre todas las cosas. Porque no estamos hablando de soltar el deseo de estar con otras personas. Estamos hablando de aferrarme profundamente a la Presencia, a eso que se le etiqueta Dios, pero que, para mí, es sinónimo de Paz. Por consiguiente, mi deseo por la Paz es mi deseo por Dios. Es lo mismo. Yo no puedo soltar mi deseo a un ser humano, en el que creo que voy a encontrar paz o felicidad, si no estoy dispuesto a saltar al vacío, a totalmente entregarme a los brazos de Dios, donde se encuentra la verdadera paz y felicidad.

Es por eso que en la India se dice que un gusanito no suelta una hoja hasta que se encuentre firmemente aferrado a otra.

Entonces, el objetivo para mí, no es buscar la manera de ver como no sentirme solo. Es percatarme de que cuando me siento sólo es porque hay un sentimiento que tengo miedo a mirar. Y lo que hago es permitir que ese sentimiento surja, observando que significado la mente le quiere dar, y reconocer que nada significa nada. Permito que la presencia del instante presente lo arrope, confiando en que hay un amor en mí que todo lo transforma, aunque en ese momento no sepa ni lo que es ese amor, ni como hace el trabajo.

Según esa comprensión se va asentando, porque ahora me voy sintiendo más cómodo conmigo mismo, y esto ya es algo que no se puede describir con palabras, el deseo por el mundo, de buscar otras personas para que me pueda sentir pleno, se desvanece.

Ya la soledad no me atemoriza. Incluso, me siento muy cómodo con ella porque sé Quien o Que (letra mayúscula) está conmigo. Y lo paradójico, es que puedo disfrutar plenamente la compañía de "otros" sin miedo a que se vayan. Porque ya no importa si hay compañía de "otra" persona, o no. Nunca estoy solo.

Aquí hay que tener mucho cuidado. Porque no quiero que este escrito sea malinterpretado.

Hay personas que prefieren estar solas porque se sienten incómodas relacionándose con otras personas. Y eso no va en acorde con lo que intento compartir en este escrito. Las relaciones nos ofrecen oportunidades hermosas para sanar. De hecho, ese es su único propósito.

Yo no estoy solo porque no desee estar con nadie. Lo que quiero decir, es que cuando estoy solo, no me siento solo en lo absoluto. Y si me tuviese que quedar solo por el resto de mi vida, dado que eso es lo que toque mi guión, estoy bien con ello. Pero no busco la soledad para huir de la compañía. Simplemente observo cómo se va desenvolviendo mi guión. A veces toca estar acompañado, y otras veces toca estar solo. Porque “solo”, o “acompañado”, soy consciente de mi Esencia. Esa, que es Una con todo.

Cómo podrías sentirte solo cuando sabes quién eres. ¿Es posible que Dios se pueda sentir solo? Lo que quiero decirte, aunque te sea difícil de aceptar, es que “Tú”, no como cuerpo, sino como esencia, ¡eres Dios!

La pregunta que hora surge es, ¿cómo puedo tomar conciencia de que soy esa Esencia? Aquí no existe un “cómo”. Estas palabras no son una “prescripción”. Son una descripción que sólo sirven de recordatorio. La vida misma, que lo orquesta todo, que te ha llevado a leer estas palabras, dirigirá todos y cada uno de tus pasos para que las mismas se integren. Ahora sólo toca confiar en el proceso.

#nickarandes