Friday, October 9, 2015

"...El Poder de Decisión no Radica en Elegir entre Diferentes Formas..."

“Este curso solo intenta enseñarte que el poder de decisión no radica en elegir entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la misma ilusión y el mismo error.” T-31.IV.8:3

¿Cual és la misma ilusión y el mismo error? La creencia de que este mundo es mi realidad y de que yo soy un ser separado de todo.

El poder de decisión entonces radica únicamente en la elección que tengo entre elegir el sistema de pensamientos del Espíritu Santo o el del ego. Es tan simple como eso.

Cuando se elige el sistema de pensamientos que el Espíritu Santo simplemente se recuerda que esta experiencia física no es la realidad.

No obstante al elegir el sistema de pensamientos de el ego (separación) el mismo me hace creer que este mundo es mi realidad, que soy un individuo separado de todo y al poner mi atención en él creo que puedo elegir entre diferentes ilusiones; elegir entre que trabajo tener, entre que pareja elegir, entre que cosas hacer, en otras palabras, creo que estoy eligiendo entre diferentes alternativas cuando en realidad solo estoy distraído con el mismo error.

Utilizando el ejemplo del sueño. Cuando estoy durmiendo y me pongo a soñar, dentro del sueño primero creo que hay un “yo” separado de todo. En el curso a eso se le conoce como el “el héroe del sueño” T-27.VIII donde creo que estoy "eligiendo" entre diferentes cosas, entre diferentes situaciones, entre diferentes "alternativas."

Pero en realidad no estoy eligiendo nada. No hay diferentes situaciones, no hay diferentes elecciones, no hay diferentes "alternativas" solo una mente que se está creyendo una película que solo ocurre en sú imaginación. Y el “yo” que aparenta ser el protagonista del sueño es simplemente la parte de la misma mente que ella utiliza para mantenerse distraída de la realidad, para mantenerse dormida.

Por lo tanto dentro del sueño aparenta como que hay "diferentes" elecciones que hacer, pero en realidad no hay ninguna. La única elección cuerda que tiene el soñador del sueño es entre abrir los ojos o mantenerlos cerrados.

Pues este mundo, esta experiencia física representa la mente con los ojos cerrados y “yo”, que es la misma mente viviendo la historia a través de “mi” está distraída. Pero si permito que la paz llene mi mente, sin dejarme distraer por las ilusiones, sin dejarme distraer por lo que yo creo ser, estoy abriéndome al despertar de la mente y por consiguiente esa es la única elección que de verdad me puede liberar del miedo y recordar que solo el amor (unidad, Dios) es real.

A eso se debe a que la única pregunta que tengo que recordar no es que hacer ni que decir ni que elegir ni como actuar sino que ¿quien soy?

Ya de ahí en adelante lo que se tenga que hacer, o decir o “elegir” en el mundo será simplemente lo que se “hace” aquí sin hacer historias ni nada de ello. Siempre y cuando recuerde que mi poder de elegir radica entra la paz y el conflicto, es como me abro a recordar lo que Soy.

Es por eso que, “…lo que tengo que aprender es a no hacer nada por mi cuenta, pues sólo necesito aceptar mi Ser, mi impecabilidad, la cual se creó para mí y ya es mía, para sentir el Amor de Dios protegiéndome de todo daño, para entender que mi Padre ama a Su Hijo y para saber que soy el Hijo que mi Padre ama.” W-pII.337.1:6