Wednesday, November 25, 2015

¿Crees que el Espíritu Santo se negaría a darte lo que quiere que tu des? T-14.XI.9:1

¿Crees que el Espíritu Santo se negaría a darte lo que quiere que tu des? T-14.XI.9:1

¿Qué és lo que el Espíritu Santo quiere que des? Amor, paz. Pues solo puedes dar lo que tienes. Si tu mente no está en paz, si no sientes amor en ti, solo podrás entonces dar su opuesto, ataque, sentirte atacado, etc. Por lo tanto si tu quieres que el Espíritu Santo comparta Su paz y Su amor contigo, necesitas abrirte a Su sistema de pensamientos para que puedas dar lo que Él Te quiere dar.

Por consiguiente ahí es donde nuestra pequeña dosis de buena voluntad entra en juego. No podemos ver a un hermano inocente si sentimos la rabia, o resentimiento o lo que sea que creamos ese hermano hizo para sentirnos así hacia él. No podemos sentir amor hacia nosotros mismos o paz si nuestra mente está atacando o sintiéndose atacada sin darnos cuenta de que esa es la razón por la cual por mas que le pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a estar en paz Él no puede hacer nada hasta que nosotros podamos abrirnos humildemente a Su manera de percibir.

Sin embargo, si nuestra pequeña dosis de buena voluntad está dispuestas a abrirse al sistema de pensamientos correctivo del Espíritu Santo, entonces podemos empezar por emplear las herramientas que se nos ofrece en el curso, aun cuando sentimos esos sentimientos de ataque, como: “Nunca estoy disgustado por la razón que creo,” W-pI.5 o “Estoy decidido a ver las cosas de otra manera,” W-pI.21 o “Por encima de todo quiero ver las cosas de otra manera,” W-pI.28 o “No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello. No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora,” T-14.XI.6:6-9 y puedo citar cientos y cientos de pasajes del curso cuyo propósito es desvincular la mente de la posición fija en la que se encuentra y abrirse a un cambio de mentalidad.

Pero para poder experimentar los beneficios de esas herramientas tiene que haber un deseo genuino de recordar la Verdad, de querer sanar. De lo contrario se utilizarán esas palabras como “baritas mágicas” para intentar “resolver” el conflicto mental o erradicar el miedo y es por eso que no se puede experimentar los beneficios del perdón para que ocurra ese cambio de mentalidad, para que ocurra ese milagro.

Ese deseo de sanar empieza a abrir la mente para que se vaya poco a poco deshaciendo la culpa inconsciente que se le quiere proyectar a las imágenes que creemos son la causa de nuestro miedo y poner nuestra atención en la causa que es interna.

Ahora se me puede enseñar que esas imágenes, escenas, pensamientos provienen de la mente y a un nivel mas profundo así fue como yo lo pedí para poder justificar mi deseo de sentirme como víctima, mi deseo de sentirme culpable, mi deseo de sentirme separado.

Eso es ser consciente. Ahí tomamos completa responsabilidad, ya no nos dejamos distraer y es ahí donde la corrección mental tiene lugar lo cual se le conoce, una vez mas, como el milagro.

Por lo tanto recordemos: “Tú que tan aferrado estás a la culpabilidad y tan comprometido a seguir así, ¿cómo ibas a poder establecer por tu cuenta tu inocencia? Eso es imposible. Asegúrate, no obstante, de que estás dispuesto a reconocer que es imposible. Lo único que limita la dirección del Espíritu Santo es que crees que puedes estar a cargo de una pequeña parte de tu vida o que puedes lidiar con ciertos aspectos de ella por tu cuenta. De esta manera, quieres convertir al Espíritu Santo en alguien que no es confiable, y valerte de esta imaginaria inconfiabilidad como una excusa para ocultar de Él ciertas lecciones tenebrosas que has aprendido. Y al así limitar la dirección que deseas aceptar, eres incapaz de depender de los milagros para que resuelvan todos tus problemas.” T-14.XI.8:1-6

De nuevo, “…eres incapaz de depender de los milagros para que resuelvan todos tus problemas,” es lo mismo que decir, "...eres incapaz de depender de un cambio de mentalidad para que resuelvan todos tus problemas."

Es el cambio de mentalidad lo que se requiere, no un cambio en la forma. Pues el problema nunca está en la forma sino que mas bien en la mente. ¿Cual es el problema? Creo haberme separado de Dios y me siento como un individuo ambulando por el mundo sintiéndome separado de todo y de todos.

¿Cual es la solución? Recordar que soy uno con Dios y que este mundo que percibo con mis sentidos ni los pensamientos que experimento tienen nada que ver con lo que realmente soy. Por lo tanto nada tiene el poder de afectar mi inocencia, nada tiene el poder de distraerme del amor que soy. Y según experimento ese amor que soy, eso es lo único que doy.

El Espíritu Santo está dispuesto a enseñarnos a pensar como Él. Solo se necesita la humildad de saber que no sabemos nada. “Lo esencial, sin embargo, es que reconozcas que no sabes nada. El conocimiento es poder y todo poder es de Dios. Tú que has tratado de quedarte con el poder para ti sólo lo has "perdido". Todavía lo tienes, pero has interpuesto tantos obstáculos entre él y tu conciencia de él que no puedes utilizarlo. Todo lo que te has enseñado a ti mismo, ha hecho que seas cada vez menos consciente de tu poder. No sabes lo que es ni dónde se encuentra. Has hecho un alarde de fuerza y de poder tan lamentable que no ha podido sino fallarte. Pues el poder no es una apariencia de fuerza, y la verdad está más allá de toda apariencia. Aun así, lo único que se interpone entre ti y el poder de Dios que hay en ti, es tu falso aprendizaje, así como todos tus vanos intentos de querer deshacer lo verdadero.” T-14.XI.1:1-9

El que sabe que no sabe está dispuesto a aprender. El que se cree que sabe no se le puede enseñar.