Recientemente se me
envió una foto de un gurú sentado en posición de Lotus y al lado de esa foto
aparecían las siguientes palabras: “¿A
qué te dedicas?” se le pregunta al gurú. El contesta, “Básicamente a respirar. No gano mucho, pero me da para vivir.”
La trampa sutil es
creer que el respirar es lo que le da vida al cuerpo. Nos hemos creído que el
cuerpo es vida, o está “vivo” y qué respirar es lo que lo sostiene.
Sin embargo lo que
toda enseñanza no dual, como lo es Un Curso de Milagros, el Advaita, el Tao por
así mencionar unos nos enseña, es que no somos cuerpo. Qué lo que Somos, o
mejor dicho, lo que Soy es Espíritu, Dios, Mente, Esencia, como se le quiera
llamar.
El cuerpo es
simplemente una proyección en la mente que carece de vida y de significado.
Siendo el cuerpo una creencia que se proyecta en la mente, otra creencia ademas
de la de respirar y de las miles que se siguen sosteniendo en la mente es que
el cuerpo necesita comer, hacer ejercicio, etc.
Por consiguiente
aunque esa frase suene muy “espiritual”, en realidad apoya la creencia en la
mente de que somos cuerpo en vez de Dios, y es así como nos mantenemos
distraídos de la Verdad.
Así que respires o no
respires, hagas lo que hagas, da igual porque no eres cuerpo eres Amor. Dado
ese el caso, no es la respiración, ni la comida, ni el ejercicio, ni nada de lo
que creas obtener o hacer con el cuerpo o en este mundo lo que te sostiene. Lo
único que te sostiene es lo que realmente Eres, y eso es Amor. Y el Amor se
sostiene por si mismo. Eso es ¡Vida eterna!