Thursday, December 8, 2016

La Sutileza Con la Que el Ego Nos Distrae de la Verdad



Recientemente se me envió una foto de un gurú sentado en posición de Lotus y al lado de esa foto aparecían las siguientes palabras: “¿A qué te dedicas?” se le pregunta al gurú. El contesta, “Básicamente a respirar. No gano mucho, pero me da para vivir.”

La trampa sutil es creer que el respirar es lo que le da vida al cuerpo. Nos hemos creído que el cuerpo es vida, o está “vivo” y qué respirar es lo que lo sostiene.

Sin embargo lo que toda enseñanza no dual, como lo es Un Curso de Milagros, el Advaita, el Tao por así mencionar unos nos enseña, es que no somos cuerpo. Qué lo que Somos, o mejor dicho, lo que Soy es Espíritu, Dios, Mente, Esencia, como se le quiera llamar.

El cuerpo es simplemente una proyección en la mente que carece de vida y de significado. Siendo el cuerpo una creencia que se proyecta en la mente, otra creencia ademas de la de respirar y de las miles que se siguen sosteniendo en la mente es que el cuerpo necesita comer, hacer ejercicio, etc.

Por consiguiente aunque esa frase suene muy “espiritual”, en realidad apoya la creencia en la mente de que somos cuerpo en vez de Dios, y es así como nos mantenemos distraídos de la Verdad.

Así que respires o no respires, hagas lo que hagas, da igual porque no eres cuerpo eres Amor. Dado ese el caso, no es la respiración, ni la comida, ni el ejercicio, ni nada de lo que creas obtener o hacer con el cuerpo o en este mundo lo que te sostiene. Lo único que te sostiene es lo que realmente Eres, y eso es Amor. Y el Amor se sostiene por si mismo. Eso es ¡Vida eterna!

“No deposites tu fe en ilusiones. Te fallarán. Deposita toda tu fe en el Amor de Dios en ti: eterno, inmutable y por siempre indefectible.” W-pI.50.4:1-3