Comentario: Como
podemos observar, la razón por la cual queremos ver a nuestro hermano inocente
no es para ver a “otra persona” inocente sino para poder reconocer nuestra
inocencia. Es por eso que el perdón no es para nadie más sino mas bien para uno
mismo.
Me gustaría compartir un ejemplo que tuvo
lugar ayer en la mañana. Fui a caminar por la orilla de la playa con el
propósito de despejar la mente y disfrutar del momento presente. Lo que terminó
ocurriendo es que pensamientos de juicio hacia algunas personas estaban
saliendo y no había forma de que se fueran. Lo que hacia no obstante, era
volver a poner mi atención en el paisaje, lo cual duraba unos 10 segunda, y
otra vez seguía yo juzgando a esos hermanos. A final de cuentas el 95% de la
caminata fue juzgando y el 5% era volver a hacerme consciente. Luego decidí
sentarme en una roca, y mientras observaba el océano empecé a observar todos
esos pensamientos mientras me decía a mi mismo, “wow, como me gusta yo
martirizarme jejeje.” Lo hacia con una sonrisa, dándome
cuenta como había tanto juicio en mi mientras que simultáneamente era
consciente de que siempre me estoy atacando a mí mismo porque sólo hay uno.
Después de permitir que la mente haga lo
que quisiera por un rato, sin juzgarme porque esos pensamientos estuviesen
surgiendo, empecé a imaginarme una conversación con ellos, lo cual me decían, “¿te
gustó el papel que nos pediste que jugáramos para que puedas sacar toda esa ira
que está en ti y sanarla?” Y yo les decía, “claro, muchas gracias
por el regalo de ver la culpa en mi que sin darme cuentas se las estaba
proyectando a ustedes Gracias de corazón por apoyarme en sanar.” Reconozco que según voy abriéndome mas a ser consciente de ese
amor que soy, según salgan pensamientos como ese, tengo el poder de elegir un
Nuevo Maestro (Espíritu Santo).
El camino por consiguiente, es observar
qué tan fácil se puede uno distraer de la verdad, y a su vez ser consciente de
manera que cada vez me doy cuenta de los regalos que cada uno de mis hermanos
me ofrece. Sano cada vez que puede pasar por alto lo que mis ojos al igual que
mis sentimientos muestran. No es siempre fácil, pero si es muy simple. Solo que
hay que desear perdonar recordando que el objetivo no es mejorar el personaje
ni el sueño, sino que ser consciente de que es un sueño y de que mi realidad es
en Dios de manera que la mente no se distraiga y se continúe abriendo a la
verdad.