Sunday, January 14, 2018

El Concepto que el Ego Tiene Sobre la Espiritualidad por Fayna y Nick

Es muy sutil como el sistema de pensamiento del ego utiliza la espiritualidad para evitar o rechazar la experiencia presente. Cuando experimentamos dolor a un nivel incomprensible es cuando por lo general empezamos la búsqueda espiritual. Empezamos prácticas como la meditación, contemplación, y todo tipo de rituales cuyo propósito, a final de cuentas, es hacernos sentir mejor.

Esa es la estrategia que el ego utiliza para seguir sosteniendo su identidad. Para seguir sosteniendo su concepto de un "yo" separado, solo que mas "espiritual". Esa es la negación de la culpa, la negación del miedo y lo esconde tras bastidores cubierto por capas de aparente "espiritualidad".

Eso hace perfecto sentido, ya que si el ego pudiese estar en contacto con la espiritualidad real, simplemente se deshacería. Otra forma de decirlo sería, si la oscuridad pudiese estar en contacto con la luz desaparecería. O una o la otra, ambas no pueden coexistir.

Sin embargo, cuando empezamos a ser conscientes de lo que la espiritualidad es, nos damos cuenta que no es la práctica de un concepto, sino más bien una experiencia. Una experiencia libre de conceptos, ideas, inclusive de prácticas. Es el constante reconocimiento de la verdad, del Amor en cada momento.

Esa búsqueda espiritual con fines de distraer a la mente de la verdad, nos muestra la astucia del sistema de pensamientos del ego, al igual que su ignorancia. La razón es que, por un lado, el ego quiere apoderarse de los conceptos espirituales que eventualmente nos llevan al reconocimiento de la verdad para glorificarse, sin darse cuenta que, una vez que ese camino ha sido emprendido, la mente empezará a ser conciente de su esencia, por muy levemente que sea, y entonces la desaparición del ego está asegurada.

Por consiguiente, aunque hayamos comenzado el camino espiritual con fines opuestos al de la verdad, en su debido momento la verdad misma se va apoderando de ese camino y se puede reconocer la perfección de ese proceso. Como podemos ver, finalmente todo camino, independientemente de cuan aparentemente largo o corto sea, terminará restaurando el recuerdo de Dios. Como se suele decir, todos los caminos conducen a Roma.

Así que estés donde estés, confía en que ahí exactamente es donde tienes que estar, pues es parte de tu camino de vuelta a casa.