Friday, February 2, 2018

El Monstruo "Existe" Cuando Intento Huir De Él

Hace un tiempo atrás Fayna y yo compartimos un escrito titulado: Una Mente Clara No Desea Cambiar Nada. El enlace para leerlo es:


En mi propio proceso me gustaría compartir algo que surgió hoy referente a ese entendimiento. Cuando la mente está clara, sabe que en todo momento lo que tiene es lo que desea. Cuando la mente está confusa cree que desea algo diferente de lo que tiene, y como consecuencia de ese conflicto interno sufre.

Ese sufrimiento se experimenta como un cuerpo dolor que muy bien puede tomar la forma de sufrimiento psicológico, culpa, una profunda tristeza, un nudo en el estomago, depresión, etc., y en función a ese sentimiento la mente continúa fabricando historias hundiéndose así misma en un océano interminable de culpa, de dolor, de temor, de nuevo, de sufrimiento.

El perdón todo lo que hace es que acoge todos esos sentimientos, sin juzgarlos, sabiendo ya de antemano que cualquier historia que la mente fabrique es falsa. Así es como se van atravesando las capas de culpa inconsciente que nos llevan a ser conscientes del amor incondicional que somos.

Lo que hace este proceso tan difícil es el dolor que se experimenta a nivel psicológico corporal que generalmente nos lleva a huir para no sentir. Por eso queremos la píldora, la distracción, sea cual sea. Queremos meditar creyendo que lo hacemos para ser mas espirituales cuando en realidad lo hacemos para no sentir. Nos la pasamos mas tiempo en el trabajo, o mirando televisión excesiva, o comer para sentirnos "mejor" que en Ingles a la comida rápida se le llama "confort food" (comida de conforte), nos ponemos a hablar con amistades, leer un libro, etc.

A este momento crucial en la vida de todo aquel que desea la verdad se le conoce como la noche negra del alma. Yo prefiero llamarlo la noche negra del ego, pues su muerte se avecina. Su muerte es la identificación con un "yo". Es perder mi identidad, la que construí y he estado sosteniendo toda una "vida". Esa identidad esta sostenida por todas mis creencias. Y por consiguiente, si quiero dejarla a un lado tengo que soltar todas mis creencias.

Aquí no hay "varitas mágicas", ni "mantras específicas", ni "práctica o técnicas especiales". Sólo la voluntad de atravesar esas nubes, de permitir que ese dolor nos atraviese. ¿Cuanto tiempo? El tiempo que sea necesario. Una vez escuché al Dr. Kenneth Wapnick decir que tienes que atravesar tu odio antes de llegar al amor en ti. El curso lo plantea de la siguiente manera, "Trataremos ahora nuevamente de llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación...Recuerda que tienes que atravesar las nubes antes de poder llegar a la luz." W-pI.70.8:1..5 La Biblia describe este proceso de atravesar el miedo de la siguiente manera, "Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." [Mateo 7:14]

La mente quiere entender, mas es imposible porque la mente no tiene acceso al verdadero entendimiento. Y esto duele si no hay confianza en el proceso. Por eso generalmente buscamos tantos caminos como sea posible para evitar no mirar nuestro odio, nuestro miedo, nuestra oscuridad. Por eso culpamos. Pero finalmente, la única salida es mirando el monstruo de frente, no huyendo de él. Para que nos demos cuenta de que no existe ningún monstruo. Intentar huir del monstruo en darle vida, darle realidad. Por eso el perdón no nos dice que "hacer" porque la practica del perdón no le da realidad a las ilusiones, no hace al monstruo algo real. Simplemente, "El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. Simplemente observa, espera y no juzga." W-pII.1.4:1-3